Tras el cese del fuego entre el Gobierno y la Unión Industrial (UIA), que se inició en la celebración del cumpleaños del sector fabril, otro episodio sumó a la tregua. La mesa chica de la entidad que conduce Daniel Funes de Rioja recibió con un almuerzo al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y al secretario de Industria, Ariel Schale. Con agenda abierta, fue un encuentro de más coincidencias que diferencias. 

Kulfas destacó "el hecho de tener una agenda constructiva para seguir fortaleciendo el desarrollo industrial y para trabajar en el sendero de crecimiento pospandemia, que genera nuevas oportunidades para el desarrollo de diferentes sectores industriales de Argentina". Y les hizo un guiño a las fábricas al aseverar que esa "es una agenda compartida con la UIA y con todos los sectores industriales".

La lista de concurrentes

Lo escucharon, mientras comían la entrada, Funes, Miguel Ángel Rodríguez (Sinteplast), Eduardo Nougués (Ledesma), Luis Tendlarz (Textil algodonero), Adrián Kaufmann Brea (Arcor), Guillermo Moretti (Industriales de Santa Fe), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), Carlos Garrera (metalúrgico), David Uriburu (Techint), Matías Furió (Cámara del Juguete), Martín Rapallini (titular de la UIPBA) y Diego Coatz (economista y directivo de la casa fabril).

Al inicio de la reunión, se analizó la evolución de la actividad industrial y las perspectivas a futuro. Además, se recorrió la agenda de temas que la institución está trabajando en materia de iniciativas que permitan desplegar el potencial de las inversiones productivas, las exportaciones con valor agregado y la generación de empleo formal, así como la formación técnico-profesional para la empleabilidad de los jóvenes. Además, según informó la UIA, se destacó la recuperación de la actividad de las PyMES y la importancia de que se consolide una mejora en el mercado de trabajo.

El Mercosur en el menú

La cuestión del Mercosur y los aranceles externos también fue eje del evento. En la UIA preocupa la posición de Brasil y Uruguay de levantar las barreras para el ingreso de importados, un tema que la casa fabril ya tiene en carpeta para debatir con el canciller, Santiago Cafiero. 

En paralelo, se habló del sobrecosto en los fletes marítimos internacionales y su impacto sobre el comercio exterior, que se estima tardarán al menos dos años en volver a los precios de pre-pandemia -que se suma a la dificultad para conseguir contenedores.