Nos preguntamos en cuánto difiere la gente que tiene ideas de izquierda del resto de la ciudadanía argentina en sus apreciaciones sobre la pandemia, en sus consideraciones acerca de lo que debería haberse hecho frente a ella y, más coyunturalmente, en sus preferencias electorales a la hora de votar en las elecciones del próximo domingo.

A través de encuestas, existen dos grandes maneras de identificar quiénes son de izquierda: preguntarle a las y los entrevistados cómo se auto-consideran en una escala de izquierda a derecha o analizar cómo responden algunas preguntas que diferencian ideológicamente a la gente. Hemos empleado esta última técnica en una encuesta de 5.990 casos en todo el país, realizada por la red ENCResPA a comienzos de agosto pasado, y usamos la primera pregunta en una sub-muestra posterior, que contestaron 1.700 personas, a mediados del mismo mes.

Para diferenciar a quienes tienen ideas o posiciones claramente de izquierda solo consideramos a los casos que respondieron que estaban "muy de acuerdo" o "de acuerdo" con la frase "Los hijos de los ricos deberían heredar sólo una parte pequeña de la fortuna de sus padres, y el resto del dinero destinarlo a reducir las desigualdades sociales", y que, además, hubieran contestado que estaban "en desacuerdo" o "muy en desacuerdo" con otra frase vinculada con el discurso de la derecha: "La entrega de planes de asistencia fomenta la vagancia". La combinación de ambos requisitos redujo el universo de personas con ideas claramente de izquierda al 12% de los/as entrevistados/as. Asimismo, solicitamos que se auto-ubicaran en una escala del 1 (izquierda) hasta el 10 (derecha), y obtuvimos que en los valores correspondientes a "la izquierda" (1, 2 o 3) se posicionó el 20% de los casos. En general, como no hubo grandes diferencias en los análisis basados en ambas formas de clasificar, comentaremos los resultados que usaron las respuestas frente a las frases (que posee una muestra de mayor tamaño), excepto en la cuestión del voto donde mostraremos ambas técnicas.

Hechas estas aclaraciones metodológicas, veamos qué opina sobre la pandemia esta "gente de izquierda" y cuánto difiere de la de centro o derecha (en este último grupo posicionamos a quienes acuerdan con que los planes fomentan la vagancia o no están de acuerdo con que haya que usar la herencia para reducir las desigualdades, o a quienes se auto-ubicaron en los valores 8, 9 o 10 de la escala). En primer lugar, hay diferencias en cuanto a la respuesta sobre cuál piensan que es el origen del virus: la gente de izquierda señala con más intensidad (25%) causas de tipo ecológico, debido al avance sobre los bosques (en cambio quienes tienen otras ideologías solo lo hacen en un 8%), y sostienen menos la hipótesis conspirativa de que fue creado a propósito (20%, mientras que el 33% del resto indica esta causa); ver detalles en Gráfico 1.

Por otro lado, la gente con ideas de izquierda está mucho más consciente de la gravedad del Covid-19, tal como se observa en el Gráfico 2: dos tercios piensa que es algo muy grave, mientras que solo un 3% que no es tan grave y un 4% que "su gravedad se ha exagerado" y que "es como una gripe más fuerte" (entre quienes tienen otras perspectivas ideológicas estas últimas dos opciones de respuesta totalizan el 18%, destacándose que entre quienes tienen ideas de derecha suman el 25%). 

Previsiblemente, estas diferencias en las consideraciones de la gravedad del Covid-19, se trasladan a las opiniones acerca de qué se debería haber hecho frente a la irrupción de la segunda ola, como se puede ver en el Gráfico 3. Así, el 63% de la gente de izquierda se inclina porque deberían haberse establecido más restricciones a la circulación y las reuniones, y solo un 5% considera que tendrían que haberse dispuesto menos restricciones (un porcentaje que, en cambio, se eleva a un tercio en el resto de la ciudadanía y que, particularmente, constituye la mitad entre quienes tienen ideas de derecha).

Para finalizar, quisiéramos mostrar a quién están pensando votar quienes tienen ideas o se auto-adscriben como "de izquierda". Llama la atención que la enorme mayoría de estas personas vuelcan sus preferencias por el Frente de Todos y, en cambio, solo una pequeña proporción respondió que votaría por el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (integrado principalmente por partidos de orientación trotskista).

Como se ve en el Gráfico 4, las tres cuartas partes de quienes tienen ideas de izquierda votarían al FdT, un 6% al FiT-U, un 2% a otras fuerzas de izquierda, y un 11% en blanco, anularía el voto o no iría a votar (como no estaba la opción de que estaba indeciso, es probable que estas opciones fueran elegidas por gente que todavía no tenía elegido su voto, la pregunta era "si este domingo fueran las elecciones ¿Por qué partido votaría para diputados nacionales?", y no se presentaban las y los candidatos sino solo un listado de fuerzas).

Cuando analizamos la distribución del voto según la auto-adscripción en la izquierda, los guarismos resultan muy similares. Cabe aclarar que la muestra reprodujo con gran exactitud la distribución de los casos en relación al voto realizado en 2019, que era específicamente preguntado (ver detalles en la ficha técnica de la encuesta [http://encrespa.web.unq.edu.ar/2021/08/28/primera-encuesta-ficha-tecnica/]).

¿Cómo explicar esta gran adhesión electoral que consigue el FdT entre la gente con ideas de izquierda o que se auto-ubica en esta posición? Indudablemente, juegan muchos factores que merecen un estudio más detallado. Sin embargo, podemos pensar que es probable que incidan, por un lado, la presencia de varias fuerzas de izquierda o centro-izquierda dentro del Frente de Todos, junto con la propia existencia de tendencias de izquierda dentro del peronismo. Por otro lado, también es posible que las evaluaciones sobre la necesidad de consolidar la posición del gobierno, frente a la amenaza de un retorno de las fuerzas neoliberales, expliquen estos porcentajes tan altos de adhesión electoral que consigue el FdT dentro de la ciudadanía con ideas de izquierda.

Javier Balsa, IESAC-UNQ / CONICET

Esta nota, responsabilidad exclusiva de su autor, fue posible por el uso de los datos de la encuesta realizada por la Red ENCRESPA, en el marco del Proyecto “Identidades, experiencias y discursos sociales en conflicto en torno a la pandemia y la postpandemia”, que forma parte del Programa de Investigación de la Sociedad Argentina Contemporánea (PISAC). Las ciencias sociales y humanas en la crisis COVID-19 (Agencia I+D+i). Más información en http://encrespa.web.unq.edu.ar/