Todo lo que habían planeado en la previa del partido quedó aplastado por la primera jugada. Centro desde la derecha al segundo palo y Mauro Guevgeozian, con un cabezazo bombeado, superó a Agustín Orion para abrir la cuenta y poner a Temperley arriba. Un minuto había pasado y ya empezaba un partido diferente, en una cancha colmada y expectante tras el buen triunfo que había conseguido el equipo como visitante contra San Lorenzo, una semana atrás.

Los dos llegaban con buen andar pero con objetivos bien diferentes: Racing llevaba al Sur cinco victorias en fila y, salvo por la lesión del chico Lautaro Martínez en la semana, lucía en su mejor momento. Para el local, en cambio, cada punto vale oro en su misión de quedarse en la máxima categoría. Y así se dedicó a defender la ventaja tempranera.

Temperley jugó a lo que mejor sabe: a luchar, a trabar el partido, a duplicar las marcas, a molestar a Gustavo Bou y no dejarle un metro para que pudiera girar con comodidad. El resto, lo hizo Racing. Porque no agarró la pelota en el mediocampo con Diego González, y tampoco podía apoyarse en la velocidad de Acuña, que estaba inactivo por izquierda. Para colmo, cuando se terminaba el primer tiempo, Di Lorenzo sacó un zurdazo impresionante para clavar la pelota en el ángulo derecho de Orion, y aumentar la ventaja par el conjunto local.

Racing salió más decidido a jugar la segunda mitad, y estuvo cerca del descuento a través de Bou, a los diez minutos, pero su remate de derecha pegó en el travesaño luego de que Ibáñez tocara la pelota. 

Los intentos del visitante se reducían a tratar de buscar a Bou a través de pelotazos largos, que muy pocas veces eran capturados por el jugador. El técnico Diego Cocca intentó revertir la situación con los ingresos de Cerro y Rosales, pero ellos tampoco pudieron cambiar el desarrollo. El regreso de Lisandro López generó mucha ilusión en Racing, pero Guevgeozian, con otro gol en el final, fue el hombre de la noche.