A raíz de los casos de personas que deciden no vacunarse en el marco de la pandemia, la ciudad de Nueva York va a requerir una prueba de vacunación contra la covid-19 para toda persona que quiera comer en el interior de un restaurante, entrar a una sala de conciertos o usar un gimnasio, entre otras cosas, según anunció este martes el alcalde, Bill de Blasio.

"La gente va a recibir un mensaje muy claro: si quieres participar plenamente en nuestra sociedad, tienes que vacunarte", dijo De Blasio en una conferencia de prensa, en la que subrayó la importancia de que más ciudadanos den este paso dado el avance de la variante Delta del virus.

En medio de un aumento de casos de covid en Estados Unidos, De Blasio detalló que el pase sanitario, llamado "Key to NYC" ("Llave a Nueva York"), será lanzado el 16 de agosto, seguido por un período de transición de un mes. 

Nueva York es la primera ciudad de Estados Unidos que anuncia este tipo de requisitos, con los que busca dar un nuevo impulso a la campaña de inmunización, que se ralentizó en los últimos meses por las reticencias de muchos ciudadanos a vacunarse.

El movimiento llega después de que en los últimos días algunas importantes cadenas de restaurantes o gimnasios, así como los teatros de Broadway, anunciaran que iban a comenzar a requerir a sus clientes pruebas de vacunación. De Blasio destacó ese "liderazgo" demostrado por el sector privado y defendió que es necesario respaldarlo con "mandatos claros". 

La nueva política "requerirá vacunación para los trabajadores y los clientes de la hostelería, el ejercicio o el entretenimiento en interiores", explicó el alcalde, que insistió en que no se permitirá ingresar en ningún negocio de este tipo a nadie que no se haya puesto al menos una dosis.

En la hostelería, los no vacunados podrán ser atendidos en las terrazas, con las que cuentan la mayoría de establecimientos desde el estallido de la pandemia.

"Si no estás vacunado, desafortunadamente no vas a poder participar en muchas cosas", remarcó el alcalde, al afirmar que el objetivo de la nueva medida es "convencer a todo el mundo de que este es el momento de detener la variante Delta y que eso significa vacunarse ahora".

El ayuntamiento neoyorquino ya había anunciado en los últimos días que iba a exigir a los empleados municipales vacunarse o someterse a pruebas semanales, al tiempo que dio a conocer un incentivo de 100 dólares para cualquier ciudadano que acuda a ponerse la primera dosis a un centro público. 

En Nueva York, una ciudad de más de ocho millones de personas, 71,8 por ciento de los adultos han recibido al menos una dosis de vacuna, según cifras oficiales.