Milagro Sala fue llevada esposada hoy ante la Justicia de Jujuy, donde la notificaron de una nueva causa en su contra. Se trata de una causa por instigación, similar a la de los huevazos contra Gerardo Morales. De hecho, la líder de la Túpac Amaru declaró ayer por ese caso. Jujuy vota legisladores el próximo 27 de junio y se sospecha del uso político de la presa más connotada de la provincia para que el oficialismo obtenga rédito político. 

La citación de este viernes se dio por una nueva denuncia en la investigación de la toma de tierra de Campo Verde. El pasado 8 de marzo pasado, el gobernador jujeño inauguró una escuela en construcción en un predio que usaban como cancha de fútbol, en la localidad de Campo Verde. Durante la madrugada, hubo incidentes en el predio entre los vecinos que tomaron el predio y la policía. Ante esta situación, Morales le pidió al fiscal de Estado y al ministro de Seguridad provincial que inicien una demanda penal y acusó a Sala de ser instigadora de estos disturbios que terminaron con represión policial.

Sucedió un día después de la comparecencia de Sala ante el Tribunal Oral Federal de Jujuy en la que se reflotó la causa por los huevazos a Gerardo Morales cuando el hoy gobernador era senador: la citaron a declarar 48 horas antes por un hecho que en el que no estuvo presente. Los abogados de la dirigente le pidieron al máximo tribunal penal del país que intervenga ante lo que denuncian como un nuevo atropello y pidieron la nulidad de la audiencia.

En 2016, el TOF de Jujuy condenó a Sala a tres años de prisión por daños en la causa iniciada por Morales cuando una presentación suya en 2009 en el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas de Jujuy terminara a los huevazos. Como no se pudo probar la presencia de Sala en el escrache, la Justicia la consideró instigadora y la condenó por el delito de daño agravado, aunque la sobreseyó por los cargos de amenazas.

El nuevo avance judicial contra Sala se produce en plena campaña para las elecciones provinciales. El 27 de junio se renovarán la legislatura jujeña y los concejos deliberantes. En plena campaña se reactivó la virulencia contra Sala, presa desde el 16 de enero de 2016. La dirigente social hoy cumple arresto domiciliario. A la espera de cómo avance la nueva causa, Morales quiere el máximo de pena para Sala por los huevazos: siete años. Y que cumpla su condena en una cárcel de Salta.