Una niña de 13 años se encuentra entubada en el Hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, tras haber sufrido una eclampsia con convulsiones que generaron la pérdida del embarazo que ya llevaba unas 38 semanas.

Aunque no se pudieron conocer con certeza las razones por las cuales no accedió a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que por ley se puede realizar con el consentimiento de la niña si es menor de edad, el presidente de la comunidad, Enrique Basualdo, afirmó que estaba en pareja con un chico de 16 años.

Según lo confirmó a Salta/12 el gerente del Hospital, Santiago Payo, la niña llegó el viernes al Hospital con episodios de convulsión a raíz de la eclampsia. Ingresó directamente al quirófano en donde sufrió un paro cardíaco y lograron revivirla, pero perdió el embarazo. Por ahora la nena se encuentra en Terapia Intensiva, entubada y en coma farmacológico.

“Estuvo convulsionando más de media hora”, relató Payo al indicar que “aparentemente no habría tenido controles” por el embarazo, y por eso tampoco habría sido tratada con antelación. Otras fuentes hospitalarias, sin embargo, sostuvieron que la niña contaba con el carné de control prenatal y venía siendo controlada mes a mes. “Pasa que al ser tan chiquita, su cuerpo no está preparado y corre demasiados riesgos en su salud”, indicaron.

En principio, entendieron que se le informó sobre la posibilidad de realizarse una IVE pero la niña no quiso acceder, dado que estaba en pareja y este era su primer embarazo. Sin embargo, se pudo conocer que existe una resistencia importante a la posibilidad de la interrupción legal o voluntaria del embarazo por parte de la comunidad.

Basualdo, por su parte, remitió a una versión que circula en la comunidad y que habla de que la niña tuvo una caída y golpeo su panza contra el piso. Esto, a su entender, fue lo que provocó la pérdida del bebé.

“Son los únicos tan chiquitos en pareja”, aclaró por otra parte quien es presidente de la comunidad wichí de Pacará al referirse a la corta edad del adolescente y la nena que decidieron iniciar su convivencia como pareja. La comunidad está conformada por entre 50 y 60 familias.

Basualdo añadió que la falta de una ambulancia en la comunidad, que queda a más de 35 kilómetros de Tartagal por la ruta nacional 86, se constituye en un problema grave en caso de emergencias. A ello sumó que el camino interno que va desde la ruta a la comunidad se extiende por 8 kilómetros y se encuentra en condiciones que lo hacen prácticamente intransitable. “También nos quedamos sin radio para llamar cuando no está el enfermero”, sostuvo al indicar que el aparato (en esa zona no hay otra forma de conectividad) queda bajo llave en caso de que el agente de salud esté ausente.