El número 2 de la Policía de Santa Fe, director general Ariel Zancocchia, quedó involucrado en el centro de una investigación penal sobre presunta malversación de fondos con la reparación de patrulleros y la compra y reventa de repuestos para ese fin. La pesquisa arrancó el año pasado, pero se hizo visible ayer a partir de 19 allanamientos, la mayoría en Rosario, algunos en Villa Gobernador Gálvez, y uno en Zavalla, el domicilio del jefe policial bajo sospecha de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. Como consecuencia, el ministro de Seguridad, Jorge Lagna, le pidió la renuncia al subjefe policial.

Como resultado del despliegue de hombres de la fuerza que ocupó toda la mañana de ayer, los enviados de la Agencia de Control Policial (ex Asuntos Internos) arrestaron a una persona de todos los domicilios requisados. Al enterarse de que su vivienda había sido allanada, Zancocchia se presentó ante la repartición policial pero como no hubo orden de detención en su contra, no fue detenido.

Los fiscales, hasta ahora remisos a hablar de la causa, evalúan la aplicabilidad de algunos tipos delictivos como estafa, cohecho y peculado, incluso asociación ilícita.

Cabe señalar que para el momento en que se abrió la investigación penal, Zancocchia todavía no había sido promovido como subjefe de la Policía de Santa Fe. Entonces era la máxima autoridad en la UR VIII, del departamento General López. 

El director general (así se denomina el nuevo rango) asumió en la jefatura provincial en setiembre del año pasado, junto con la actual jefa, Emilce Chimenti. Los hechos por los que quedó en el blanco de Fiscalía refieren a su desempeño anterior a ser subjefe provincial.

La Agencia de Criminalidad Organizada tomó el caso desde que el 4 de febrero de 2020 la ex Asuntos Internos realizó una inspección sobre el taller policial llamado "La Base Comando, Rampa Norte", o Taller Tarragona, como se conoce a esa dependencia del Comando Radioeléctrico, en esa calle y La República, Fisherton. 

El Ministerio Público Fiscal informó que de aquella inspección surgieron "irregularidades manifiestas en los automotores que se encontraban dentro del predio, con notable descuido de los vehículos allí depositados, falta de conservación y control de autopartes, contradicciones en el registro de los estados de los móviles". Agregó el vocero que registraron algunos vehículos policiales desguazados, con algunas de sus piezas a la intemperie. Incluso, en el taller también había vehículos ajenos al Comando Radioeléctrico, autos de otras secciones de la Unidad Regional II, y coches particulares.

Con aquel panorama, la Agencia de Control Policial inició averiguaciones ante "la posible comisión de delito penal por parte del personal de dicha dependencia".

Una fuente cercana a la investigación reveló que se detectaron compras de varias autopartes con fondos policiales, pero que no terminaban como repuestos de patrulleros fuera de servicio sino que habrían sido revendidas a particulares. Asimismo, también se investigan registros de móviles policiales que cargaban combustible a pesar de estar parados en el taller a la espera de reparación, y arreglos de vehículos particulares ajenos a la flota policial.

La pesquisa derivó en ramificaciones que explican los 19 allanamientos de ayer. Muchos domicilios visitados por los agentes son talleres mecánicos, comercios y empresas que proveían a la Policía de repuestos para las reparaciones de los vehículos. Estos negocios pertenecen a otros miembros de la fuerza de seguridad, lo que lleva a sospechar la existencia de transacciones amañadas previamente.

El resto de los allanamientos corresponde a domicilios familiares de otros policías investigados como Zancocchia. 

Además de esta aparición (indeseada) en la escena pública, el jefe policial tuvo una anterior y más grave: era inspector de zona con responsabilidad sobre la comisaría 7° cuando en 2014 el joven Franco Casco fue detenido y torturado en esa dependencia, y luego su cadáver apareció flotando en el Paraná. La Justicia Federal desvinculó en 2019 a Zancocchia de esa causa.

Los allanamientos de ayer se desplegaron en 25 de Mayo al 1500, de Zavalla, domicilio del subjefe de Policía; también en Arijón a 2800, Rodríguez 400, Moreno 2500, Zeballos 2500, Italia 1500, Agrelo 3000, Dorrego al 1000, comercios de Buenos Aires 5400, 27 de Febrero 2400, entre otros, y tres viviendas en Villa Gobernador Gálvez, en una de las cuales fue detenido un hombre.