“El año pasado, en este mismo lugar conté que tres taxistas, al reconocerme, no me habían parado.  Ahora, en quince días metí tres taxis que no me querían cobrar. ¡Algo está cambiando!”. La celebrada anécdota con la que Víctor Hugo Morales comenzó su alocución en la Feria del Libro, captó algo del clima que se vivió el sábado por la noche en una sala José Hernández –la más grande de la Feria– repleta y dispuesta a participar, a su modo, con aplausos y abucheos, gritos de aliento y respuestas espontáneas. Fue durante la presentación de Papel Prensa. El grupo de tareas, el libro que acaba de editar Colihue, en una noche que mostró un concluyente e inesperado link directo al aquí y ahora, con la presencia de trabajadores despedidos de AGR en el cercano stand de Clarín.

  De Medios, jueces y militares en la mayor estafa del país –tal la descripción que agrega la bajada del título– habla el nuevo libro de Víctor Hugo, en un relato que el periodista eligió esta vez presentar en forma novelada, aunque sin modificar hechos ni nombres para contar una historia que sí, resulta “de novela”, aunque transcurrió en una muy palpable realidad. Desde la primera fila, las presencias de Lidia Papaleo junto a su hermano Osvaldo, y de Rafael Ianover, daban cuenta concreta de ello. La primera, viuda de David Graiver, torturada y encarcelada por cinco años, obligada de este modo a vender las acciones de Papel Prensa; el segundo, también preso y liberado el mismo día de la inauguración de Papel Prensa, ya propiedad de Clarín, La Nación, La Razón y el Estado, en 1977. Los Papaelo y Ianover son los únicos que siguen reclamando judicialmente por la verdad, después de que el Estado se retirara el año pasado de la querella iniciada por el ex secretario de Derechos Humanos, Luis Eduardo Duhalde.

  Durante una hora y media y casi sin pausa, Morales fue desgranando una historia del pasado y del presente. Como en el libro, lo hizo a partir de nombres de participantes de esta historia, cuyas fotografías fueron pasando por una pantalla: el juez Julián Ercolini, que el año pasado sobreseyó a todos los imputados en la causa Papel Prensa sin siquiera llamarlos a declarar (el mismo que procesó a Cristina Kirchner); el fiscal Picardi, que apeló estos sobreseimientos de  Ercolini; el fiscal general Germán Moldes, que luego retiró la apelación de Picardi; el general Oscar Gallino, que manejaba la tortura con la orden de “investigar” e “interrogar” a los Graiver; los periodistas Juan Alonso y Cynthia Ottaviano, que entrevistaron a Isidoro Graiver , testigo clave de esta trama, y por supuesto Héctor Magnetto, de quien Papaleo sigue recordando la mirada al obligarla a firmar la venta de sus acciones, entre muchos otros.

  “Este libro tiene una forma de novela, he recorrido todas las voces posibles”, explicó Morales. “Cuenta el comienzo criminal e increíble de esta historia: no fue solamente torturar a Lidia, meter preso a Ianover, matar en la tortura al secretario de Graiver. Además no pusieron un solo peso para pagar Papel Prensa. Así opera Clarín. Así se quedaron con todo, así hoy se quedan con el fútbol. Esto es también para los indiferentes, para los cómodos, para los que dicen ‘Papel Prensa pasó hace cuarenta años’. No: esto nos sigue asfixiando hoy”. Tras la sucesión de datos y análisis históricos y de actualidad, el autor redondeó: “Este nuevo libro tiene que ver con otro grito. Es el grito que han dado ustedes en la mesa de su casa, en el club de su barrio. El de quien no se resigna a aceptar mansamente lo que le dicen y sabe que, como ciudadano, tiene la responsabilidad de buscar, analizar, chequear la información. El de quien sigue pensando que un mundo un poco más justo es posible”, concluyó, ovacionado. Ya sobre la medianoche, ante la larga fila para la foto y la firma (el evento se realizó en el marco de La Noche de la Feria, que extendió su horario y posibilitó la entrada gratuita), anunció que el próximo sábado a las 18 volverá al stand de Colihue a firmar ejemplares.   

  A la salida, los trabajadores de AGR invitaban al público a sumarse a su intervención frente al stand del Grupo Clarín, en reclamo por la recuperación de sus 380 puestos de trabajo. “Yo fui papá durante la toma”, cuenta Ezequiel Gatti. Muestra en la revista Viva las luchas obreras, que venden para financiarse en esta etapa, las fotos de lo balazos que recibió durante la represión, y cuenta que llamó a su hija Victoria Nerea. Los cantos que se escuchan –aquello de Clarín, basura, vos sos la dictadura— suenan como el epílogo justo para esta presentación.