La Selección Argentina de básquet buscará meterse entre los cuatro mejores de los Juegos Olímpicos cuando se enfrente a Australia por los cuartos de final de Tokio 2020, este martes desde las 9 (TV Pública y TyC Sports). De conseguir el triunfo, el elenco albiceleste se asegurará un partido de disputa directa por la medalla, como en Atenas 2004 (oro), Beijing 2008 (bronce) y Londres 2012 (cuarto puesto), y tras el octavo lugar conseguido en Río de Janeiro 2016 durante el retiro de Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni.

Los dirigidos por Sergio "Oveja" Hernández llegan a la cita con el envión anímico de su clasificación agónica, con triunfo 97-77 sobre Japón y pasajes de muy buen nivel. "Nos debíamos jugar mejor. Eslovenia (100-118) y España (71-81) son dos indiscutidos candidatos a la medalla de oro y nos hicieron jugar en una versión que quedamos bastante dolidos", declaró el DT tras asegurar el pasaje a la segunda ronda.

Ante los locales se vio lo mejor de Facundo Campazzo en lo que va de certamen, con 17 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias, igualando la mejor marca histórica de pases gol para un argentino en una cita olímpica (la otra también le pertenece, durante el triunfazo sobre Brasil en Río 2016). "Sabíamos que íbamos a evolucionar a medida que pasaran los encuentros. Tuvimos destellos de buen juego. Extrañábamos esa dinámica pero antes no éramos los peores y tampoco ahora somos candidatos", manifestó el cordobés (promedios de 16 puntos, 5,7 rebotes y 6 asistencias), quien junto a Luis Scola (19,7 puntos y 5,3 rebotes) lideran la ofensiva del equipo, como es habitual.

De virtudes y defectos

Pero lo cierto es que la mejor versión argentina en lo que va de torneo se dio porque la Selección no fue sólo su dúo dinámico, sino que pusieron la cara muchos jugadores de rol como Nicolás Brussino (8 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias), Marcos Delía (14 y 7) y Gabriel Deck (16, 4 y 3), como antes supo hacerlo Nicolás Laprovíttola (27 puntos ante España; sin unidades ante Japón con 0/8 en triples). De ellos dependerá en buena parte que la Argentina pueda dar la nota ante los australianos, quienes llegan como favoritos.

La otra gran porción de las chances albicelestes estará en la corrección de las debilidades que viene mostrando, en especial la dependencia del tiro de larga distancia. La Selección es el cuarto equipo que más lanza de triples (32,3 por partido) y tiene el peor porcentaje de efectividad de los 12 conjuntos (29,9%). Los intentos se reparten entre Campazzo (8,3 por partido y 36%), Laprovíttola (6,3 y 26%), Scola (5,3 y 43%), Luca Vildoza (4 y 16%) y Deck (3,7 y 18%). Para colmo, Australia le permitió sólo un 27,3% a sus rivales en los partidos previos mientras que tiró para un 37,9%.

Australia, un monstruo de muchas cabezas

Los oceánicos terminaron la primera ronda con puntaje perfecto (84-67 sobre Nigeria, 86-83 ante Italia y 89-76 a Alemania) pero históricamente son un equipo que promete más de lo que da: en 15 presencias olímpicas, no pasó del cuarto puesto (en cuatro ocasiones, la última en Río) mientras que repitió ubicación en el Mundial de China 2019. A pesar de contar con presencia considerable en la NBA durante la última década, siempre le resultó complicado reunir a sus mejores ejemplares. De todos modos, la versión actual de los "Boomers" cuenta con varios representantes de la liga más famosa del mundo.

La gran estrella es el base anotador Patty Mills (San Antonio Spurs), bien conocido en nuestros pagos por ser excompañero y amigo de Ginóbili. El triplero de 32 años (21,7 puntos, 5,7 asistencias y 37,5% de triples en 10,7 intentos) es todo un histórico de su selección: goleador del torneo en Londres 2012 y segundo en Río 2016, fue abanderado junto a la nadadora Cate Campbell en esta edición.

Su ladero es el perimetral Joe Ingles (Utah Jazz), tan lento en su andar como letal en sus tiros, visión de juego y marca (10,3 puntos, 3,7 asistencias y 40% de triples en 6,7 intentos). La tercera pata de la ofensiva es el ala Nick Kay (Shimane Magic, de Japón), el crédito en la pintura (14,3 puntos y 6,3 rebotes) ante la lesión del pivot Aaron Baynes (Toronto Raptors).

También habrá que estar muy atentos a la presencia del especialista defensivo Matisse Thybulle (Philadelphia 76ers). El estadounidense nacionalizado es todo un contrapeso en la ofensiva pero una bestia del otro lado: por caso, lidera el torneo con 3,3 robos por partido.

Nuevos conocidos

El último antecedente entre Argentina y Australia es reciente, con victoria de los oceánicos durante la preparación en Las Vegas por 87-84 con un triple sobre la chicharra de Mills. Claro que de aquella versión de la Selección a la última parece haber un entusiasmante abismo.

En tanto, en lo que va de Juegos, ambos países se chocaron reiteradamente -dando lugar a la escucha de la siempre sorprendente similitud inicial de los himnos de uno y otro- con saldo favorable para los oceánicos hasta el momento: rugby seven (29-19 de Los Pumas), Leones (derrota 5-2), Leonas (derrota 2-0), dobles mixto en tenis (derrota de Podoroska y Zeballos por 6-1 y 7-6).