Podemos prepara para este domingo el primer relevo de su joven historia, con la esperada entronización de la ministra Ione Belarra como sucesora continuista de Pablo Iglesias al frente de la izquierda española.

Desde el pasado domingo y hasta el sábado, unos 139.000 simpatizantes están llamados a elegir a su nuevo secretario general. Lo harán después de que el 4 de mayo Iglesias anunciara su abandono de la política, tras el mal desempeño de su partido en las elecciones regionales madrileñas, ganadas ampliamente por los conservadores.

El resultado se conocerá el domingo en una asamblea en Alcorcón, cerca de Madrid. A ella no acudirá Iglesias, porque su voluntad es "no tutelar la nueva etapa", según el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique.

La gran favorita, frente a dos competidores desconocidos, es Ione Belarra, heredera del ministerio de Iglesias, el de Derechos Sociales, cuando éste dejó en marzo una de las vicepresidencias del gobierno español para competir en las elecciones regionales madrileñas.

"En principio es una designación de Pablo Iglesias con el apoyo consecuente de los afiliados. Podemos decir que Pablo Iglesias ha ungido a su sustituta", comenta Paloma Román, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid.

También por inspiración de Iglesias, Podemos se dirige a una novedosa bicefalia, ya que la futura cabeza de lista electoral no será Belarra sino Yolanda Díaz, su ministra más influyente en el gobierno de coalición con los socialistas, en tanto que vicepresidenta tercera y titular de Trabajo.

- Refundación dudosa -

Conocido por su cola de caballo, que finalmente se cortó, Iglesias ha sido el único líder de Podemos desde su fundación en 2014 al calor del movimiento de los Indignados.

Durante sus mandatos ejerció un hiperliderazgo que chocó con sus socios en distintas regiones del país, y llevó a la salida de muchos cofundadores del partido, como el ex número 2 Íñigo Errejón, luego propulsor de su propia formación, Más País. En ese sentido, Belarra (33 años) ha prometido "una etapa mucho más coral", con "distintos liderazgos" y una "colectivización de las decisiones".

Pero en su lista de candidatos al órgano de gobierno del partido va con el núcleo duro del "pablismo" al completo, incluyendo a Echenique o a la ministra de Igualdad Irene Montero, pareja de Iglesias y madre de sus tres hijos."En Podemos hay un problema muy gordo, y es que el partido está completamente filtrado por las necesidades del   viejo liderazgo", afirma el sociólogo e historiador Emmanuel Rodríguez.

Según él, a falta de una implantación territorial sólida y con una base electoral menguante, "Podemos está organizado en torno a los cargos, y los cargos han sido depurados para ajustarse a la lealtad del viejo Pablo Iglesias".

Por ello, es "muy complicado" que con Belarra haya "una refundación".

- Un partido de gobierno -

Podemos es la cuarta fuerza en el Congreso de los Diputados, con 35 de los 350 escaños de la cámara, por detrás del PSOE, los conservadores del PP y la extrema derecha de Vox.

Una bancada muy inferior a los 69 escaños con los que irrumpió en diciembre de 2015, poniendo fin al tradicional bipartidismo PP/PSOE y prometiendo el fin de las políticas de austeridad. Por el camino perdió dos millones de votos. "Queda muy poco" del proyecto original, sostiene el politólogo José Ignacio Torreblanca, autor del ensayo "Asaltar los cielos. Podemos o la política después de la crisis" (2015).

"Primero tuvo un 'big bang' y luego un enfriamiento", y en las sucesivas encrucijadas "renunció a ser un partido con perfiles ideológicos difusos", para ser un partido "comunista en el núcleo" y rodeado de "una serie de aliados que le dieran un barniz más moderno", analiza Torreblanca.

Desde enero de 2020, Podemos es socio del PSOE de Pedro Sánchez en el gobierno español, donde presume de haber promovido medidas como la subida del salario mínimo el año pasado, o la reciente reforma laboral que convierte en asalariados a los precarizados repartidores de UberEats, Glovo y Deliveroo.

Medidas defendidas por Yolanda Díaz, conocida también por negociar con patronal y sindicatos los llamados ERTEs: planes de desempleo temporal subvencionados por el Estado desde el inicio de la pandemia, para evitar despidos masivos y que los trabajadores pudieran conservar su empleo a la espera de retomar la actividad. 

Díaz no aspira a ningún cargo en la dirección de Podemos, ya que es militante del Partido Comunista. Sin embargo, y tras recibir el visto bueno de Iglesias, Podemos la promoverá como cabeza de lista en las próximas legislativas, a más tardar en enero de 2024.