El primer ministro británico, Boris Johnson, expresó su deseo de que Afganistán no se convierta en "un caldo de cultivo" para los terroristas. Johnson destacó la importancia de que los países "afines" reconozcan a un posible nuevo gobierno en Kabul con un amplio acuerdo, luego de que los talibanes ingresaran al palacio presidencial en Kabul tras la salida del país del presidente Ashraf Ghani.

Johnson dijo que no existe una "solución militar" al conflicto en Afganistán, después de una reunión de emergencia del comité de seguridad del gabinete el sábado. El primer ministro dijo que las tropas británicas que habían muerto en el país desde que fueron enviadas allí en 2001 no lo habían hecho "en vano" a la luz del avance de los talibanes y agregó que Reino Unido no debería "dar la espalda a Afganistán"

Al describir la situación como "muy difícil", Johnson expresó: "Creo que tenemos que ser realistas sobre el poder del Reino Unido o cualquier otro poder para imponer una solución militar en Afganistán". El primer ministro aseguró que ciertamente lo que su gobierno puede hacer es "trabajar con todos nuestros socios en el mundo que comparten el interés en evitar que Afganistán se convierta una vez más en un caldo de cultivo para el terror".

Pero la secretaria de Relaciones Exteriores en la sombra del Partido Laborista, Lisa Nandy, dijo que se deben considerar "todas las medidas posibles" y convocar reuniones urgentes del Consejo de Seguridad de la ONU y la OTAN. Nandy dijo que existía un "horror que se estaba desarrollando en Afganistán", pero que "no era inevitable y no somos impotentes".

"El gobierno debe examinar todas las medidas posibles para respaldar al ejército afgano, para que tenga los medios y el apoyo para contraatacar", dijo Nandy sin aclarar si esto incluía una intervención militar. "El gobierno debería convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para involucrar a los socios regionales y obtener apoyo para el gobierno afgano. Y Gran Bretaña debe desempeñar su papel en los esfuerzos internacionales para apoyar a los refugiados, incluidas las rutas seguras y legales", agregó la líder del laborismo.

Nancy continuó diciendo: "Tenemos una obligación con el pueblo de Afganistán que ha sufrido tanto, pero el gobierno está enviando todas las señales equivocadas, recortándole ayuda al país mientras enfrenta una crisis humanitaria y arrastrando los pies frente al reasentamiento de afganos que han apoyado la presencia del Reino Unido en el país".

Mientras tanto, el líder liberal demócrata Ed Davey exigió el nuevo llamamiento del Parlamento para discutir el despliegue de fuerzas de paz de la ONU en el país, asegurando: "El gobierno de Reino Unido debe usar su asiento en la mesa del Consejo de Seguridad de la ONU para iniciar consultas sobre el despliegue de fuerzas de paz de la ONU en Afganistán". El personal de mantenimiento de la paz de la ONU opera con el consentimiento de todas las partes en el conflicto, sería imparcial y no usaría la fuerza excepto en defensa propia y cumplimiento de su mandato.

Tras una reunión del comité de contingencias Cobra, Johnson confirmó el sábado que la "gran mayoría" del personal restante de la embajada del Reino Unido en Kabul regresaría en los próximos días. Y dijo que el gobierno estaba intensificando los esfuerzos para reubicar a los afganos que habían ayudado a las fuerzas británicas durante su estadía en el país y que ahora enfrentan represalias. Se espera que un equipo de funcionarios del ministerio del Interior se una a las 600 tropas británicas que viajan al país para ayudar en la evacuación de los ciudadanos británicos restantes.

La retirada

Los conservadores han dado una respuesta dispar a la retirada. El exministro de Defensa Johnny Mercer, quien se desempeñó como soldado en el país, dijo que fue "profundamente humillante" ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. "[El presidente estadounidense Joe] Biden ha cometido un gran error aquí, pero también nosotros tenemos un papel. Esta idea de que no podemos actuar unilateralmente y apoyar a las fuerzas de seguridad afganas simplemente no es cierta", dijo a la BBC.

Pero el exsecretario de Relaciones Exteriores conservador Lord Hammond dijo que si bien la retirada de las fuerzas estadounidenses había sido un "grave error de cálculo" por parte del gobierno estadounidense, el Reino Unido no podía hacer mucho. "No es culpa del gobierno británico, realmente no tuvieron más remedio que retirar las tropas británicas una vez que Estados Unidos decidió retirar las tropas estadounidenses", dijo a Times Radio.

Casi veinte años

A pesar de pasar casi 20 años en Afganistán, la coalición internacional no ha logrado derrotar a los talibanes, que se defendieron como fuerza insurgente después de haber sido rápidamente expulsados del gobierno durante la invasión inicial. El control del país ha resultado difícil de alcanzar para el actual gobierno afgano y las fuerzas internacionales, y los talibanes controlan tanto territorio en agosto de 2019 como en 2001.

El grupo militante islamista ha logrado ocupar prácticamente todo el territorio de Afganistán luego de que Estados Unidos anunciara que retiraría las últimas tropas hacia septiembre. La mayor parte de las fuerzas de combate internacionales se retiraron entre 2011 y 2016, y la mayoría desapareció en 2014. Se espera que una fuerza de 650 soldados estadounidenses permanezca en Afganistán para tareas de protección diplomática, frente a 4.000 el año pasado y 2.500 a principios de este año.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.