Japón descartará más de un millón y medio de dosis de la vacuna Moderna, luego de verificar que varios lotes estaban contaminados con otra sustancia. Según informaron este jueves la farmacéutica Takeda y el Ministerio de Salud nipón se trata puntualmente de 1,63 millones de vacunas.

Takeda, a cargo de la venta y distribución de la vacuna de Moderna en Japón, dijo que "recibió informes de varios centros de vacunación de que sustancias ajenas fueron halladas dentro de viales cerrados en lotes específicos".

"Tras consultas con el Ministerio de Salud, hemos decidido suspender el uso de la vacuna de esos lotes a partir del 26 de agosto", agregó.

La firma señaló que informó a Moderna y que solicitó "una investigación urgente". Takeda no precisó la naturaleza de la contaminación, pero indicó que no recibió informes de problemas de salud causados por las dosis afectadas.

El Ministerio de Salud señaló que trabajará con Takeda para obtener dosis adicionales que eviten retrasos en el programa de vacunación en Japón, que se aceleró después de un inicio lento.

Cerca de 43 por ciento de la población japonesa está plenamente vacunada, pero el país enfrenta un fuerte brote de contagios provocado por la contagiosa variante Delta, y varias ciudades están bajo restricciones sanitarias.

La respuesta del laboratorio español que produce la vacuna Moderna

Según aclararon desde el Ministerio de Sanidad español, los únicos lotes de vacunas de Moderna fabricados en España afectados por impurezas son los tres detectados en Japón, ninguno de los cuales fue distribuido en ningún otro país.

Explicaron que tanto las autoridades japonesas como las españolas evaluarán ahora el riesgo de la presencia de esas impurezas y en función de estos análisis se tomarán las medidas necesarias.

La farmacéutica Rovi, responsable de la producción de una gran parte de las vacunas de Moderna en el mercado internacional, investiga las causas de estos problemas de calidad para conocer el origen, solucionarlo y evitar que se repita, bajo la supervisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Según estas fuentes del ministerio, Moderna informó que había recibido reclamos del mercado japonés sobre la presencia de impurezas (partículas) en uno de los lotes comercializados allí y que se iba a comunicar a las autoridades de aquel país.