Desde Santa Fe

El ministro Roberto Sukerman descartó ayer cualquier responsabilidad política del gobierno de Omar Perotti ante supuestas vacunaciones anticipadas contra el covid en la provincia, como la última que se denunció en el hospital de Granadero Baigorria y le costó el cargo al vicepresidente de la EPE, Alberto Joaquín. “Puede haber conductas repudiables, pero en Santa Fe no hay ningún vacunatorio vip. No hay ningún lugar donde el gobierno mande gente a vacunar”, retrucó. “Nosotros no ocultamos nada, ni vamos a proteger a nadie. Y ante cada caso que se detecta, actuamos con todo el rigor de la ley”. “No hubo, no hay, ni habrá vacunatorios vip”.

Sukerman pasó por una interpelación de más de cuatro horas en el recinto de la Cámara de Diputados, en un hecho que no tiene antecedentes en casi diez años en la Legislatura. La última fue en noviembre de 2012, cuando el entonces ministro de Seguridad Raúl Lamberto tuvo que explicar la conducta del ex jefe de Policía de la provincia Hugo Tognoli, condenado tres años después –en 2015- por “encubrimiento” a un narco y “coacciones” a su denunciante.

Ante la ofensiva opositora, Sukerman respondió las inquietudes de todos los legisladores porque no hubo interpelantes designados sino que todos pudieron preguntar. Incluso, en el cierre, puso en contexto el episodio que lo convocó a la Cámara ante la magnitud del plan de vacunación que “es el más importante en la historia de la provincia”. “En más de un millón 200 mil vacunas aplicadas, no nos sorprendería que pueda haber otros hechos. Por supuesto, que trataremos de dilucidarlos”.

A pesar de la insistencia, Sukerman aclaró que no podía brindar precisiones sobre el caso de Granadero Baigorria porque está en plena “investigación” y tampoco señalar nombres por una imposibilidad jurídica. “Hay un impedimento legal para publicar los nombres”. La denuncia se presentó el 21 de mayo. El 8 de junio –dijo- la ministra de Salud Sonia Martorano firmó la resolución 1052 que dispuso un “sumario administrativo” para “investigar los hechos y deslindar responsabilidades”. Es el expediente número 00501-3248/2 que ya pasó a la Fiscalía de Estado. Según el pronóstico del presidente del PJ Ricardo Olivera en la sesión de la Cámara que convocó a Sukerman “ese sumario va a terminar en la justicia”.

Lo del ex vice de la EPE Alberto Joaquín es singular. “Funcionario que no hace lo que corresponde se va del gobierno. Esa la orden del gobernador”, dijo Sukerman. Y acerca de otras personas que se habrían salteado el turno –como dirigentes y empleados del Sindicato de Luz y Fuerza- explicó que “cada organización tiene los mecanismos para juzgar y evaluar la conducta de sus integrantes”. Lo mismo en el caso del intendente de Granadero Baigorria, Adrián Maglia, “es el Concejo Municipal el que debe pedirle explicaciones”.

“Nosotros no vamos a naturalizar supuestos vacunatorios vip o estrategias vip para vacunar porque eso es falso”, dijo Sukerman. Y plantó una duda sobre la denuncia que originó la interpelación. “Uno de los empresario que apareció en una supuesta lista y fue mencionado por los medios tuvo que aclarar que él no se había vacunado. Que lo hizo el viernes último cuando le tocó el turno”.

A manera de espejo de lo que podría suceder en Granadero Baigorria, Sukerman repasó el caso del hospital de Reconquista, “donde se vacunó gente que no correspondía”. “Por decisión del gobernador se separó al responsable del hospital. Cuando se descubrió que personas de Consejo de Administración también se habían salteado el turno, se los separó. Se designó un interventor. Las actuaciones se tramitan en la Fiscalía de Estado y si quieren les paso el número del expediente”. “Doy el ejemplo de Reconquista para demostrar lo qué hacemos. Esta denuncia de Granadero Baigorria recién empieza, la investigación la lleva adelante la Fiscalía de Estado” y “el funcionario que se salteó el turno ya no está más en el gobierno”, dijo en obvia referencia a Joaquín.

Otra de las pruebas que ofreció Sukerman es que Perotti y su gabinete respetaron el turno de vacunación. El gobernador, el ex ministro Marcelo Sain y sus colegas Walter Agosto, Marcos Corach, Jorge Lagna, Silvina Frana, Adriana Cantero, Celia Arena y la propia Martorano “se contagiaron de covid y la pasaron mal, ellos y varios de sus familiares. Esto marca nuestra forma de pensar: no adelantarse a ningún turno. Ningún funcionario político tiene privilegios. Nosotros predicamos con el ejemplo”.

“La única excepción –siguió- fue Martorano, que es médica y lleva adelante una campaña histórica. Ella fue la única que se vacunó antes. El gobernador y el resto del gabinete lo hicieron cuando les tocó el turno”. Incluso, Perotti “fue víctima de la difamación” y “tuvo que ir a la justicia a denunciar que ningún miembro de su familia ni él se habían vacunado antes. No solo pusieron en duda la honorabilidad del gobernador sino también la de su familia, con las consecuencias que esto tuvo en la angustia y en someterse a un análisis para demostrar que no se había vacunado. El ejemplo es el gobernador”.

Dos legisladores le preguntaron por las denuncias que recibió el gobierno desde diciembre y cuántas formalizó ante el Ministerio Público de la Acusación. “Los casos de Reconquista, Suardi, San Vicente y Granadero Baigorria. No tenemos otras”, le contestó Sukerman al diputado Carlos del Frade. Y acerca de las presentadas ante el MPA, el ministro aclaró que primero debe realizarse el sumario administrativo. “Primero tenemos que dilucidar las responsabilidades administrativas y después hacer una denuncia penal al respecto. En el robo de vacunas en Rosario claramente correspondía una denuncia penal como lo hizo el intendente Pablo Javkin. En vacunaciones anticipadas, primero debe hacerse el sumario”, explicó.

La audiencia cerró con un cruce entre el socialista Joaquín Blanco y su colega del PJ Leandro Busatto. Blanco dijo que Sukerman “no aportó ningún hecho para desmentir el vacunatorio vip” de Granadero Baigorria y tampoco dijo quién fue el “responsable político” de la vacunación de Joaquín. “Quién lo habilitó”. Busatto interpretó que “la desesperación y la prepotencia de Blanco” era de la prueba de que Sukerman había pasado la prueba en la Cámara. Y acusó al socialismo y a la UCR de “apostar al fracaso del plan de vacunación para sacar algún rédito electoral”. “El problema que tienen es que el gobierno está haciendo bien las cosas”.