Apareció en la entrega de los Oscar 2015 acompañando a quien entonces era su pareja, Nicolás Giacobone, y él ganó el señorito dorado como mejor guionista. En ese entonces, se abrió un mundo para ella: quería ser actriz famosa pero de repente era la compañera de un hombre exitoso y lo que se veía de ella eran los looks de alfombra roja y las andanzas por la noche hollywoodense. Mariana Genesio Peña iba a las fiestas correctas y salía en los medios, pero no por sus propios méritos sino por el morbo de seguirle los pasos a una chica trans criada en Córdoba pero viviendo en un cuento de hadas.

Salió en todos los medios hegemónicos: porque Mick Jagger la intentó besar o Madonna la invitó a una fiesta pero sobre todo con esa fascinación de cierto periodismo de indagar en la biografía cuando lo que quieren es entender la sexualidad, los roles, los manejos internos. Mariana sorteó a toda esa prensa chismosa con muchísima altura y poco a poco, y después de vivir años en Nueva York con el guionista, decidió formarse y tomarse en serio su carrera como actriz. Primero vino el entrenamiento, papeles chicos en teatro, un unipersonal, un bolo en la tele y una publicidad, "Juana", donde le ponía el cuerpo a la angustia de buscar trabajo siendo una chica trans.

"Para una chica trans es importante estar en un programa tan visible como el de Tinelli. La tele no tiene el alcance que tenía hace unos años porque ahora la gente consume otras cosas en otras plataformas pero no deja de ser una gran vidriera y creo que este año es bastante oportuno que yo haya estado, entre comillas, en representación de la comunidad travesti trans. Nos dieron el espacio para poder hablar de las leyes que se aprobaron, como la ley de cupo laboral. En un momento llevé a dos muy amigas al show: Payuca Del Pueblo y Romina Escobar, dos actrices trans que no solo se mostraron sino que pudieron hablar y levantar la voz por nuestra causa. Así que agradezco mucho ese espacio" dice a Soy.

El programa de Tinelli


¿Dudaste o quisiste formar parte desde el primer momento?

--La propuesta para estar en Showmatch me llegó a fines de 2019 cuando había terminado con Pequeña Victoria. Tuve propuestas para ir a trabajar a España y a Chile durante el 2020 pero como se estaba avecinando la pandemia esos viajes empezaron a posponerse. Y la idea de estar en Showmatch en 2020 me empezó a resonar. Siempre tuve dudas. Cuando yo era más chica y el programa se hizo popular el formato del Bailando me seducía mucho y de hecho era uno de los pocos lugares a los que podía aspirar entrar para estar en el medio. Cuando yo empecé mi carrera de actriz o empecé a estudiar teatro no había muchas opciones en las ficciones y el programa de Tinelli sí tenía un espacio; primero lo ocupó Flor de la V, después Lizy, al comienzo incluso Cris Miró… entonces era uno de los pocos escenarios en los que yo me proyectaba. Por suerte nuestro país fue avanzando bastante y evolucionando en cuanto a la mirada de las personas trans y la ficción se fue abriendo a eso y yo encaminé mi carrera por el lado de la actuación entonces el deseo de estar ahí se me corrió un poco. Pero siempre le tuve ganas: me daba un poco de pudor la parte de los escándalos o las peleas porque la verdad es que no me salen, pero me pareció oportuno aceptar también por todas la comunidad lgtb+.

Showmatch es el tipo de programa que antes estigmatizaba a las personas gays o incluso a artistas trans muy famosas, ¿cómo fue tu experiencia?

--Se refieren a nosotras con mucho cuidado, a veces demasiado (risas), con miedo a meter la pata. Pero es entendible y a veces es un gesto cariñoso. A algunos les cuesta mas pero en general hay mucho respeto, la manera de hacer humor cambió completamente. Hace quince años atrás se hacían bromas muy discriminatorias y eso ya no está sucediendo. Las personas que están haciendo humor ahora en este tipo de programas entendieron la inclusión y nos demuestran admiración y respeto.

Sin embargo, sigue habiendo muy pocas trans en el medio...

--El camino sigue, hay mucho por avanzar y por hacer. El ejemplo más claro es ese, que hay muy pocas personas trans en el medio artístico o que tienen que hacer "de personas trans". Por lo menos Buenos Aires es bastante evolucionado porque hay mucha gente trans y lgtb trabajando, en puestos importantes, pero hay mucho por conquistar. También en los medios de comunicación, o en las ficciones, falta porque a mí me parece que hay que dejar de contar al personaje trans como eso, hay que naturalizar que hay personas trans y que obviamente va a haber personas trans en la tele o en los medios. Una persona trans puede contar cualquier historia.

La familia diversa

A fines del año pasado empezó con la filmación de "Pequeñas Victorias", un spin-off de la tira "Pequeña Victoria", que salió en Telefé en 2019 y que fue un exitazo de rating en horario central. Allí, Genesio (Emma) compartía maternidad con Julieta Díaz, Natalie Pérez e Inés Estevez y algo de esa circulación habilitó el debate sobre los diferentes modos de hacer familia. "Pequeña Victoria es el trabajo que más popularidad me dio y yo lo amé, porque Emma es una mujer trans que quiere ser madre, que tiene aspiraciones en cuanto a lo profesional y que se enamora de un hombre que viene de un estrato social conservador, y se corre de todos esos lugares estereotipados de las mujeres trans. Y en la calle siempre sentí mucho afecto por Emma. Antes se codeaban para decir ahí va la trans y después de Emma es ahí va la actriz. Eso me da muchísima felicidad".

Mariana Genesio y el

¿Cómo te sienta ser famosa?

--Lo vivo de una manera muy tranquila, con mucho orgullo pero con mucha humildad también. La popularidad me llegó muy gradualmente: ahora salgo a la calle y la gente me saluda pero no es que no puedo caminar. Sí noto que es algo que va creciendo pero no me deslumbra ni me desvivo por aumentar seguidores. Es hermoso ser reconocida por mi trabajo, haber podido hacer ese arco y que la gente me conozca por mas que ser la mujer trans del ganador del Oscar. Tuve miedo de quedar encasillada ahí pero pude salir y estoy muy feliz con eso. Todo lo que hice lo hice postulándome a castings, primero trabajitos chiquitos, como el caso de "El marginal" que empecé en la segunda temporada haciendo un bolo muy chiquito y al año siguiente me llamaron con un personaje importante, como fue el personaje de Gina. Eso me dio mucha popularidad y experiencia.

¿Cuál es tu relación con las redes sociales?

--Las empecé a usar por masturbacion ególatra (risas) pero reconozco que son una herramienta de trabajo. Uso mucho Instagram, podría prestarle más atencion e incluso ganar más dinero pero me cuesta a veces, prefiero hacerlo actuando. Es una gran herramienta, el lugar donde las marcas ponen el ojo y se mueven muchas influencias y de repente sin quererlo yo misma me convertí en una influencer. Durante la pandemia gané mas dinero por Instagram que por mi trabajo como actriz así que lo cuido y lo respeto, pero tampoco me gusta esa cosa de tener que mostrarse todo el tiempo espléndida. Muchas veces quiero mostrarme como soy, a veces despeinada, o fea o mal vestida, y cuando leo algún comentario agresivo o de algún hater, me pongo a pensar qué feo sería que alguien que yo quiera o me importa piense lo mismo pero no le doy bola. Lo mas importante para mí es la gente que me rodea y me quiere, que me valora y me cuida: alimento eso. 

Se dijo que ibas a protagonizar la serie sobre la vida de Cris Miró. ¿Es así?

--No sé de dónde salió porque yo no hablé con nadie, no me hicieron ningún ofrecimiento oficial. Lo que sí es que hace un tiempo que se rumorea que se va a hacer la biopic de ella y que se barajan muchos nombres para intrepretarla, entre ellos el mío. Ni bien salió el libro Hembra, de Carlos Sanzol, me lo compré, lo leí, y desee interpretar su vida. Es un sueño que tengo desde que salió ese libro y siempre dije que si alguien filmaba su biopic me gustaría hacerla. A mí me marcó mucho porque fue la primera referente trans que tuve, le tengo gran admiración, me deslumbró y me hizo decir “yo quiero hacer eso”. Cris me animó a transitar mi transición y mi camino como mujer trans con mucha más seguridad sabiendo que había un futuro, porque cuando yo era chica pensar en ser trans era pensar en ser una marginal, en un contexto de clandestinidad y de exclusión. Y ella vino a romper con esa imagen: de repente era la primera vedette del Maipo, la mujer más bella, la más elegante, fina, sensual, inteligente y culta. Era todo un combo que deslumbraba y espero haber llegado a algo parecido en lo personal y, si en algun momento puedo hacer su vida como actriz, sería un sueño cumplido. Pero no hay un ofrecimiento formal. Ojalá me toque a mi y si le toca a otra actriz trans que lo hace mejor que yo, también lo voy a celebrar mucho.

Pequeñas Victorias se estrena el 20 de agosto por Amazon Prime.