En los primeros minutos de The Case You observamos a cinco jóvenes actrices, de unos veintipocos años, contar a cámara de a una, sentadas en una silla, cómo descubrieron su vocación y de la esperanza (enorme) que se abre con cada convocatoria a un casting. Hasta que una de ellas se desarma y confiesa llorando que en el último tiempo se arrepintió varias veces del camino elegido. En la próxima escena vemos a las chicas –que hasta entonces solo se conocían por las redes sociales- encontrándose cara a cara por primera vez. El encuentro es cálido. Abundan los abrazos fuertes y la emoción. Y es que además de compartir profesión, estas cinco actrices (Isabelle Bertges, Gabriela Burkhardt, Aileen Lakatos, Lisa Marie Stoiber y Milena Straube), así como la propia directora, Alison Kuhn, fueron protagonistas de un trauma compartido hace apenas unos años, en 2015, cuando todas ellas participaron de un casting en Alemania en el que fueron abusadas sexualmente.

Es a partir de esa escena que el relato se vuelve colectivo: juntas, y mediante técnicas que tienen que ver con la improvisación y el psicodrama, estas cinco mujeres reconstruyen en medio de una escenografía despojada –el teatro de la Academia Alemana de Cine Babelsberg Konrad Wolf, donde estudia la directora- los abusos a los que fueron sometidas durante esa prueba. Una pesadilla que no terminó ahí: años después de ese casting, por el que al parecer pasaron más de 400 jóvenes, se enteraron de que las grabaciones del casting habían sido utilizadas sin su consentimiento en una película, lo que las motivó a iniciar una demanda por violación de derechos de imagen.

Isabelle Bertges, Gabriela Burkhardt, Aileen Lakatos, Lisa Marie Stoiber y Milena Straube

El resultado es una película visceral, uno de cuyos principales méritos es visibilizar los mecanismos de manipulación que emplean los abusadores. The Case You se podrá ver como parte de la programación del Festival de Cine Alemán en Cinépolis Recoleta (funciones este domingo a las 21:50, el lunes a las 16:00 y el martes a las 21:00). Desde la universidad de Potsdam en la que estudia cine, Kuhn dialogó con Página/12 acerca de su documental.

- Se les suele exigir a las actrices que tengan una relación desinhibida con su cuerpo y no tengan problema en mostrarlo. ¿Cree que eso las vuelve más vulnerables a este tipo de situaciones?

- Este tipo de abusos de poder existen en muchos ámbitos, por eso tratamos de que la película fuera lo más universal posible. Es un fenómeno que se puede encontrar en cualquier lugar en el que hay grandes puestos de dirección. Pero es cierto que como actriz o actor usás tu cuerpo como instrumento, tenés que ser muy permeable y mostrarte vulnerable. Si la persona que está dirigiendo no asume esa posición con responsabilidad, se corre un gran riesgo. Por eso me pareció muy importante como directora crear un espacio seguro para que estas actrices pudieran soltarse. Si no hacés eso, existe un gran riesgo de que eso limites se traspasen.

- ¿Por qué apeló a técnicas como la improvisación o el psicodrama?

- Intenté buscar una fórmula que diera cuenta de la complejidad del caso. La película no hubiera funcionado solo con entrevistas o solo mediante una reconstrucción. Estas distintas capas de emociones y experiencias son necesarias para poder dar cuenta de lo que sienten las protagonistas y que la película les haga justicia. En principio contaron varias veces la misma historia: una vez desde la silla de entrevistado, de forma muy fáctica, haciendo un recuento de lo que creían que había pasado; y luego se colocaron en esa situación con el cuerpo, en medio del teatro. Fue muy interesante ver las diferentes emociones que iban aflorando, porque la memoria del cuerpo empezó a liberar muchas cosas que no habían salido en las entrevistas.

-Es muy interesante la forma en que la película expone el funcionamiento de los mecanismos de manipulación.

- Me alegra que lo diga. Para mí también era muy importante mostrar ese proceso peligroso que se da y en el cual la relación víctima-victimario suele invertirse. Casi todas las mujeres contaron exactamente lo mismo: que al principio se culpaban a sí mismas por lo sucedido. Esta culpabilización de la víctima es una mala costumbre.

-Cuando se piensa en este tipo de abusos se suele pensar en hombres. Es impactante que todas mencionen también a una mujer.
- El abuso es universal y no tiene sexo. Por eso la película no tiene como finalidad denunciar a hombres sino denunciar a personas en posiciones de poder que abusan de ese poder. Y eso pueden ser hombres, mujeres, personas no binarias...cualquiera.

-¿Cuántas demandas judiciales hay un curso por este casting?

- En este momento hay una por violación de derechos de imagen, que se está prolongando más de lo que pensábamos. Esa demanda tiene que terminar para que se pueda iniciar otra por violencia sexualizada.

-¿Por qué en la película nunca se menciona el nombre del director responsable de estos abusos?

-Hay muchos motivos. Por un lado, legales, pero también desde el principio teníamos muy en claro que no queríamos mencionar a estas personas para no darles una plataforma. Si las hubiéramos mencionado, la película se habría convertido rápidamente en una película sobre estas personas. No queríamos hacer una película sobre los victimarios, sino sobre las personas afectadas que ahora tienen que vivir con esto. Contra estas personas hay un proceso judicial en curso. Como gente del cine queríamos usar nuestros propios medios. No somos jueces y juezas, buscábamos iluminar el aspecto emocional del asunto.

- Pero ¿no mencionarlos no es una forma de preservarlos?

- No lo veo así. Se está actuando contra ellos, habrá consecuencias judiciales. Pero nosotras decidimos hacerlo anónimo, a un nivel universal. Lo que hagan estas mujeres cuando este juicio esté cerrado dependerá de ellas. Y me parece bien que sea así. Si hubiera dado los nombres, se hubiera transformado en una ‘película-escándalo’ sobre estas personas. Al final, se hubiera terminado hablando más de los abusadores que del sistema de abuso de poder. Son procesos paralelos.

- No encontré mucha información sobre este caso en los medios alemanes. ¿Hay poco interés en estos temas?

-No, no creo que sea así. Hay algunos pequeños artículos. Creo que cuando llegue el momento indicado este tema va a hacer olas. Pero primero estas mujeres deben esperar el resultado del juicio, por eso tampoco puedo decir mucho. No quiero anticiparme a las protagonistas.

- ¿El “you” del título se refiere al director del casting o a las actrices?

- La idea era justamente abrir esa pregunta. Dado que el abordaje de la película es universal, buscábamos un título que también fuera lo más universal posible. El “you” puede referirse al abusador y también a la persona afectada. La idea es que el abuso nos incumbe a todos.