Los maestros de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) realizaron una clase pública frente a la sede del gobierno porteño, en Parque Patricios, como parte de la semana de protestas en rechazo a la presencialidad sin distanciamiento. El médico Oscar Trotta, pediatra y miembro del Consejo de Administración del Hospital Garrahan, fue el expositor principal. “En los hospitales de niños de la Ciudad estamos en alerta porque en las últimas semanas hubo un aumento en la demanda de camas de terapia intensiva por otras patologías que no son covid. Tenemos que evitar por todos los medios que la población pediátrica se infecte con coronavirus, porque el sistema se tensionaría fuertemente”, dijo a Página/12.

El reclamo formó parte de las actividades programadas por UTE hasta el viernes para oponerse a la medida del Ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña de eliminar el distanciamiento dentro de las aulas. Los docentes están organizando también semaforazos y abrazos a las escuelas, en las que están creando, junto a las familias de alumnos, comités de autocuidado.

La clase se realizó junto a las rejas que rodean a la sede del gobierno porteño. “En los relevamientos que hicimos nos encontramos con aulas de pocos metros cuadrados, que no respetan la distancia de ni siquiera un metro entre los niños y niñas. También sabemos que la situación de los comedores escolares es muy crítica, no han llegado los bancos, no han llegado todas las cosas que había prometido a los equipos directivos, y en términos de cuidado esto ha complicado muchísimo a nuestras compañeras, porque exige un mayor horario de trabajo sin ningún tipo de reconocimiento”, planteó Angélica Graciano, Secretaria General de UTE.

Desde el martes, cuando los 290 mil estudiantes del nivel primario se incorporaron a la presencialidad completa, la comunidad educativa hizo circular fotos que muestran a los chicos, en clases, sin el distanciamiento de 1,5 metros recomendado para evitar los contagios, una recomendación que fue tomada por el Consejo Federal de Educación, y que el gobierno porteño resolvió pasar por alto

El Ministerio de Educación de la Ciudad sí mantuvo otras medidas, como la ventilación cruzada en las aulas, pero no las equipó con medidores de dióxido de carbono, que ayudarían a controlar que exista una buena circulación del aire. Un dato central que no debe olvidarse es que en la Argentina, los menores aún no están vacunados contra el covid-19.

“Lo que se ve en las fotos nos preocupa. La información que tenemos de Reino Unido, Canadá e Israel es que esa situación generó focos de concentración de la variante Delta en la población pediátrica. Por eso llamamos a la reflexión a las autoridades educativas de los distritos que han decidido avanzar con la presencialidad escolar”, señaló el médico Oscar Trotta.

En el mismo sentido, advirtió que se debe volver a las clases con burbujas reducidas y eximir de dar clases presenciales a los docentes que aún no recibieron la segunda dosis de la vacuna.

Eduardo López, referente gremial de los docentes, responsabilizó al jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por la falta de cuidado en las escuelas. “Su única política pública en 17 meses de pandemia fue el negacionismo sanitario”, sostuvo. “Larreta está poniendo en riesgo la salud y la vida de la comunidad educativa con la mera finalidad de recolectar algún votito más en las próximas elecciones”.