El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, fue detenido en la isla italiana de Cerdeña en un operativo realizado por las fuerzas de seguridad locales pero impulsado por un pedido de captura emitido por el juez del Tribunal Supremo de España, Pablo Llarena. La detención de Puigdemont se basa en la causa de sedición por el fallido intento independentista de octubre de 2017 y ocurre pocos días después de que el Gobierno español y el Ejecutivo regional de Cataluña iniciaran en Barcelona un proceso de diálogo. 

Los motivos de la detención

Puigdemont es miembro del Parlamento Europeo pero en este momento tiene suspendido el privilegio de la inmunidad por decisión de la Eurocámara. En julio el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidió mantener provisionalmente la decisión del Parlamento Europeo mientras resuelve el fondo del recurso interpuesto por el expresidente catalán. 

Tanto Puigdemont como otros dos eurodiputados independentistas, Toni Comín y Clara Ponsatí, están prófugos de la justicia española desde hace cuatro años, luego de la celebración del referéndum de independencia de Cataluña.

El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, explicó en sus redes sociales que su defendido fue detenido a su llegada a Cerdeña, donde acudía como eurodiputado y que esta detención "es en función de la euro-orden de 14 de octubre de 2019 que, por imperativo legal y según establece el Estatuto del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea), se encuentra suspendida".

Por su parte el jefe de la oficina del expresidente, Josep Lluís Alay, informó que Puigdemont había ido a L'Alguer para asistir a la reunión internacional Adifolk, un evento patrocinado por una asociación para la promoción del folclore catalán. También planeaba reunirse con el presidente de la región autónoma de Cerdeña, así como con el Defensor del Pueblo de L'Alguer. 

"Cuando llegó al aeropuerto de Alghero fue retenido por la policía fronteriza italiana. Mañana, a primera hora de la mañana, será puesto a disposición de los jueces de la Corte de Apelaciones de Sassari, que es competente para decidir la puesta en libertad o su extradición", informó la oficina del expresidente. La autoridad judicial italiana debe comunicar la detención al Tribunal Supremo español y se iniciará un procedimiento para ver si Italia presta su colaboración o no en el caso.

La situación judicial de Puigdemont

No es la primera vez en que Puigdemont es detenido. También había sido arrestado en marzo de 2018 cuando viajaba en coche por Alemania y pasó incluso doce días en la cárcel de Neumünster para que, posteriormente, el tribunal alemán de Schleswig-Holstein rechazara su entrega a España acusado de un delito de rebelión. Habrá que ver si en esta ocasión las autoridades italianas deciden su entrega y bajo qué términos.

En caso de ser finalmente entregado a las autoridades españolas, Puigdemont tiene pendiente un juicio en el Tribunal Supremo. En 2018 fue procesado por rebelión y malversación junto con el resto de líderes independentistas y si es entregado será juzgado. El escenario tuvo un ligero cambio en los últimos años: la sentencia condenatoria del Supremo es por un delito de sedición y no de rebelión, tal y como había pedido la Fiscalía en un primer momento.

En los últimos años la pelea de Puigdemont y su defensa ha sido trasladar la causa a tribunales internacionales y de otros países, consiguiendo por ejemplo que la justicia alemana rechazara los cargos por rebelión o que la justicia belga anulara la entrega del exconsejero Lluís Puig.

Intento de diálogo

Días atrás el gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo de Cataluña habían abierto una mesa de diálogo después de años de desencuentros y tensión. El momento más álgido se produjo en 2017, tras la celebración de un referéndum que fue declarado inconstitucional el primero de octubre y una posterior declaración de independencia aprobada por el Parlamento catalán el 27 del mismo mes.

Esos hechos significaron la suspensión temporal del Ejecutivo catalán, el procesamiento y posterior condena de entre 9 y 13 años de cárcel a nueve líderes independentistas, recientemente indultados, así como la huida del entonces presidente catalán Puigdemont y otros miembros de su ejecutivo para eludir a la justicia española.

La llegada al Gobierno español de los socialistas, en coalición con Unidas Podemos, y la asunción de Pere Aragonès al frente del Ejecutivo catalán significaron el inicio de los primeros contactos para reducir la tensión. Además se da la circunstancia de que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el partido de Aragonès, es uno de los grupos parlamentarios que apoyan regularmente al Gobierno español en el Congreso, donde los diputados de la coalición oficialista no alcanzan la mayoría.