Dos congresistas bolivianos intercambiaron insultos, patadas y piñas durante una interpelación al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, por la detención de la expresidenta de facto Jeanine Áñez en marzo. Se trata del senador Henry Montero, del partido derechista Creemos, y el diputado Antonio Gabriel Colque del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Otras dos asambleístas se agarraron de los pelos. La discusión que polarizó a parlamentarios opositores y oficialistas fue si la crisis política y social que atravesó el país en 2019 y derivó en la renuncia del expresidente Evo Morales fue producto de un fraude electoral o de un golpe de Estado.

El informe que presentó durante la sesión el ministro Eduardo del Castillo estuvo antecedido por la presencia en los exteriores de la Asamblea de las víctimas de las masacres de Sacaba, Senkata y Pedregal en las que murieron más de una veintena de civiles producto de la represión de las fuerzas de seguridad cuando Áñez asumió la presidencia interina del país tras el golpe contra Evo Morales. Esa protesta se simbolizó con tres ataúdes de cartón que se apostaron en el ingreso del Parlamento.

Al interior la Asamblea se llenó de pancartas con las que se pidió "justicia" para las víctimas o con preguntas sobre "dónde está el dinero del gas lacrimógeno", en referencia al reciente escándalo de corrupción que salpica al gobierno de facto de Áñez. Frente al atril principal también había un cúmulo de papeles con inscripciones de "Actas 2019" y "Actas 2020" con las que del Castillo desafió a los opositores para demostrar que no hubo fraude electoral en esos dos años.

En su intervención, del Castillo llamó a la oposición a "comprometerse a votar en un juicio de responsabilidades contra Jeanine Áñez y su clan mafioso". Además el ministro tildó de "panfleto" el documento de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre supuestas irregularidades en las elecciones de 2019. "En nuestro país no hubo fraude electoral y toda la gente que la rodea (a Áñez) hizo todo lo posible para consumar un golpe de Estado", aseguró del Castillo.

"Cómplices de la corrupción el narcotráfico y las muertes ¡silencio! ¡guarden compostura! el pueblo boliviano les ve", llegó a recriminar el joven funcionario ante los gritos de los opositores que interrumpían su explicación. Hasta que se debió dictar un cuarto intermedio por los golpes entre los parlamentarios Colque y Montero. También se trenzaron la diputada de Creemos por Santa Cruz, Tatiana Áñez y su par del MAS por El Alto, María Alanoca.

El acto de interpelación continuó y la bancada mayoritaria del MAS brindó su respaldo a del Castillo por las acciones que derivaron en la detención de Áñez. La expresidenta de facto cumple prisión preventiva desde mediados de marzo, acusada de sedición, conspiración y terrorismo a raíz de una denuncia de la exparlamentaria del MAS, Lidia Patty.