La deuda mundial volvió a dispararse este año y alcanzó un record de 296 billones de dólares. La cifra supera en 36 billones los niveles de deuda prepandemia y equivale a un 353 por ciento del PIB de la economía global. Los datos fueron publicados en uno de los últimos informes del Instituto Internacional de Finanzas y ratifican uno de los principales problemas que deberán resolver tanto las economías desarrolladas como emergentes en los próximos años. Para algunos analistas el resultado terminará siendo una gran crisis de deuda.

En el documento se advierte que sólo considerando el segundo trimestre de este año el incremento de los pasivos globales fue de casi 5 billones de dólares. Es decir una cifra que representa más de diez veces el tamaño de la economía de la Argentina. De esta manera el nivel de endeudamiento global se ubicó en los valores más elevados de la serie.

La misma desconexión que existe entre los activos bursátiles y la economía real parece replicarse con el nivel de los pasivos financieros que acumulan tanto los países ricos como los países no desarrollados. En un mundo en que la recuperación de la producción y el crecimiento generan incertidumbre este tamaño de la deuda enciende luces de alerta.

Las economías maduras aumentaron en 1,3 billones de dólares los niveles de endeudamiento en el segundo trimestre de este año y alcanzaron a registrar pasivos por el equivalente a 205 billones de dólares. Este monto representa un 418 por ciento del PIB de estos países.

Según el análisis y los relevamientos del Instituto Internacional de Finanzas, en países europeos como Alemania y Francia se concentró la mayor cantidad de nuevas colocaciones. La Zona Euro alcanzó a registrar un stock de deuda de más de 56 billones de dólares. El Viejo Continente ya tuvo en la última década un problema de sobreendeudamiento que provocó serios problemas en España, Portugal y Grecia tras las crisis del 2008.

En los mercados emergentes la deuda también continuó en aumento y se elevó a casi 36 billones de dólares. Desde el inicio de la pandemia aumentó en más de 3 billones. Entre los países que explicaron esta suba sobresalieron Brasil y Rusia. El informe del Instituto Internacional de Finanzas considera que estas economías anotaron la mayor acumulación de nuevos pasivos. En contraste, la India fue una de países en que bajó el stock de endeudamiento.

Para los países no desarrollados se observaron dos tendencias. Por un lado, continuó subiendo la composición de la deuda en moneda extranjera dentro de la deuda total. Por otro lado, en 2021 se moderaron los incumplimientos en el pago de los bonos soberanos. Se registraron únicamente tres eventos: el primero fue el de Zambia que no pagó sus eurobonos, mientras que los otros fueron de Belice y Surinam que difirieron el pago de sus compromisos financieros.

En el informe del Instituto Internacional de Finanzas se mencionó además que el endeudamiento mundial de los hogares es otro de los principales problemas. Por el incremento en el precio de las viviendas, los pasivos de este segmento de la población aumentaron en más de 1,5 billones de dólares en 2021 y se ubicaron en 55 billones. Estados Unidos fue uno de los países que lideró el avance de este segmento de deuda. En una de cada tres economías analizadas en el documento se observó un alza en deuda de los hogares sobre PIB.