Este lunes se conocerá el veredicto en un caso de abuso sexual que tiene sentado en el banquillo a un hombre de 40 años, imputado por cuatro hechos cometidos en el lapso de dos años, contra víctimas de entre 15 y 41 años. Augusto Ditzler enfrenta un pedido de 11 años de prisión, formulado por el fiscal Ramiro González Raggio de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual que lo llevó a juicio oral, luego de haberlo detenido hace un año por haber raptado e intentado abusar a una chica de 15 años en Ibarlucea. Un identikit y el modo reiterado de comisión de los hechos, sumado al testimonio de las víctimas, conforman la prueba en su contra. 

Ditzler fue arrestado en Ibarlucea, en julio del año pasado, tras raptar a la adolescente en la vía pública. Luego de ello, una serie de elementos permitió dar cuenta de que estuvo involucrado en otros tres ataques, entre octubre de 2018 y julio de 2020. Dos de los hechos también cometidos en la zona de Ibarlucea, durante un trayecto que el hombre hacía periódicamente; y otro en Granadero Baigorria, donde vivía.

El caso por el que terminó detenido ocurrió el 16 de julio del año pasado, en Avenida del Rosario y Urquiza, de Ibarlucea, donde usó la misma técnica de los otros episodios para lograr la atención de la víctima. "Se hacía el desorientado, el perdido; preguntaba por una calle o por algún lugar, entonces cuando ya tenía la atención de la víctima, las tomaba por la fuerza y las intentaba meter al auto o las tocaba", describió el fiscal sobre el modus operandi.

Justamente, el último suceso comenzó con preguntas a la víctima, sobre la calle que transitaba. Tras la pregunta, la tomó por la fuerza y, apretándole el cuello, le dijo: “Callate y colaborá que estoy armado. Si colaborás no te va a pasar nada”, para luego retenerla dentro del auto, trasladarse unos 400 metros hasta un descampado, donde frenó, se le abalanzó y hubo un forcejeo hasta que la chica logró sacar el seguro de la puerta y salir del auto para pedir ayuda. Ante ello, el acusado aceleró y el auto cayó a un zanjón, donde fue retenido por varios vecinos hasta que lo detuvo personal policial.

Una vez arrestado e imputado, la tarea investigativa dio cuenta de varias coincidencias con otras denuncias: el modus operandi del agresor, sumado a las características físicas descriptas en otros casos --una de las víctimas había hecho, un año y medio antes de la detención, un identikit que sorprendió por lo parecido al hombre--, la zona de los hechos y el vehículo con el que actuaba. Todo eso generó que se le imputaran tres hechos más: dos casos de abuso simple y un tercero que se le endilgó como rapto en tentativa.

La descripción de los hechos estremece. En uno de los casos de 2019, empujó a la mujer de la bicicleta en la que ésta circulaba, y cuando la vio en el piso, le agarró los pies para arrastrarla hasta el auto. Un suceso que fue considerado "espeluznante".  

El juez Florentino Malaponte dará a conocer la resolución, luego de escuchar a una treintena de testigos y el relato de quienes padecieron los ataques. "Buscamos una respuesta para las víctimas", dijo el fiscal.