Enemistados desde hace años, el flamante ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió renovaron su histórica rivalidad con un fuerte cruce. La exdiputada fue quien volvió a encender la disputa al acusarlo de "mafioso". El funcionario le respondió que "mafiosa" era la mesa judicial que ella integró durante el gobierno de Mauricio Macri.

Señora: le juro por Dios que conozco a la mafia de la mesa judicial que usted integraba junto a Pepín Rodríguez Simón y otros, pero nunca formé parte de ella”, aseguró ayer el ministro. El lunes pasado, Carrió había apuntado contra Fernández al afirmar que “es como la vuelta de un monstruo alicaído”. “Él conoce todas las mafias. Yo sostengo que es parte", expresó en declaraciones a TN.

Como de costumbre, la exdiputada lanzó una nueva falsa denuncia de un grave tenor institucional. Aseguró que el exjefe de Gabinete está "ligado al asesinato de Alberto Nisman". "Quien controla a la Federal desde siempre, es Aníbal", señaló, pese a que la jurisdicción en donde falleció el fiscal correspondía a Prefectura Naval Argentina, dependiente del Ministerio de Defensa, y que no existen pruebas que demuestren que haya sido asesinado.

La fake news continuó sin una repregunta del entrevistador, Joaquín Morales Solá, y con una mentira fácilmente verificable. Dijo que previo a la muerte de Nisman, Fernández había asumido como jefe de Gabinete de la Nación. Sin embargo, su asunción fue el 26 de febrero de 2015. Nisman había fallecido un mes antes, el 18 de enero.

Tras las falacias, el ministro de Seguridad sostuvo que lo fue a "buscar" porque su presencia en el Gabinete "molesta". "Mientras yo estuve en un lugar de sombra no molestaba a nadie, no le parecía importante u oportuno buscar pegarme en los tobillos”, indicó y recordó su vínculo con el asesor judicial de Macri, Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, que está prófugo en Uruguay. "Está sucia", sentenció Fernández.

La tensa relación entre ambos llegó a su punto más álgido en 2015, cuando el programa Periodismo para Todos, conducido por Jorge Lanata, junto a la fundadora de Cambiemos, armaron una operación política contra el excandidato a gobernador bonaerense. En plena campaña electoral, Canal 13 emitió un informe en el que asociaba a Aníbal Fernández con el triple crimen de General Rodríguez y al tráfico de efedrina. El expolicía José Luis Salerno, involucrado en la causa, brindó su testimonio y apuntó contra el funcionario. Una serie de fotografías del lugar donde fue hecha la entrevista, dejaron en evidencia, por los adornos y el color de las paredes, que había sido realizada en el departamento que Carrió posee en la avenida Santa Fe.

La denuncia de Salerno y Martín Lanatta, condenado por el triple crimen, obedecía, según Carrió, a “una interna del PJ por el manejo de la droga”. Sin embargo, ante el fiscal de Mercedes, Juan Bidone, Salerno se desdijo de todo. Dio marcha atrás, por ejemplo, en que Fernández era La Morsa. Lanatta, por su parte, también admitió en el juicio que los "habían usado para la campaña política, para perjudicar a Aníbal Fernández”. En la misma línea, el ex abogado de Lanatta, Roberto Casorla Yalet, manifestó en su momento que su excliente había mentido, que no lo conocía a Fernández y que sólo que le gustaba jactarse de tener vinculaciones políticas.