La novela del verano estadounidense llegó a su fin. Dos meses después de que Scarlett Johansson presentara una demanda contra Disney alegando perjuicios económicos por la decisión de estrenar Black Widow en salas y en la plataforma Disney+ en simultáneo, se confirmó que las partes llegaron a un arreglo privado y, por lo tanto, la actriz retiró su denuncia del juzgado de Los Ángeles. No se hizo público cuántos billetes debió desembolsar el estudio del Ratón para apaciguar el reclamo. Lo cierto es que Disney tomó nota del asunto y ya confirmó que, de aquí en adelante, al menos hasta nuevo aviso, se terminarán los lanzamientos simultáneos en salas y en su plataforma.

Las partes publicaron sendos comunicados conciliatorios y abrieron las puertas a continuar una relación laboral que parecía quebrada. “Estoy feliz de haber resuelto nuestras diferencias con Disney. Estoy increíblemente orgullosa del trabajo que hemos realizado a lo largo de los años, y he disfrutado mucho mi relación creativa con el equipo. Espero continuar nuestra colaboración en los próximos años”, dijo Johansson, mientras que el Presidente de Disney Studios, Alan Bergman, aseguró estar “contento de haber podido llegar a un acuerdo con ella respecto a Black Widow”. "Apreciamos sus contribuciones al Universo Cinematográfico de Marvel y esperamos trabajar juntos en una serie de próximos proyectos, incluyendo La torre del terror", agregó, en referencia a la película basada en la atracción homónima del parque de diversiones de Disney.

La demanda alegaba que el contrato de la actriz se había roto cuando la empresa decidió estrenar Black Widow simultáneamente en salas y en la plataforma Disney+ bajo la modalidad Premium Access, es decir, con un pago extra al abono básico. Según afirmaron, ese esquema significó una reducción de lo recaudado por la venta de entradas y, por lo tanto, de los ingresos de Johansson, ya que una buena parte de su compensación estaba atada a la taquilla. “Disney indujo intencionalmente a Marvel al incumplir el acuerdo, sin justificación, para evitar que la señora Johansson diera cuenta del beneficio total de su contrato con Marvel”, habían escrito los abogados.

La película, primer estreno de Marvel desde el inicio de la pandemia, recaudó 183,5 millones de dólares en la taquilla norteamericana y 379 millones si se suma lo conseguido en el resto del mundo. Una cifra nada despreciable en un contexto de aforos limitados y temores sociales a los lugares cerrados, pero menor a la de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, que sí tuvo un estreno exclusivo en salas. Si bien llegó a las pantallas en septiembre, con una situación sanitaria más controlada que en julio, la presentación del nuevo personaje de Marvel se ha convertido en la primera película en superar la barrera de los 200 millones de dólares en Estados Unidos desde la aparición del virus SARS-CoV-2. A nivel mundial generó ingresos por 366 millones, y todavía sigue en cartel en casi todos los países con cines habilitados, entre ellos la Argentina.

También le fue muy bien a Free Guy, que como Shang-Chi… tuvo un período de exclusividad en la pantalla grande. Esto llevó a Disney a anunciar que sus próximos títulos fuertes mantendrán esa lógica comercial, para recién después desembarcar en el streaming. Tanto Eternals, de Marvel, como West Side Story, dirigida por Steven Spielberg y firme candidata para la temporada de premios, se verán primero en cines durante 45 días, mientras que la animada Encanto estará un mes en salas antes de llegar a Disney+.