Una empleada del club Náutico Sportivo Avellaneda, de Pedro Tuella 952, denunció a un compañero de trabajo por acoso sexual, y se emitió una orden de prohibición de acercamiento a 200 metros. "Desde que ingresó, hace cuatro meses aproximadamente, soy acosada y hostigada de forma sistemática y constante", dijo la mujer en la presentación que fue elevada a Fiscalía. También contó que el club eliminó las imágenes de las cámaras de seguridad. El 22 de junio a las 13.30 el denunciado le besó el cuello de forma intempestiva y cuando ella lo increpó, le contestó que lo hacía porque ella no quería. Después de ese episodio, la trabajadora del área de maestranza intentó hablar con el intendente del club, Ariel Laurino y pidió la intervención al presidente, Pablo Creolani, quien le dijo que hiciera la denuncia, sin tomar ninguna decisión institucional. El 8 de julio, el juez Fabián Vega emitió una orden de protección, que el club incumple porque no arbitra las medidas para evitar que denunciado y denunciante se crucen. Y los cambios de horario a la mujer resultan lesivos para el desarrollo de su trabajo. Todo esto ocurre en un club donde la comisión directiva rechaza la creación de la subcomisión de géneros, y donde existe el antecedente de una denuncia por violencia de género desde febrero de este año.
"Entendemos como Comisión Directiva que no resulta aprobada la formación de una Subcomisión como la pretensa (en alusión a la subcomisión de género), pero entendemos que podrían sumarse – y así las alentamos -, acercando todo tipo de propuestas", fue la respuesta de la comisión directiva, con la firma del secretario Rubén Salva, el 3 de junio pasado, justo en la fecha que se conmemora la masiva movilización de Ni Una Menos contra las violencias machistas, que desde 2015 se realiza en el país. La contrapropuesta del club fue la conformación de un "equipo técnico profesional para el Abordaje de distintas problemáticas Institucionales”, tal como se menciona en la nota.
En realidad, las asociadas habían propuesto la "creación de una Subcomisión de Género y Diversidades del Club Náutico Sportivo Avellaneda con la firme convicción de actuar para la plena inclusión de todas las personas en todos los ámbitos sociales y deportivos del mencionado Club, transversal a todas las subcomisiones del Club y con el fin de cumplir un rol consultivo y proactivo sobre temáticas como ser: géneros y deportes, prevención de la discriminación en todos sus aspectos, paridad de género, diversidad e inclusión, respeto e integridad, comunicaciones institucionales inclusivas, entre otros contenidos y con potestad para contratar o consultar profesionales expertos en la materia".
Las negativas del club fueron reiteradas. Por eso, y con anterioridad a la última respuesta, la Comisión de Feminismos del Concejo había emitido una declaración de apoyo. "El Concejo Municipal expresa su solidaridad con las mujeres autoconvocadas del Club Náutico Sportivo Avellaneda, que desde hace tiempo y a los fines de actualizar la estructura institucional del club a las necesidades actuales y las legislaciones vigentes en materia de género, llevan adelante la intención de conformar una subcomisión de Género y Diversidad, para lo cual ya han realizado tres presentaciones formales hacia el interior del club sin recibir respuesta favorable de la Comisión Directiva", dice una nota fechada el 4 de mayo pasado.
La respuesta del club está en abierta contraposición con la ordenanza de equidad en los clubes, aprobada el 24 de junio pasado. "Es indispensable que los clubes acompañen la voluntad de sus afiliadas para generar las acciones de equidad y formar parte de lo que es la institucionalidad y la comisión directiva y el Concejo aprobó una ordenanza para impulsar esa adecuación", destacó la concejala Norma López, del Frente de Todos, que integra la Comisión de Feminismos.
Mientras tanto, las impulsoras de la subcomisión abrieron una cuenta de Instagram como Autoconvocadas Género y Disidencias, para insistir en la necesidad de crear ese espacio en el club.