"Si yo les digo que existe una obra llamada 'Concierto Argentino' que compuso un argentino, Alberto Ginastera, y que legalmente no puede ser tocada por ningún argentino, ¿me creerían?". Así inicia el hilo de Twitter con que Juan Roleri, reconocido pianista y divulgador del arte, dio a conocer la particular historia del concierto de Ginastera cuyos derechos son propiedad de una pianista estadounidense: para tocar la obra en solo un concierto y sin siquiera poder grabarla, un argentino debería pagar 180 mil pesos. "Es una obra bien nuestra, con aires nacionales y con muchísima influencia del folklore argentino, ¿cómo es posible que la tenga exclusivamente alguien de Estados Unidos?", dijo a Página 12 Roleri, quien inició una campaña para recuperar la pieza y "que cualquier argentino pueda tocarla, que se pueda programar en el Teatro Colón o en el Centro Cultural Kirchner".

La primera información concreta sobre los derechos de "Concierto argentino para piano y orquesta" le llegó a Roleri cuando entrevistó para Blanco y Negro, su programa de Radio Nacional Clásica, a la pianista Dora de Marinis: "Yo estaba en conocimiento de que Ginastera tenía tres conciertos, dos en catálogo y uno afuera, que es el Concierto Argentino, el que más me gusta. Sus partituras no están en ningún lado, solo se encuentra una hoja de lo que toca el trombón, que es una parte ínfima. Cuando entrevisté a De Marinis, ella explicó la historia de los derechos y de su lucha, porque esta lucha la empezó ella, yo lo que hago es tomar el guante", explicó el pianista, quien además conduce el podcast titulado "Un Clásico"

Juan Roleri, pianista y divulgador de arte (Foto Leandro Teysseire).

La historia reconstruida por De Marinis es así: tras la muerte en 1983 de Ginastera, uno de los más importantes compositores argentinos de música clásica, los derechos de sus obras fueron heredados por su esposa, Aurora Natola, violonchelista con quien De Marinis tocaba habitualmente. Según De Marinis, Natola le ofreció interpretar "Concierto Argentino", obra de juventud de Ginastera que él mismo había sacado de su catálogo, aunque Roleri la considera "una de sus obras más hermosas". 

"De Marinis se propone interpretarla, pero un concierto de ese tamaño no es algo que se prepare así nomás y hay que encontrar una orquesta idónea. Cuando en 2009 está a punto de estrenarlo, Natola fallece y los derechos pasan a la hija de Ginastera, que decide venderlos a una pianista estadounidense: Barbara Nissman", detalló Roleri. El Concierto Argentino, compuesto por Ginastera en 1935 a los 19 años, aparece en el álbum de Nissman de 2011 titulado "Ginastera: Three Piano Concertos". De la interpretación de De Marinis hay grabaciones a las que accedió Roleri, pero que no pueden difundirse por los derechos. 

Al interiorizarse en el tema, Roleri pidió un presupuesto a la empresa británica Boosey, que terceriza los derechos de las partituras de obras musicales: "Para tocarlo una sola vez en la ballena azul del CCK, por ejemplo, sin grabación ni difusión, tendría que pagar 180 mil pesos y me dan un plazo de solo 90 días para hacerlo", fue la respuesta que consiguió. "También le escribí un mail a Nissman preguntándole si podría ceder los derechos si me comprometo a no hacer lucro o, en todo caso, si hay ganancia que sea para una causa filantrópica", señaló Roleri, quien indicó que la primera respuesta que obtuvo fue positiva y podría abrir algún camino de negociación. 

Otra opción, a la que califica como "un sueño", es que la obra directamente sea catalogada como patrimonio cultural argentino. "Me gustaría que empecemos a valorar un poco más el arte argentino y latinoamericano, si siempre miramos a Europa nos lo vamos a perder. No digo que tengamos que sacar del catálogo a los europeos, pero obliguémonos a poner una obra nacional al año en el Teatro Colón o en el CCK", reflexionó el pianista, que además dirige la escuela de música "El Visor Buenos Aires". 

Después del hilo de Twitter en el que difundió la historia, varios colegas del artista se sumaron al reclamo, además de contar sus propias historias con el concierto temprano de Ginastera: "Años hace que quiero tocar esa obra. Es una vergüenza. Si la alquilás con fecha tienen que aprobarlo y te dan la parte con un mes como mucho", publicó, por ejemplo, la pianista Natalia González Figueroa. 

"El Concierto Argentino es una obra bien nuestra, del momento del Siglo XX donde se hacen fuertes los nacionalismos en la música y los ritmos folklóricos son llevados a la música clásica. Tiene tres movimientos con muchísima influencia del folklore argentino: malambos, obras norteñas, cuyanas, carnavalitos. De Marinis cuenta que al tocarlo la gente baila en sus butacas, es música bailable de nuestro mejor compositor. Yo quiero tocarla y que la gente baile", cerró Roleri.