Un taller de Educación Sexual que tuvo en la escuela le permitió a una niña que cursaba la primaria, en la ciudad de Santa Fe, contarle a su madre lo que había padecido un año atrás. La mujer hizo la denuncia penal que dio origen a una investigación y el viernes pasado el padre de la nena fue condenado por abuso sexual a la pena de 12 años de prisión. H. tiene 43 años y su identidad se mantiene en reserva justamente para "evitar la revictimización de la niña", explicaron los fiscales María Celeste Minniti y Matías Broggi, que llevaron el caso a juicio oral y valoraron que saliera a la luz a partir del taller escolar. La sentencia del tribunal integrado por Sergio Carraro, Sandra Valenti y Rosana Carrara fue unánime contra el hombre que además "sometía violentamente" a toda la familia. 

Abuso sexual gravemente ultrajante calificado por el vínculo y promoción a la corrupción de menores calificada, fue la imputación que hicieron los fiscales. Si bien habían solicitado una pena de 15 años de prisión, consideraron que los 12 años que se le impusieron "resulta un monto razonable y acorde a los hechos atribuidos”; pero aclararon: “Aguardaremos los fundamentos del veredicto para analizar los pasos a seguir”, en relación a una eventual apelación.

Minniti y Broggi recordaron que “los abusos fueron perpetrados en perjuicio de una niña que es la hija biológica del condenado. Si bien las fechas no pudieron ser determinadas, los hechos sucedieron entre 2017 y 2018, cuando la víctima transitaba los primeros años de la escuela primaria".

Los fiscales del MPA valoraron que pudo contarle a su madre lo sucedido --alrededor de un año después-- a partir de dos situaciones determinantes: por un lado, la separación de sus progenitores y la salida del agresor de la casa familiar; y por el otro, un taller de Educación Sexual que se le brindó en la escuela y que le permitió "darse cuenta de que eso que hacía su papá estaba mal”. La mujer radicó "de inmediato" la denuncia que dio origen a la investigación. 

“En nuestros alegatos subrayamos que los ataques sexuales del condenado a su hija se reiteraron en el tiempo”, argumentaron los fiscales. "No tenemos fechas precisas, fueron en varias oportunidades", agregó Minniti en diálogo con este diario. “También hicimos hincapié en que el condenado sometía violentamente a toda la familia. En este contexto, aprovechó la intimidad de la vivienda para cometer los ilícitos”, agregaron.

La fiscal consideró la educación sexual como una cuestión "fundamental e importantísima". "Permite empezar a distinguir que lo que está pasando adentro de casa no está bien. No solo en cuanto a la detección y prevención de delitos sexuales, sino a otros tipos de violencias", remarcó. "Hay muchas situaciones que se conocen de esta manera, más que nada en niños chicos". Sobre los espacios donde surgen algunos casos mencionó "escuelas y espacios de concientización. Los niños y niñas buscan un canal, nosotros tuvimos casos en los que le mandan una cartita al referente de una copa de leche o un mensaje de texto a la seño", ejemplificó.  

Minniti y Broggi explicaron que durante el proceso judicial “se trabajó también con el Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos de Niñez y Adolescencia de Santa Fe y con el Centro de Asistencia a la víctima”.

Además de la condena, el tribunal ordenó que una vez que esté firme la sentencia, se realice la inscripción del agresor en el Registro Nacional de Datos Genéticos.

ESI

En octubre del año pasado, la iniciativa de ley provincial de Educación Sexual Integral (ESI) fue aprobada en la Cámara de Diputadas y Diputados; y espera tratamiento en el Senado. En tanto, la ley nacional tiene 14 años. "La ley provincial busca dar actualidad porque después de 2006 se sancionaron muchas otras cuestiones que están relacionadas. Es una de las demandas de los pibes y pibas en las escuelas", dijo la diputada provincial Agustina Donnet.