La senadora nacional Nora Giménez dialogó con Salta/12 sobre su labor legislativa, los proyectos de su autoría para el reconocimiento de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras rurales y el pedido de prórroga de la Ley 26.160, que impide los desalojos de pueblos originarios y habilita la continuidad del relevamiento territorial de la propiedad comunitaria indígena.

La ex delegada del RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios), celebró que el presidente Alberto Fernández haya tomado una de sus iniciativas para transformarla, a través de un DNU, en una realidad: compatibilizar el trabajo temporario que tienen quienes se dedican a la cosecha, con programas como la Asignación Universal, la Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo, y de esa manera fomentar el empleo registrado y que, a la vez, los trabajadores tengan asegurada la continuidad sin interrupciones de la cobertura de prestaciones de la seguridad social.

Giménez también hizo un balance de lo ocurrido a nivel provincial en las últimas elecciones y el magro resultado que obtuvo el Frente de Todos, así como el desafió sobre lo que vendrá de cara a las elecciones nacionales, el agitado cierre de listas y la alianza con el gobierno de Gustavo Sáenz.

-¿Cómo recibió la noticia del DNU nacional que implementa un Plan de Promoción del empleo registrado para 250.000 trabajadores rurales temporarios y que va de la mano con el proyecto de ley que usted impulsaba?

­-Yo considero que el Presidente nos escuchó, por eso estoy muy contenta, porque es una ampliación de derechos para todos los trabajadores rurales. Escuchó a los trabajadores, pero también a los empleadores, a los productores y a los legisladores, como en mi caso, como autora de este proyecto que es del mismo tenor que el que salió en el decreto.

Esto genera que el trabajador cobre lo que tiene que cobrar sin abusos, registrado, que le paguen su salario, el aporte de obras sociales, la ART, los aportes jubilatorios y que podamos comenzar este camino para que los planes sociales ayuden a estos sectores vulnerables que no pueden contar con un trabajo estable, y comenzar a incluirlos con el trabajo registrado en el mundo del trabajo y la producción sin que tengan miedo a perder esos beneficios del Estado.

Hay que aclarar que no genera ninguna erogación más para el Estado, sino que al contrario, mejora la recaudación, pero tampoco es un sobrecosto para los productores, porque les asegura que van a poder cubrir su cosecha sin miedo a no conseguir mano de obra disponible. Este Plan se aplica para todas las producciones de las economías regionales, en nuestro caso, tabaco, arándanos, hortalizas, frutas tropicales, caña de azúcar, pimiento, cebollas, cítricos.

Antes, si se registraba el trabajador, perdía esa ayuda social, porque se le daba de baja. Ahora se acabó el miedo a perder ese beneficio de Asignación Universal o la Tarjeta, y al estar registrado, recibe todos los aportes que da el mundo del trabajo, y obliga al patrón a pagar como corresponde.

-Usted también tiene un proyecto para que el Intercosecha, que se paga durante las épocas en que no hay trabajo, sea ley.

-Sí, porque ese subsidio, que es para los trabajadores, que se paga entre cosecha y cosecha, cuando estuvo Macri no se pagó. Ahora con el gobierno de Alberto se está pagando nuevamente, entonces lo que yo quiero es que tenga fuerza de ley para no depender del gobierno de turno.

Pero además, el último pago fue de $5.000, y yo estoy pidiendo que al menos alcance al 80% de un salario mínimo vital y móvil. Ese proyecto está actualmente en la comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado.

-¿Y en qué instancia está el pedido para prorrogar la ley que suspende los desalojos de comunidades indígenas?

-Ese proyecto ya está presentado y significa prorrogar la Ley 26.160 que suspende los desalojos y que vence en noviembre de este año. Pero además pedí que se completen los relevamientos de tierras comunitarias de pueblos originarios, que en Salta está bastante avanzado pero que aún resta aproximadamente un 40%. Hasta ahora son 1.700 las comunidades a relevar, de las cuales 900 ya se realizaron.

-¿Cómo evalúa la performance del Frente de Todos en las últimas elecciones provinciales?

-La verdad que los resultados fueron pobres, y considero que fue porque el Frente fue dividido en al menos tres listas. Acá hay una enorme responsabilidad política porque no se atendió a esta gran consigna nacional que es la unidad en torno al proyecto nacional y popular. Se desconoció esa convocatoria, no se le asignó el valor que en esta situación, y particularmente en el marco de la pandemia, el pueblo le asignó.

En definitiva, a la gente no le interesa ver el espectáculo de las peleas internas entre los partidos, sino que esperan vernos unidos y gestionando. Y esto es una responsabilidad de la dirigencia política sin dudas, de todos los que dirigimos el Frente. Hay que tener la humildad y la sabiduría de reconocer errores, escuchar a todos y reconstruir ese espacio que nos contenga y represente a todos los sectores, movimientos y organizaciones que apoyamos el proyecto nacional.

-Y con respecto a todo lo que sucedió en el cierre de listas de cara a las nacionales ¿Cómo evalúa la alianza con el gobierno provincial?

-Creo que es una muestra de responsabilidad política. Porque tenemos que recuperar la unidad del Frente, el objetivo es lograr una representación de mayorías en la Cámara de Diputados y en ese sentido, hay un acercamiento del gobernador con el gobierno nacional. Y ese fue el pedido a nivel nacional, dejar de lado las diferencias locales para poder pensar en la unidad nacional.

-¿Qué le pareció el discurso del gobernador el último domingo tras su victoria en las urnas? De alguna manera rememora el discurso de José Manuel de la Sota y su “cordobesismo”, separándose tanto del gobierno nacional y el Frente de Todos, como de la oposición encarnada en Juntos por el Cambio.

-Sí, su discurso apunta claramente a generar un nuevo movimiento provincial, con la consigna del poncho rojo por encima de todo. Busca crear un nuevo movimiento político local, como el Movimiento Popular Neuquino o el Frente Cívico de Santiago del Estero o el que crearon en Misiones, en donde se reedita una mezcla de conservadurismo popular