María del Pilar Carabús es abogada, periodista y escritora. Recientemente publicó su primer libro de poesía, “Erótica Sintaxis”, que define como la coronación de "esa mixtura que lograron mi lenguaje y mi inconsciente absorbiendo vivencias a corazón abierto".
“En cada poema de una forma y otra, con realidad o ficción, se percibe como vínculos, ciudades, entornos, amores y desamores fueron impregnándome, allí comienza la transformación, en esa metamorfosis de cada experiencia”, adelanta. Erótica… es una mezcla de su experiencia por el mundo y su pasión por las letras: “Soy una amante de la vida, amo cada pedazo de existencia, nací con una innata sed y curiosidad por sentir y descubrir espacios”, asegura.
-Tuviste la oportunidad de vivir en cuatro países, ¿cómo transitaste este viaje de escribir “Erótica Sintaxis?
-Desde muy pequeña sentí la necesidad de crecer a través del movimiento, saboreando el disfrute de nuevas perspectivas a través de las diferentes culturas. Ese empaparme de un otro que pudiera mostrarme otro camino, otra visión de este cosmos y de mí misma, fue esencial en este sendero de existencia. “Erótica Sintaxis” es la coronación de esa mixtura que lograron mi lenguaje y mi inconsciente absorbiendo vivencias a corazón abierto.
-¿De qué manera lo fuiste viviendo?
-Ese despertar para escribir con más ímpetu, surgió en Londres, Reino Unido, seguramente la conexión con mis ancestros europeos, fue lo que propició el ecosistema qué acentuó mi desaforada sed. Sí bien el eros y el amor fueron ese motor irrefrenable que me hizo cruzar diferentes mares, imagino que mis ansias de reinvención, y el poder tomar dimensión de mis raíces para redefinirme, fueron parte de esta creación.
-¿Qué te inspira?
-Mi mayor leitmotiv es esa energía surrealista llamada amor, deseo, erotismo, pasión, encuentro, conexión, existen para mí tantas formas para denominarla cómo sentimientos para inventar. Creo férreamente en nuestra transformación a través de un otro, en la capacidad de reflejarnos como espejos amando, sintiendo, construyendo. La comunión que se genera en esa mágica fusión es parte fundamental de nuestra evolución. Quizá en la vorágine cotidiana de supervivencia, hemos olvidado que la respuestas están en lo experimentado con otras almas, si no hay entrega no hay conexión, sin ella no se generan cambios, los vínculos superficiales, mezquinos y egoístas no transforman.
-¿Qué esperás que tu libro provoque en el lector?
-Amaría encender alguna llama. El mayor regocijo es el de sentir que puedo tocar alguna fibra, evocar alguna memoria, emoción, sorpresa, reflexión. El universo necesita mucho arte en cualquiera de sus expresiones, es uno de los refugios y vías de escape con más contención emocional en momentos en que existe un bombardeo de información negativa.
-Tu libro tiene una carga intensa de sensualidad…
-Sí… y un compromiso fundamental con nuestro erotismo, algo que vamos perdiendo en la locura cotidiana de la vida misma. Mucho más en estos tiempos en los que cada vez nos dedicamos menos al amor desnudo, con lo que todo ello conlleva. Cuando digo desnudo me refiero no sólo al cuerpo del amor, sino a su alma, que tienen como máximo alimento, la poesía.
-¿Qué papel pensás que juega el erotismo en nuestras vidas?
-Nuestro eros, el arte de seducir es lo que nos mantiene vivos, somos energía y esa retroalimentación erótica es la que nos permite vibrar, imaginemos que hasta las flores vibran, podemos extraer energía de ellas, sí pudiésemos aprender a ser más eróticos en el sentido amplio de la palabra, podríamos generar muchos más circuitos de conexión que nos alimenten con la maravillosa química que se produce cuando nos enamoramos, por ejemplo, ese enamoramiento no tiene por qué ser sexual, sino amoroso, por la vida misma, por lo que nos rodea.
-¿Cómo fue ese largo camino desde Catamarca al mundo?
-Sonrisas… intenso, doloroso a veces, solitario otras. Lleno de fuertes aventuras, muchos personajes importantes y momentos históricos vividos: en Londres, el Brexit. Tuve incluso la oportunidad de preguntarles a grandes políticos ingleses, ¿por qué como ciudadana europea debiera dejar Inglaterra tras el referendum?, nadie pudo contestarme sensatamente.
La cultura me permitió tener un lugar en cada ciudad importante, me abrió todas las puertas. Indudablemente mis padres y familia obsesionados por el conocimiento fueron parte.