La tensión dentro de la coalición gobernante, que venía creciendo luego de la derrota en las PASO, estalló ayer cuando los ministros del gabinete nacional y otros funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pusieron sus renuncias a disposición del Presidente Alberto Fernández. El primero en hacerlo fue el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Desde el domingo, el kirchnerismo pedía cambios en el gabinete que no fueron escuchados. Al contrario, lunes y martes el Presidente se mostró públicamente con los ministros que estaban siendo cuestionados. Luego de que se conocieran las cartas en las que algunos funcionarios ofrecían sus dimisiones, los ministros “albertistas” se reunieron en Casa Rosada en un encuentro que se extendió durante toda la tarde, y del que participaron el Presidente y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Junto a gobernadores, intendentes y representantes sindicales de la CGT, algunos de los funcionarios salieron a respaldar al mandatario. Para descomprimir la situación, CFK se comunicó telefónicamente con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para decirle que ella no estaba pidiendo su salida del Gobierno y quedaron en reunirse los próximos días. Desde el entorno del mandatario sostuvieron que no habrá ninguna decisión apresurada y que el Jefe de Estado se tomará su tiempo para resolver los pasos a seguir.

El Presidente y la vicepresidenta se habían reunido durante varias horas el martes a la noche en la Quinta de Olivos. El encuentro tenía como tema central el análisis de los resultados de las PASO y lo que sucedió allí se mantuvo bajo un manto de hermetismo, aunque los resultados del encuentro quedaron a la vista con los acontecimientos de ayer. Ante los pedidos de cambios en el gabinete por parte del kirchnerismo, desde Casa Rosada habían dejado trascender que si iba a haber modificaciones, también debía haberlas en los gabinetes de los distritos donde perdió el kirchnerismo y el massismo porque “la derrota es de todo el Frente”. El mismo martes la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, pidió la renuncia de todo su gabinete. En la provincia de Buenos Aires la jugada fue similar. Los ministros presentaron su renuncia al gobernador Kicillof.

Sin embargo, en la primera actividad de ayer, Fernández presentó la Ley de Hidrocarburos junto con Guzmán, quien dio un discurso, mientras Cafiero escuchaba en la primera fila. Terminado el acto, minutos antes de las 14, el ministro del Interior envió su renuncia al Presidente. El documento no tardó en llegar al teléfono de los periodistas y tras la publicación de la noticia se sumaron al ofrecimiento de la renuncia los ministros de Justicia, Martín Soria; de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; de Cultura, Tristán Bauer y de Medio Ambiente, Juan Cabandié. También lo hicieron la titular del PAMI, Luana Volnovich, de Anses, Fernanda Raverta, el titular de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, el titular de Acumar, Martín Sabbatella, la responsable del Inadi, Victoria Donda, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español. De todas ellas solo ingresaron por mesa de entrada dos: la de Cabandié y la de Sabbatella. Es decir, el resto no fueron presentadas formalmente.

Otros ministros, como el de Hábitat, Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis, de Obras Públicas; Elizabeth Gómez Alcorta, de Mujeres, Género y Diversidad; de Seguridad, Sabina Frederic; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, expresaron que, después de los malos resultados de las PASO, habían puesto a disposición del presidente sus renuncias, pero “de palabra”. Desde el entorno de Solá puntualizaron que su renuncia “siempre estuvo a disposición”. “Si Wado eligió la manera escrita hoy, nosotros elegimos presentar la renuncia oralmente el mismo domingo o el lunes. La diferencia es de forma”, dijo Ferraresi.

Durante la tarde la Casa de Gobierno fue un hervidero de funcionarios que entraban y salían de reuniones, al tiempo que los periodistas buscaban registrar los nombres de los personajes que desfilaban entre los pasillos y el Patio de las Palmeras para dar con alguna clave de lo que ocurría. A las 15 horas comenzaron a llegar los ministros más cercanos a Fernández, que no habían presentado ningún tipo de renuncia por escrito. La convocatoria era en el despacho del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Allí estuvieron Katopodis, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, Guzmán, el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el de Trabajo, Claudio Moroni, el canciller Solá, Frederic y también la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Pasadas las 16.30 ingresó el Presidente a Casa Rosada, junto con el secretario general de presidencia, Julio Vitobello y el vocero, Juan Pablo Biondi, y se sumó al cónclave.

Una visita inesperada fue la del exjefe de Gabinete Aníbal Fernández, que llegó a Balcarce 50 minutos antes de las 17 en medio de rumores de reemplazos de funcionarios. Al salir expresó: “Vine a hablar con el Presiente de política, no me ofreció nada. Fue una buena charla, como siempre. Hay que seguir discutiendo de forma inteligente respecto de lo sucedido. No hay ningún quiebre en el gobierno ni una crisis política”. “Si va a tomar la decisión de hacer cambios, yo lo haría antes del 14. Es mi visión”, opinó.

Paralelamente, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, convocó a los integrantes de su espacio político en la sede del Frente Renovador, encuentro que en un momento interrumpió para ir a ver al jefe de bloque de la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner al Congreso Nacional. “El rol que va a tomar es de intermediario entre las partes, conciliar, transmitir paz y tranquilidad para preservar la unidad”, aseguraron desde el entorno de Massa.

 

Mientras se realizaban las distintas reuniones, en las redes aparecían mensajes para respaldar al presidente y al gobierno de gobernadores, embajadores, intendentes y sindicalistas. Hacia la noche se destacaron los mensajes de intendentes de la tercera sección bonarense que, en un intento de bajar el tono de la pelea, aseguraban que poner los cargos del ejecutivo nacional y provincial en manos de Alberto y Axel es fortalecerlos para que tomen las mejores decisiones”. El propio Alberto Fernández se encargó de añadir su like personal a los mensajes de Twitter.