"Fue una humorada intrascendente", "estuvo mal, no cuidó las formas", "fue una frase sacada de contexto, pero es la verdad", "hace pensar que en los demás partidos son todos unos frígidos de miércoles, y no es así", "estamos todos susceptibles y muy atentos al calendario electoral". Las reacciones de los jóvenes, activistas de distintas tendencias políticas consultados por Página/12, se refieren a la ya famosa frase de la precandidata del Frente de Todos Victoria Tolosa Paz en una entrevista virtual: "En el peronismo siempre se garchó --sostuvo entre risas--, perdón, pero es así".

Venía a cuento de una conversación sobre la inmunidad conseguida por la vacunación y las ganas de los jóvenes "de dejar los aforos, de salir y bailar". Fue en YouTube en un programa conducido por Pedro Rosemblat y Martín Rechimuzzi. La avalancha de comentarios a favor y en contra no tardó en exhibirse mediáticamente. Algo "realmente innecesario" según coinciden los jóvenes consultados, quienes también acuerdan en el supuesto de que "si lo hubiera dicho un hombre el revuelo no sería para tanto".

"Esto evidencia lo pacata que es nuestra sociedad", define Luli Viera, activista LGBT, sobre la polémica. "Se toman sus dichos de manera muy susceptible como pasa con otros términos que se usan en la sociedad. Tenemos que dejar de ponerle connotación negativa a las palabras 'coger' o 'garchar', y naturalizarlas. Cuando hablamos de pija, pene o vulva, hay un tabú alrededor de las palabras, y eso habla no solo de una sociedad pacata, también de una educación sumamente patriarcal", puntualiza.

Sobre el contexto, Agostina Vietri, estudiante de último año en un colegio privado, y militante kirchnerista, defiende a la candidata: "Fue en un programa descontracturado, no era algo oficial. Apuntaba a los jóvenes y estaba entre compañeros. Hubo mucho escándalo y no fue para tanto. Es una realidad, la militancia te acerca y probablemente pasa en todos los partidos, solo que no les da para decirlo --se anima--. Nosotros no tenemos doble moral, al que le gusta que le guste y el que se quiera escandalizar, es su problema”".

La escena original remató con los humoristas haciendo análisis de medios: "En el peronismo se garcha, mañana es tapa de Clarín!", arremetió Rosemblat, mirando a cámara luego de "la frase". "¡Tenemos campaña, somos país!" arengó Rechimuzzi. "Es que nosotros vinimos para hacer fuerte la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria", fundamentó entonces Tolosa Paz. Era sábado a la noche y en esa entrevista la candidata cometía la osadía de hacer entrar a la arena política, la pulsión sexual, el deseo. Más por la polémica que desató que por el propio acto enunciativo.

La frase

"Me pareció graciosa pero no creo que tenga que tener más repercusión de la que tuvo" aporta Germán Castelli, dirigente kirchnerista de La Efervescente. "Después salieron chistes con los radicales, los troskos, los macristas, el peronismo, decían en qué espacio se garcha más o menos, me hicieron reír pero son tonterías". Para Germán lo importante es el efecto mediático. "Los medios del poder real quieren seguir formando a un ejercito de indignados, anulando el pensamiento crítico de las personas" afirma.

"Admito mi ignorancia en el tema de los medios, y limito mi exposición a ellos", explica Juan Quirós, estudiante de abogacía afiliado al partido Libertario, que quiere fiscalizar por Avanza Libertad. “Pero en lo personal --agrega--, me parece que la frase señala una apreciación que, si bien puede ser realista, a mí me parece incorrecta en una candidata”. “Creo que ella no pensó que, en un país con una grieta tan grande, cualquiera podía atacarla del otro lado de la grieta, por eso que dijo”, aporta Valentino Gómez, estudiante de economía de la Universidad de La Plata. Independiente políticamente, pero atento a lo que dice cada candidato. “Intento saber lo que voto”, explica.

A favor o en contra de la frase, todos coinciden en que la repercusión amplifico la escena. Al mismo tiempo la recortó de su instantaneidad, genuina y singular. Aunque no todos la compartan. “El léxico que usó fue desafortunado”, suma Nicolás Rivas, militante de Juntos. “Hay otras expresiones, y la que usó es chocante, no por ser mojigato, pero se tiene que cuidar. Y además alude a las y los militantes, habla de su intimidad, lo considero un desprecio la militancia, porque la intimidad no es el objetivo de la política en este país” explica.

La polémica

Nicolás es fanático de Boca y estudia derecho en la UBA. Los nuevos dirigentes “tienen que ser superadores de los que ya tuvimos, así se construye una mejor calidad política, pero esta candidata demuestra que le importan otras prioridades”, supone Nicolás. Germán, estudiante de ciencias políticas, minimiza la frase, no su impacto: “Lo que dijo. en verdad, es algo muy menor. Hacer de esto una polémica es banalizar el debate y dejar lo importante en segundo plano”.

La oposición acusa a Tolosa Paz de “subestimar a los jóvenes”. Los jóvenes se defienden: “La polémica surge porque en nuestra sociedad machista reivindicar ciertas prácticas sigue generando ruido, y poco tiene que ver con sus dichos”, detalla Luli, desde la coordinación del secundario Macha Celis, para personas travesti-trans. “Los medios usan la frase para que la gente se quede con eso --describe--, y se bloquea todo el resto de lo que dice”.

“Le estaba hablando a los jóvenes, y somos seres con capacidad de pensar --señala Nicolás--, pero en un tiempo electoral donde hay un público juvenil que no está dispuesto a votar como antaño --se refiere al kircnerismo-- es un tanto imprudente”. Para este militante de Juntos “se puede ser moderno, sin caen en la vulgaridad”. El “decir ‘garchar’ puede llevar a que diferentes personas conciban la expresión de un modo erróneo”, como el no mantener una práctica sexual saludable. Por ejemplo "sin preservativos", detalla.

La militancia

Hay una adrenalina que ronda la militancia política. Tiene que ver con estar cerca y compartir espacios. “Hace un año y medio que milito y la verdad es que sí, la militancia promueve el acercamiento, te encontrás con un monton de compañeros que piensan como vos, hay garche, sí", acuerda Agostina. “Tenemos la libertad de encontrarnos y compartir, el peronismo es eso, es amor, eso nos representa y lo transmitimos ¿cómo no van a ocurrir los acercamientos?” se pregunta.

"El peronismo es como una gran orgía, porque nosotros le hacemos el amor a la política”, se entusiasma Germán. La convicción y “el amor al otro” aporta Agostina, son la fórmula para entender la famosa frase. “Pero con la militancia ocurren muchas más cosas --desafía Nicolás--, porque crea un sentido de pertenencia a ideas, a modos de ver el país, hay un denominador común en cada persona que inicia su camino en la política, que es para que las cosas mejoren, independiente del partido que sea” describe.

La práctica es extensiva y no termina en los difusos límites del peronismo. “Garchar o no, pasa en cualquier ámbito. No es patrimonio de un partido político --disiente Luli--, podríamos hablar de Unión Cívica (Radical) o de la izquierda, donde hablar de coger o de sexo es común. Todos los ámbitos son posibles”. Para Juan “hay una tendencia en el espectro político joven, donde el que está a la izquierda suele ser más liberal en lo social, y el que está a la derecha más conservador. Pero después lo que hace cada uno en su vida privada es de cada uno, mientras respete la ley que haga lo que quiera”.

“Yo creo que en el peronismo siempre hubo goce --amplía Valentino--, pero ‘hay garche’ en todos lados, los jóvenes ahora que empezamos a salir, nos arreglamos”. Con los cuidados necesarios, por la pandemia, agrega. “Por lo menos yo, y dentro de mi grupo” advierte Valentino. Para Nicolás “lo sexual es propio de la condición humana, por una cuestión reproductiva, después pasan otras cosas, y eso se da en cualquier ámbito, fuera de la política, en grupos de amigos, una juntada, si hay consentimiento, no hay problema”. 

El peronismo

Para Germán, la militancia insume el 90 por ciento de su tiempo. “Es lógico que me relacione con mis compañeras, por afinidad, por la música que escuchamos. Termina siendo todo muy endogámico”, se ríe. Pero “hay un nivel de compañerismo enorme” afirma. Luego el joven dirigente kirchnerista ajusta los términos: “Antes el sexo era un tabú, hoy lo más importante es decir ‘te amo’, no garchar. Garchar podés hacerlo con cualquiera, tener una relación profunda es muy distinto”.

Las mujeres consultadas señalan en este caso que “llama la atención porque lo dijo una mujer, una femineidad, si fuera un hombre no habría tanto revuelo, es solo una frase, que ella llevó al ámbito político, pero si lo hubiera dicho en otro entorno sería igual de cuestionada, porque es mujer” reflexiona Luli. Agostina adhiere: “si lo hubiera dicho un hombre, se hubiera descontextualizado igual, pero la crítica se ve reforzada por ser una mujer que dice las cosas por su nombre”. Valentino destaca “si fuera un hombre, todos los comentarios irónicos sobre ‘la señorita’ ¡no existirían!”

“En el peronismo se garcha, por supuesto, y agregaría, mucho más que en los demás espacios. Porque estamos con empatía con el otro --arriesga Germán--. Pero también porque hacemos esto todo el día. Si entrenáramos como deportistas, nos pasaría con las personas que vemos en el club” concluye. “Algunos tomaron el metalenguaje --acierta Juan--, lo implícito de la frase, pero consciente o inconscientemente ella se ahorró hablar del resto del arco político, y eso que se ahorró lo llenó la otra gente con sus propias suposiciones, de las cuales ni yo ni Tolosa Paz nos podemos hacer cargo”.