Tras el fallo judicial que allanó el camino para el tratamiento legislativo del convenio entre el Grupo IRSA y el Gobierno de la Ciudad, el oficialismo porteño incluyó en el temario de la sesión de este jueves el proyecto para construir un barrio de torres de lujo en Costanera Sur y buscará la primera aprobación del convenio que requerirá una posterior audiencia pública. En rechazo al proyecto, este miércoles el bloque de legisladores del Frente de Todos (FdT) realizó un abrazo al predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, del que también participaron vecinos del barrio Rodrigo Bueno y representantes de entidades deportivas. Con la consigna "No a las torres, sí al deporte", pidieron que se respete el uso deportivo que los terrenos aún poseen y que el proyecto prevé modificar para habilitar la construcción del megaproyecto inmobiliario. 

Pasadas las 16 del miércoles, mientras el abrazo de la oposición porteña finalizaba en Costanera Sur, en la reunión de labor parlamentaria de la Legislatura, Diego García Vilas, presidente del bloque de Vamos Juntos (VJ), solicitaba que el convenio entre IRSA y el GCBA fuera sacado de secretaría para debatirlo en la sesión que arrancará este jueves a las 11. 

En la sesión del pasado 5 de agosto, el proyecto también había sido incluido en el temario, pero fue guardado por el oficialismo a último momento ante la medida precautelar que entonces estaba vigente. Esa medida suspendía el trámite parlamentario hasta que se presentara en audiencia pública el estudio de impacto ambiental del barrio a construirse frente a la Reserva Ecológica, zona protegida por la Convención Internacional Ramsar de preservación de humedales.

Sin embargo, con el fallo del juez Luis Ammirato, que consideró que esa audiencia puede realizarse tras la primera votación en el marco del mecanismo de doble lectura, las autoridades legislativas informaron que el proyecto Costa Urbana "se pondrá a consideración del cuerpo parlamentario" este jueves. El propio García Vilas confirmó a través de su cuenta de Twitter que el convenio bajará al recinto. 

Para obtener la primera aprobación, el oficialismo requerirá de al menos 31 votos. De aprobarse, el convenio deberá pasar a la siguiente instancia legislativa: la audiencia pública de participación abierta a la ciudadanía, tal como sucedió en el caso de la Ley de Rezonificación del predio de Costa Salguero.

Abrazo contra el negocio inmobiliario

El rechazo al proyecto que planea construir decenas de torres de lujo de hasta 145 metros en el predio de 71 hectáreas, ubicado frente al Barrio Rodrigo Bueno y la Reserva Ecológica, se expresó este miércoles en el abrazo realizado por la oposición porteña a las puertas de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. El acto fue convocado por los legisladores y legisladoras del FdT, y participaron los precandidatos a diputados nacionales por la ciudad Leandro Santoro y Gisela Marziotta.

"Desde el FdT seguimos defendiendo a los vecinos y vecinas ante el atropello del negocio inmobiliario para pocos que lleva adelante el Gobierno porteño", indicó Marziotta a este diario. Por su parte, Santoro sostuvo que "estamos defendiendo un modelo de ciudad verde, sustentable y socialmente inclusiva".

Por su parte, el legislador Matías Barroetaveña advirtió que "es muy grave que en tiempos de cambio climático el jefe de Gobierno siga priorizando la especulación inmobiliaria sobre las necesidades de un hábitat seguro y saludable". Antes, la primera en tomar la palabra había sido la legisladora Lucía Cámpora, quien exigió "que se respete el destino original que era el de una ciudad deportiva que permita un proyecto deportivo con inclusión social. No es menor que a pocos metros esté el Barrio Rodrigo Bueno, que ni siquiera está contemplado en este proyecto".

"No a las torres, sí al deporte"

Además de los referentes del FdT, del abrazo también participaron vecinos del Barrio Rodrigo Bueno y representantes de entidades deportivas que se oponen a la construcción del barrio de lujo y piden que se respete el uso original de los terrenos: el predio aún está catalogado como de uso deportivo. Ese fue el uso que se le asignó en 1964, cuando los terrenos fueron cedidos a Boca Juniors, y ese era el uso que todavía tenía cuando, en 1997, IRSA adquirió las tierras por la módica suma de 50 millones de dólares en una zona en la que hoy el metro cuadrado construido está tasado en más de 6 mil dólares.

De aprobarse el proyecto, la capacidad constructiva que se habilitara para IRSA se acerca a los 900 mil metros cuadrados, una densidad de construcción superior a la de Puerto Madero. Otro dato que demuestra el negocio que representará la construcción para IRSA: al día siguiente del dictamen de comisiones del convenio, las acciones del grupo empresarial de Eduardo Elsztain subieron un 28 por ciento. En contraposición, las entidades deportivas proponen "un proyecto donde el acceso público a la costa, la construcción de infraestructura deportiva sustentable y el respeto por el ambiente sean los principios básicos".