Miles de personas aguardan afuera del aeropuerto de Kabul para salir del país, la escena se repitió en los últimos cinco días desde que el régimen talibán tomó el poder de la capital y la atención se centra en la terminal aérea. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió que no puede garantizar cuál será el "resultado final" de la evacuación en Kabul. En tanto Amnistía Internacional denunció que los insurgentes cortaron el servicio de telefonía móvil en muchas de las provincias capturadas.

Masacres desde julio

Este viernes Amnistía Internacional (AI) denunció que “combatientes talibanes” ejecutaron una masacre contra nueve hombres de la minoría hazara en la provincia de Ghazni, al centro de Afganistán. La organización se refirió a una investigación que realizaron sobre el terreno, donde contaron con los testimonios de “testigos presenciales que ofrecieron relatos desgarradores de los asesinatos” de nueve hombres entre el cuatro y seis de julio pasado. Los hechos tuvieron lugar en Mundarakht, una localidad del distrito de Malistan.

“Los brutales asesinatos representan probablemente una pequeña fracción del total de víctimas mortales infligidas por los talibanes hasta la fecha, el grupo cortó el servicio de telefonía móvil en muchas de las zonas que capturó recientemente, controlando así las fotografías y videos que se comparten desde estas regiones”, manifestó la organización humanitaria que a su vez llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a que adopte una resolución de emergencia para exigirle al régimen insurgente que respete la legislación internacional sobre derechos humanos.

"Persiste la incertidumbre"

Mientras que unas 10 mil personas intentan abandonar Afganistán desde la toma de Kabul el domingo pasado. Según Emergency, una ONG italiana cuyo centro para víctimas de guerra en la capital afgana continúa recibiendo heridos de bala. "El aeropuerto sigue siendo un caos. Parece que alrededor de 10 mil personas están todavía tratando de tomar cualquier vuelo que les lleve fuera del país", dijo este viernes la ONG en un comunicado donde también informan que la afluencia de heridos al hospital descendió en las últimas horas, aunque llegaron varios heridos por arma de fuego.

Alberto Zanin, coordinador médico del centro explicó que el jueves durante la festividad de la Ashura "un grupo de personas trató de retirar la bandera talibán que había sido izada en varios puntos de la ciudad. La multitud fue dispersada con disparos al aire y nos llegaron varios heridos (...) aunque ninguno parece que recibió los disparos directamente". También llegaron otras cinco personas procedentes del aeropuerto y con heridas de bala. "Por el momento es el único lugar de la ciudad donde la donde la situación sigue siendo tensa. Es difícil entender lo que está pasando, porque la gente que viene de allí sufre un severo estrés postraumático y no cuenta lo que le ha pasado", afirmó.

Según la ONG, que lleva años trabajando en el país, aunque la situación en Kabul se está estabilizando, persiste la incertidumbre y la preocupación entre la población civil. "Hay varias personas en nuestro hospital que nacieron después de la intervención de la OTAN y están experimentando por primera vez un cambio de régimen", explicó Zanin, que agregó que han sido los civiles las mayores víctimas de la violencia de estos últimos días, pues suponen entre el 90 y el 95 por ciento de los hospitalizados.

Negociaciones en pausa

En tanto un oficial afgano cercano a las negociaciones con los talibanes afirmó que los insurgentes no prevén tomar decisiones o realizar ningún tipo de anuncios sobre la composición de su nuevo gobierno hasta después del 31 de agosto cuando Estados Unidos finalice sus evacuaciones. El oficial habló bajo condición de anonimato con la cadena Al Jazeera. Además, informó al medio qatarí que Anas Haqqani, quien lidera las negociaciones, le dijo a las partes del depuesto gobierno que el grupo insurgente tiene un acuerdo con Estados Unidos para “no hacer nada” hasta que pase la fecha de la evacuación final. Haqqani recibió el pasado martes al expresidente de Afganistán, Hamid Karzai, y a Abdullah Abdullah, quien presidió la delegación afgana durante las conversaciones de paz en Qatar.

"Mantengan abiertas sus fronteras"

Por su parte, Naciones Unidas, pidió que los esfuerzos de varios países occidentales para evacuar a ciudadanos afganos no oculten el sufrimiento y las necesidades de las personas que se quedan en Afganistán. "Todos los países, dentro de la región y fuera de ella, deben preservar el derecho de los afganos que llegan a través de vías regulares o de forma espontánea a buscar asilo", añadió la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Según la ACNUR, desde principios de 2021, 550 mil afganos se convirtieron en desplazados tras haber tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia que anticipaba la crisis actual.

"La ACNUR sigue preocupada por el riesgo de que se produzcan violaciones de los derechos humanos de la población civil en este contexto cambiante, incluidas las mujeres y las niñas. A día de hoy, quienes pueden estar en peligro no tienen una salida clara. El ACNUR hace un llamamiento a los países vecinos de Afganistán para que mantengan abiertas sus fronteras ante la evolución de la crisis en este país", afirmó Shabia Mantoo, vocera de la agencia de Naciones Unidas.

Reunión de emergencia

Este viernes los países miembros de la OTAN acordaron mantener su cooperación a través de “medios militares” en el aeropuerto de Kabul durante el tiempo que duren las evacuaciones de sus ciudadanos y afganos en riesgo. “Mientras continúen las operaciones de evacuación, mantendremos nuestra estrecha cooperación operacional a través de medios militares aliados en el aeropuerto internacional Hamid Karzai”, indicaron en una declaración los ministros de Exteriores de la Alianza, tras reunirse de emergencia por videoconferencia.

Alemania confirmó el envió de dos helicópteros H-145 M para realizar evacuaciones dentro de Kabul que llegarán a la capital afgana este viernes o a más tardar mañana para comenzar operaciones “lo antes posible”. La portavoz del ministerio de Defensa, Arne Collatz, confirmó que con los helicópteros pretenden “ampliar las capacidades de actuación” y “sacar a personas lo antes posible de situaciones de peligro”. Además, explicó que el punto de despegue y aterrizaje de las aeronaves serán en la misma capital afgana “para trasladar a personas en situación de peligro de su lugar de estancia en Kabul al aeropuerto".

"Dialogar con los talibanes"

En tanto la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que será necesario entablar conversaciones con los talibanes para normalizar la situación en Afganistán. "Ahora habrá que dialogar con los talibanes (...) e intentar salvar a aquellos cuya vida está amenazada para que puedan abandonar el país", admitió Merkel durante una rueda de prensa conjunta en el Gran Palacio del Kremlin, tras reunirse con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Por su parte, Putin llamó a prevenir el desmoronamiento del Estado afgano tras la toma del poder de los insurgentes talibanes, pero sin intervención exterior. "El movimiento talibán controla al día de hoy prácticamente todo el territorio del país, incluida la capital. Esta es la realidad. Y, precisamente, debemos partir de ella sin permitir, sin lugar a dudas, la desintegración del Estado afgano", afirmó.

Biden, sin promesas

Mientras que Estados Unidos reanudó las operaciones para evacuar a miles de civiles de Kabul luego de varias horas de interrupción debido a la sobre saturación de las bases norteamericanas, especialmente en Qatar, según indicó un alto funcionario del Pentágono. "Los vuelos se reanudaron y los vuelos militares estadounidenses con destino a Catar y otros lugares están despegando, y otros vuelos despegan con destino a Kabul en este momento", declaró a la prensa el general Hank Taylor, del estado mayor de Estados Unidos. Precisó que algunos vuelos serían dirigidos a Alemania, donde Washington dispone de varias bases militares.

Previo al anuncio de Taylor, el presidente estadounidense, Joe Biden, habló en un rueda de prensa en la que afirmó que no puede garantizar el resultado final de la operación de evacuación de Kabul, que considera es una  de las "más difíciles de la historia".

"No puedo prometer cuál será el resultado final o que será sin riesgo de pérdida", admitió el mandatario, que durante el anuncio estuvo acompañado por su vicepresidenta, Kamala Harris, el secretario de Estado, Antony Blinken, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y su principal asesor de seguridad, Jake Sullivan.