En un intento por poner en valor el hacer artístico de ¡cantidad! de compositoras de música clásica, una profesora de música se decidió por una aproximación cartográfica al asunto, creando un mapa interactivo que reúne a más de 500 artistas de distintas latitudes y épocas, desde el siglo IX hasta nuestros días. “No se les ha dado el lugar que merecen en la historia. Solo unas pocas figuran en libros musicales, sus obras rara vez se interpretan en conciertos, su música apenas si se graba”, señala Sakira Ventura, de 28 años, que vive en Valencia, España, y lleva ya un año dedicando sus ratos libres a enriquecer la encantadora, reivindicativa herramienta virtual. A pesar de tener ya unos cuantos meses de andadura, vale decir que solo recientemente ha cobrado impulso viral tras ser notada por la prensa británica, lo que le ha reportado renovada tracción a la iniciativa. Iniciativa antológica donde, además de permitir pispiar nombres y retratos de las compositoras según sus correspondientes países de origen, puede leerse una pequeña biografía de cada una de ellas; también escuchar las 50 horas de música que ha programado Ventura en una playlist temática, vía Spotify.

Sakira Ventura

El mapa, que puede visitarse en SvMusicology.com, resulta un notable catálogo poblado de autoras “a las que no se les ha dado suficiente relevancia por el mero hecho de ser mujeres, aún alcanzando la misma calidad compositiva que sus coetáneos”, en palabras de Sakira, que reconoce con sinceridad cómo, previo a lanzarse a esta faena, “a lo sumo podía mencionar a unas cinco, seis de ellas”. Ahora, tras incontables horas de laburo, puede mentar no menos de 530, y ya está en la labor de subir otro tanto, para que en lo sucesivo acompañen a nombres, ya presentes, como el de Kassia, abadesa bizantina de siglo IX, con más de 50 obras litúrgicas; el de Clara Wieck, mucho más que la esposa de Schumann; el de Francesca Caccini, italiana del barroco temprano, tenida por primera mujer en componer una ópera…

Consultada acerca de músicas de sus huestes, la Comunidad de Valencia, la incansable investigadora -que sigue documentándose “en bibliografía publicada sobre musicología feminista”- recomienda con entusiasmo las obras de Dolores Sendra, Sara Galiana, Ángela Gómez y Raquel Sánchez. Y señala que, si su lista reporta más nombres del siglo XX que de otros períodos, es por obvias razones: “Es cuando las mujeres hemos comenzado a tener menos trabas para poder dedicarnos profesionalmente a esta forma de arte. A lo largo de la historia, hemos sufrido un sinfín de dificultades que nos han impedido formarnos en igualdad de condiciones que los varones. Pero desde el siglo pasado finalmente pudimos acceder a conservatorios, a orquestas, etcétera, sin que se viera con tan malos ojos que una mujer se consagrara a la composición musical”.