La respuesta del nuevo régimen talibán al caos desatado en los aeropuertos con afganos queriendo salir del país fue prohibir a los ciudadanos que se acerquen a esas estaciones aéreas. La medida es también una respuesta a la intención de Estados Unidos y países aliados de retirar del país a personas que no sean parte de su propio personal diplomático, un tema que el G7 pondrá sobre la mesa.

"No está permitido a ningún afgano ir hasta el aeropuerto" y por lo tanto "la multitud en el aeropuerto debe volver a sus casas", sentenció Zabihullah Mujahid, el principal portavoz insurgente. Durante una conferencia en Kabul, el vocero aseguró que el nuevo gobierno “garantizará” la seguridad de la población y aclaró que la prohibición no regirá para personas de otros países.

“Solo los extranjeros”, agregó frente a las multitudinarias movilizaciones de familias afganas que intentan salir del país tras la toma del poder por parte de los talibanes y del retiro forzado de las tropas norteamericanas y aliadas que mantuvieron una ocupación de 20 años.

El régimen talibán pone más límites a EEUU

Las escenas en los aeropuertos son de desesperación. La televisión internacional muestra a personas que colman los estacionamientos, el hall y las pistas de arribo y despegue. El objetivo es huir del país y del nuevo régimen que se presume tan duro como el que gobernó a ese país antes de la ocupación estadounidense.

Son pocos los afganos que hasta ahora lograron subir a un avión y el régimen dio un plazo para el control absoluto de los aeropuertos: habrá tiempo de viajar hasta el 1 de septiembre, pero solo podrán hacerlo los residentes de otras naciones. Los talibanes se oponen a que Estados Unidos modifique ese calendario.

"Si Estados Unidos o Reino Unido buscan más tiempo para continuar las evacuaciones, la respuesta es no (...) Habría consecuencias", advirtió el portavoz talibán Suhail Shaheen, para quien la presencia más allá del plazo acordado sería "extender la ocupación".

El G7 pide que haya más evacuaciones

El problema sobre la extensión de la fecha límite para las evacuaciones es un tema que centra parte del debate de este martes en una reunión virtual del G7 sobre la crisis en Afganistán.

En ese contexto, el director de la CIA, William J. Burns, mantuvo este lunes una reunión secreta en Kabul con el líder de facto de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, para discutir la delicada situación en la capital afgana, informa este martes el diario The Washington Post.

En la reunión del G7, el Reino Unido, que preside actualmente el grupo, y otros aliados insistirán al gobierno de Joe Biden en la necesidad de una prórroga. Antes de la cumbre, el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, consideró "poco probable" que Washington acepte. Pero "vale seguramente la pena intentarlo y vamos a hacerlo", agregó a la cadena Sky News.

En palabras del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, el plazo del 31 de agosto "no bastará" para evacuar "a todos los que se quiere hacer salir". Francia, por su parte, anunció que si Estados Unidos retira todas sus tropas en el plazo previsto, los soldados franceses tendrán que poner fin a las evacuaciones el jueves, según un alto funcionario de la cancillería.

Otro vuelo estadounidense salió de Kabul

En este contexto, un centenar de aviones estadounidenses y de otros países de la coalición internacional que combatió en la guerra de Afganistán sacaron de Kabul a unas 21.600 personas el lunes último.

Lo que la Casa Blanca no especificó es cuántos de ellos son estadounidenses y cuántos son afganos. Lo que sí, la cifra de personas sacadas del país por aviones estadounidenses es la más alta hasta la fecha para un solo día en el caso de las evacuaciones que Washington lleva a cabo.

La aceleración en el ritmo de las evacuaciones estadounidenses se produce después de varios días en los que los vuelos salían de Kabul a un ritmo más lento, y el Pentágono no conseguía alcanzar su meta de evacuar a entre 5 mil y 9mil personas al día.