Mauricio Macri no se presentó este jueves a prestar declaración indagatoria por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Mientras el juez Martín Bava continuaba en una carrera contrarreloj para notificarlo de la citación, el expresidente mandó a Patricia Bullrich a avisarle al magistrado que no tiene previsto volver al país antes de fin de mes para dar las explicaciones por las tareas ilegales que desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se desplegaron sobre quienes buscaban saber qué había pasado con el submarino que se hundió el 15 de noviembre de 2017. Macri está en Estados Unidos, desde donde avisó que el año próximo dará clases en el centro Adam Smith para la libertad económica de la Universidad Internacional de Florida, y después viajará a Qatar para participar de una actividad de la Fundación FIFA que preside.
Bullrich, en su carácter de presidenta del PRO, presentó este miércoles una nota en el Juzgado de Dolores, a cargo de Bava desde que Alejo Ramos Padilla se mudó a La Plata, para decir que Macri continuará con “compromisos internacionales” hasta fines de mes. “Confío que el señor juez sabrá comprender la situación que se ha generado con esta inminente convocatoria y tendrá presente la permanente vocación de respeto y sometimiento a las instituciones republicanas que asume el expresidente Macri, garantizando los derechos y garantías que lo amparan, evitándose cualquier decisión apresurada que solo aumente el estrépito mediático que ya se ha generado con su intempestiva citación”, escribió Bullrich.
En realidad, la presentación de Bullrich no tiene ningún valor en el expediente. Puede evaluarse tanto como un apoyo al expresidente o como un mensaje al juez. La curiosidad adicional es que Bullrich fue muy mencionada en la primera causa de espionaje que tramitó en ese juzgado, la que se inició con la denuncia de Pedro Etchebest contra el falso abogado Marcelo D’Alessio, quien intercambiaba mensajes con la entonces ministra de Seguridad. Bullrich lo negó y hasta llegó a sostener que D’Alessio tenía el teléfono que usaba su nietito. El mes pasado, el falso abogado calificó esos dichos como una “canallada” antes de recibir su primera condena por extorsión.
Macri se enteró de la citación de Bava el viernes pasado. Conversó con su abogado, Pablo Lanusse, y con el exministro de Justicia Germán Garavano. Lanusse aseguró que se trataba de una persecución contra el expresidente, pero que aún así se presentaría ante la justicia. No especificó cuándo.
Por el momento, Macri no quiere presentarse en el expediente y espera a que sea el juez quien haga el próximo movimiento. Bava intentó notificar al expresidente de la citación, pero la dirección que había proporcionado la Cámara Nacional Electoral estaba desactualizada y Macri hacía tiempo que ya no vivía allí. Después de pedirle informes a la Policía Federal, al Registro Nacional de las Personas (Renaper), a Nosis y a la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), Bava recién logró notificar al expresidente este miércoles por la tarde. Lanusse confirmó en el canal LN+ que Macri no va a presentarse por estar en Estados Unidos y agregó que tiene tres días hábiles para designar abogado.
Bava deberá indefectiblemente poner otra fecha para la indagatoria. En el entorno de Macri pretenden que la indagatoria sea después de las elecciones del 14 de noviembre. Nadie quiere una foto entrando a un juzgado, eso es claro. Desde la semana pasada le atribuyeron a la convocatoria fines electorales mientras la tildaban, como volvió a hacer Bullrich, de intempestiva. En realidad, Macri fue denunciado por la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, el 23 de septiembre del año pasado y el juez recién lo citó después de más de diez indagatorias anteriores y de dictar el procesamiento contra los exdirectivos de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, junto con otros siete agentes o exagentes.
Sin viaje
El exdirector general de la AFI Arribas pidió permiso para salir del país desde este jueves hasta el 28 de noviembre de 2021, pero el juez Bava rechazó el pedido, en sintonía con lo que había planteado la querella de familiares que encabeza la abogada Valeria Carreras. “Es claro que la salida del país de Arribas, en esta oportunidad y como bien sostiene la querella, podría generar o acrecentar el riesgo procesal de fuga”, evaluó el juez que subroga en Dolores. Los abogados del exmandamás de la AFI dijeron a Página/12 que van a impugnar la decisión de Bava.
Arribas tenía previsto viajar a Brasil y a Uruguay en las próximas semanas para ver a la familia y hacer negocios. En San Pablo, viven la esposa y la hija menor del escribano. En Maldonado, Uruguay, sus dos hijos mayores, a quienes también tenía planeado visitar. Dijo que, además, tenía asuntos laborales para atender, vinculados a la representación de futbolistas y a la administración de inmuebles.
El fiscal Juan Pablo Curi no se opuso. Sin embargo, la querella de Carreras dijo que había riesgo de fuga, sobre todo porque Arribas había estrechado sus vínculos con los servicios y la policía brasileña mientras dirigía la AFI de Macri. Bava, que resaltó que Arribas ya había conseguido cinco permisos para viajar antes, coincidió con la abogada y sostuvo que las circunstancias habían cambiado tras el nuevo procesamiento que le dictó el viernes pasado y de la convocatoria a Macri, que fue quien lo puso al frente de la exSIDE.