Después de la derrota y la crisis interna que amenazó con volar por los aires el Frente de Todos, el gobierno nacional volvió a salir a la cancha como en los tiempos previos a la pandemia: con un multitudinario acto de unidad con los movimientos populares. A modo de relanzamiento de campaña, el presidente Alberto Fernández participó de un plenario militante organizado en la cancha de Nueva Chicago y convocó a las organizaciones a salir a la calle a buscar el voto "puerta por puerta" con el fin de dar vuelta el resultado el 14 de noviembre. En un potente mensaje de unidad, estuvieron también presentes Máximo Kirchner y Wado De Pedro, así como varios referentes sociales, políticos y sindicales. El objetivo era dar vuelta la página, resetear y arrancar la segunda etapa de campaña con una gran muestra de unidad y fuerza territorial. "Vamos a empezar a transitar un nuevo tiempo. El tiempo de la desdicha y la enfermedad se ha quedado atrás. Ha llegado el momento de empezar a militar como siempre militamos. Hoy empieza el tiempo en que la Argentina va a recuperar la producción y el empleo", arengó el presidente, en un encendido discurso que giró entre crítitcas a la oposición y promesas de un futuro inclusivo. 

Eran las 15 y la cancha de Nueva Chicago en Mataderos era escenario de una atmósfera  que hace más de un año y medio que no se sentía en el país: entre 30 y 40 mil militantes ondeaban banderas, tocaban bombos, cantaban, se abrazaban y se sacaban selfies a la espera de que comenzara el acto "por la Unidad y la Victoria" que habían convocado las Barrios de Pie y el Movimiento Evita en apoyo al gobierno nacional. Por todos lados se escuchaban expresiones de entusiasmo por poder volver a verse las caras en una convocatoria multitudinaria que, a pesar del uso mayoritario de barbijos y la ausencia del amontonamiento típico de las movilizaciones prepandémicas, despertó algunas alarmas respecto al aforo. "Venimos de demasiado tiempo de vernos en plenarios por zoom y pantalla y la verdad que la militancia necesitaba juntarse", destacó Daniel Menéndez, candidato a diputado nacional y coordinador de BdP, a Página/12. "Es el primer acto de unidad después de la crisis del FdT", argumentaban, por otra parte, les organizadores. El clima, sin embargo, era de celebración, y en ese mismo tono se pronunciaron los oradores.

Foto: Guadalupe Lombardo

"Se terminó el tiempo en el que no nos podíamos ver las caras. Ahora puedo mirarlos a los ojos y decirles de corazón que, pese a lo que sufrimos, estamos más enteros que nunca. Porque sabemos que quedan muchos compromisos con nuestro pueblo por cumplir y eso es lo que nos impulsa a no bajar los brazos y unirnos. No tengan dudas de que estamos empezando a transitar un mejor tiempo", exclamó Alberto Fernández, encargado de cerrar el acto de relanzamiento de campaña. Además de asegurar que había comenzado una nueva etapa en la que buscaba "cambiar los planes por empleo para que todos los que tienen planes y trabajan puedan tener los mismos derechos que un trabajador formal", el presidente aprovechó para criticar a la oposición refiriéndose a la foto que se difundió de Mauricio Macri y Nicolás Dujovne en Estados Unidos: "Mientras ellos brindan y sonríen en Miami yo sigo peleando todos los días con el Fondo Monetario porque el año que viene me dejaron la obligación de pagar 19.000 millones de dólares", denunció, entre chiflidos. 

El Presidente llegó al estadio a las 18 acompañado por unos sonrientes Máximo Kirchner, Eduardo "Wado" De Pedro, Gustavo Béliz, Julio Vitobello y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández. La presencias eran simbólicas: habían sido trabajadas intensamente por los organizadores --Menéndez, el Chino Navarro y Emilio Pérsico a la cabeza-- durante los últimos días y apuntaban a enviar un rotundo mensaje de unidad luego de la derrota en las PASO. También estuvieron presentes en primera fila Victoria Tolosa Paz, el ministro Juan Zabaleta, Luis D'Elía, el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, y la titular del PAMI, Luana Volnovich. Las banderas de La Cámpora no formaron parte del paisaje, pero sí dieron presente sus principales referentes, en un potente gesto de pacificación interna luego de la crisis. 

Foto: Guadalupe Lombardo

"La pandemia nos ha demorado, faltan hacer muchas cosas. La velocidad de los deseos y anhelos de nuestro pueblo es mucho más rápida que la velocidad de la construcción en esta pandemia para cumplir con las promesas realizadas. Hay un pueblo que espera y tenemos también que definir cómo vamos a construir ese futuro", señaló, antes de que hablara el presidente, Máximo Kirchner. "Necesitamos que los argentinos y las argentinas se involucren con el destino de su país. Si nuestros ciudadanos no se involucran, será muy difícil cambiar el destino de esta historia. Solo el pueblo va a salvar al pueblo y debe hacerse cargo de la parte que le toca", convocó, finalmente, de cara a noviembre.

Además del presidente de bloque del FdT en Diputados, hablaron también en el acto Menéndez, Mariel Fernández, el Chino Navarro y numerosos referentes de todas las organizaciones que habían estado presentes (la CCC, MP La Dignidad, la OLP, entre otras). También habló Pérsico que, en uno de los discursos más celebrados de la jornada, llamó a "construir la victoria" y propuso, para el cierre de campaña, "un acto de 200 mil personas, porque así somos los peronistas, festejamos en la calle". "Compañero Alberto, compañero Máximo, la quiero ahí a Cristina, votemos", convocó y toda la cancha, excepto Máximo y Alberto que se miraron sonriendo y encongiéndose de hombros, levantó el brazo haciendo la V.