En el apartado de Wikipedia correspondiente a la República Democrática del Congo, la entrada “Cultura” incluye referencias a la música, gastronomía, turismo y deportes de ese país del centro de África. Ninguna que refiera a cine. De ese origen es sin embargo el autor de films de no ficción Dieudo Hamadi, que no resulta desconocido en el circuito de festivales de cine internacionales. Nacido en 1987 y abocado a la realización de documentales políticos, Hamadi cuenta a la fecha con cinco films, de los cuales los más recientes, Kinshasa Makambo y Downstream to Kinshasa (conocido también por su título en francés, En route pour le milliard) fueron parte de la Berlinale 2018 y Cannes 2020. Éstas son las que ahora estrena la plataforma Mubi, que en su momento programó las tres primeras películas de Hamadi. De ellas se comenta Kinshasa Makambo, dado que Downstream to Kinshasa no se presenta con subtítulos en español.

El opus 4 de Hamadi transcurre en los meses previos a la elección presidencial congolesa de 2016, en las que el presidente Joseph Kabila, en el poder durante una década, se postula para un tercer mandato. Lo cual es anticonstitucional. Ante esta situación, sectores de la población reclaman su renuncia, con una organización que por lo que puede verse es entusiasta pero no del todo amalgamada, y que incluye marchas, movilizaciones, quema de vehículos y enfrentamientos con la policía. En la más violenta de esas confrontaciones, que tuvo lugar el 19 de setiembre de 2016, se registraron diecisiete muertos. Narrada desde el punto de vista de un grupo de resistentes -del cual, tal como indica alguna referencia a cámara, el realizador parece formar parte-, para estructurar el relato Hamadi elige seguir a tres protagonistas. Uno de ellos acaba de salir de prisión, otro viene de una experiencia como trabajador indocumentado en Estados Unidos, el tercero está de vuelta en Kinshasa luego de una temporada en su ciudad natal.

Con algunos fragmentos que se perciben guionados y “actuados”, Kinshasa Makambo tiene lugar en dos espacios: las calles, que los grupos de manifestantes toman con frecuencia, y los interiores donde se reúnen a discutir política y estrategia. Las escenas callejeras incluyen corridas y piedrazos, mientras que en sus reuniones los militantes comienzan mostrando unidad, para dar paso a grietas cada vez más visibles. De allí tal vez el “makambo” del título, que en idioma lingala quiere decir “dolor de cabeza”. Expresando en términos de puesta en escena el lugar que ocupa el realizador en relación con lo que narra, en ambas series narrativas la cámara es una protagonista más, frecuentemente llevada en mano por el propio Hamadi, sobre todo en exteriores. Sigue a los protagonistas con travellings hacia adelante, mientras que en las escenas de corridas el camarógrafo pierde control del dispositivo, generándose sacudones visuales en los que la forma se hace una con aquello que documenta.

Un brusco corte en el relato abre en él una cisura, tal como sucede con la oposición al gobierno de Kabila. Ese corte se manifiesta durante un enorme acto de masas cuyo principal orador es Étienne Tshisekedi, líder octogenario que propone una salida dialoguista. Algunes manifestantes lo presionan para endurecer su posición y esas dos posturas signarán de allí en más la interna de los militantes, alineados en bandos cada vez más opuestos. El film de Hamadi vira de una primera parte en la que da la sensación de que “el grueso del pueblo” marcha unido contra el gobierno, a una segunda mitad donde esa unidad se resquebraja. Renegando de resoluciones tranquilizadoras, Hamadi deja esa escisión tal como parece haber quedado en los hechos: en estado de tensión.

KINSHASA MAKAMBO 7 PUNTOS

República Democrática del Congo/Francia/Suiza/Alemania/Qatar/Noruega

Dirección y guion: Dieudo Hamadi

Duración: 75 minutos

Estreno en Mubi.