Una mujer está de pie en una calle transitadísima. Inmóvil. Los transeúntes la rodean, como si fuera una piedra en un río que fluye. Pero a veces –sobre todo las mujeres- se dan vuelta para mirarla, con desconcierto. ¿De dónde vino y qué hace allí? Esas dos preguntas se deslizan subrepticiamente por toda la muestra de la surcoreana Kimsooja en el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473). Kimsooja. Nómada es la primera exhibición de la artista en Buenos Aires y forma parte de la tercera edición de la Bienal Sur (Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur). Inauguró el jueves y se podrá visitar hasta el 21 de noviembre.

Aunque prácticamente desconocida en la Argentina, Kimsooja tiene una extensísima trayectoria y reparte su tiempo entre Nueva York, París y Seúl. Su obra parte del “no-hacer”, una propuesta conceptual que corre al artista del protagónico de la escena, aún en las performances.

En la sala que le dedica el MNBA hay una instalación, el video “Mujer aguja”, que se describe en el primer párrafo y una serie de fotografías en las que el foco está puesto en los “bottaris”, unos bultos formados por una manta colorida y tradicional coreana que envuelve unos objetos significativos para sus poseedoras. Parte de lo interesante de la producción de Kimsooja pasa porque no hay indicios que revelen cuáles son esos objetos significativos, ni para ella ni para otra imaginaria protagonista que se le pueda ocurrir al espectador. Ante esa incógnita, sin importar el paisaje que elija la artista para instalar sus bottaris, las preguntas aparecen en la muestra curada por Diana Wechsler. ¿Qué hay allí? ¿De dónde vino? ¿Qué busca? ¿A dónde va?

Para la curadora, cada bottari “es una versión condensada del mundo, de un mundo singular, íntimo, encerrado o cobijado –más bien– por una manta que envuelve, protege y oculta a la vez un conjunto de objetos necesarios”. Además, advierte que la noción de ‘necesidad’ “se podría redefinir en el encuentro de cada uno de ellos o en la imaginación de todos los que los observamos”.

Esta exposición en el Bellas Artes se enmarca en los ejes “Tránsitos y migraciones” y “Modos de habitar” de la Bienal Sur. Además, es uno de los tres capítulos que componen –todos con curaduría de Wechsler- el proyecto “Kimsooja en Buenos Aires”, y que se completa con “El encuentro con el otro”, que se inauguró el 10 de septiembre en el MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes (Av. Antártida Argentina s/n), y el capítulo “Kimsooja. Una experiencia interior”, que podrá verse desde el 21 de septiembre en el Centro Cultural Coreano (Maipú 972).