La Bonaerense detuvo al voleo a un joven de 17 años acusándolo de un robo, sin pruebas ni denunciantes, lo golpearon y se le arrodilaron encima para que no pudiera moverse. La madre del adolescente y su hermana, de 12 años, también fueron agredidas por el Comando de Patrulla de Berazategui cuando intentaron interceder. El joven fue demorado en la comisaría 1ª de la localidad del sur del Conurbano; lugar prohibido para el alojamiento de menores de 18 años.

El caso ocurrió el jueves pasado y se hizo público tras la denuncia de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su calidad de  Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. La CPM presentó la denuncia penal en la Fiscalía General de Quilmes y también una presentación administrativa a la Auditoría General de Asuntos Internos para que se investigue a los oficiales por abuso de autoridad.  

El joven, llamado Gabriel, fue perseguido por el Comando de Patrulla de Berazategui el 12 de agosto, cuando volvía de acompañar a su novia. Según informó la agencia Andar, dos oficiales de la Bonaerense lo corrieron hasta la puerta de su casa, donde lo amenazaron e insultaron para vencer su oposición. Los oficiales del comando lo acusaban de un robo, sin pruebas. 

Lo golpearon en la rodilla y en la nunca para derribarlo. Una vez en el piso, un oficial lo mantuvo aprisionado contra el suelo con la rodilla y lo siguieron golpeando. Nélida, la madre del joven, se encontró con esa situación en la entrada de su casa cuando llegó con su hija de 12 años. Los policías le dijeron que se lo llevarían detenido y que estaban esperando que llegue la persona que había denunciado el supuesto robo. 

El denunciante nunca llegó, pero sí lo hicieron otros dos patrullero con más oficiales. Ante el intento de Nélida de liberar a su hijo, una policía la golpeó con la tonfa varias veces, en la boca del estómago y también recibió piñas en el rostro. Cuando la niña de 12 años intentó defender a su madre fue empujada por el personal del comando.

Demorado en un comisaría a pesar de la prohibición

Sin denuncia, Gabriel fue trasladado a la comisaría 1ª de Berazategui; lugar prohibido para el alojamiento de jóvenes menores de 18 años. Ante el reclamo de la madre del joven, en la comisaría le entregaron un acta policial en la que se sostiene que el joven había sido aprehendido por “averiguación de ilícito” y que le habían secuestrado un arma blanca, que nunca apareció. La madre se negó a firmar el acta, tras consultar al Programa de monitoreo territorial de la violencia policial de la CPM.

Pocos minutos después se presentó en la comisaría una representante de la Auditoria General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad. Con la presencia de la funcionaria, y ante la imposibilidad de justificar los motivos de la detención, el joven fue liberado. La lista de los oficiales que participaron de la detención arbitraria fue entregada, según el comisario a cargo de la 1ª de Berazategui, a la funcionaria del Asuntos Internos. 

"Como no pudieron acreditar que realmente existió un robo, ni tampoco que se había encontrado una daga entre sus pertenencias, para cubrir su accionar los policías terminaron imputando a Gabriel por el delito de resistencia a la autoridad", denunció la CPM. 

Tras la liberación del joven, la familia denunció que dos oficiales del Comando de Patrulla volvieron a la casa intentar explicar los motivos del procedimiento policial, pero terminaron intimidando a la familia con nuevas acusaciones sobre supuestos robos del joven.