La situación musical del grupo Ahyre es a todas luces fruto de varios desafíos. Por un lado, en tanto continuidad respectiva de sus integrantes, provenientes de Los Huayra y Los 4 de Salta, con una trayectoria lograda; por el otro, al confrontar la novedad de la propuesta con la imposibilidad obligada e imprevista de la pandemia. “Para nosotros, creo que fue una situación bastante complicada. Ahyre tiene dos años de vigencia y un año y medio de pandemia”, sintetiza de manera lúdica Sebastián Giménez a Rosario/12, integrante del grupo que conforma junto a Juan José Vasconcellos, Hernando Mónico y Federico Maldonado. Si bien el recorrido de Ahyre es todavía breve, el reconocimiento destaca: el disco debut –Ahyre (2020)– obtuvo el premio Gardel al Mejor Álbum Grupo de Folklore. Y ahora, por fin, llega el turno de las presentaciones, tal como sucederá en Rosario el próximo jueves a las 20.30 en Teatro Broadway (San Lorenzo 1223).
“Estábamos encarando el proyecto que teníamos para 2020, donde íbamos a presentar la banda y sacar nuestro primer disco, pero hubo que reformularlo todo. Al disco lo hemos tenido que presentar de manera virtual y hemos hecho una especie de concierto en la pantalla de la Televisión Pública y por streaming. Tuvimos que jugar las cartas de la canción de otra manera y presentarlas durante todo el año, para que tuviéramos qué decir y qué mostrar. Fue aprender y acomodarnos a las circunstancias. En enero y febrero tuvimos la oportunidad de salir y hacer conciertos, fue el momento para reencontrarnos con nuestra gente, que venía esperándonos desde hacía un año. Y fue eso lo que nos dio la posibilidad de grabar un nuevo disco –Ahyre en Concierto (2021)–, un trabajo en vivo, a partir de conciertos en el Teatro Ópera de Buenos Aires. Si se quiere, es un disco que se dio de manera accidental, porque eran tantas las ganas que teníamos de salir de gira que en el micro se vinieron el coproductor del disco, el realizador de los videos y varios amigos más. Y bueno, un poco sin saberlo, nos dimos cuenta que el disco estaba siendo grabado y filmado. Fue así cómo nos encontramos con este material hermoso, que quisimos compartir”, continúa el músico.
-La breve pero intensa experiencia de Ahyre tal vez sea algo que los haya afianzado.
-Es cierto que nos venimos poniendo a prueba desde el 2019 con el final de Los Huayra, y nos tuvimos que poner a trabajar mucho para en septiembre y octubre estar preparados con un proyecto nuevo, con perspectivas. Con la pandemia la puesta a prueba fue todavía mayor, fue como decir: “¿qué más nos puede pasar?”. Todas estas situaciones límite, que te exigen, te fortalecen. Creo que vamos a salir mejor de esta situación tan extrema, que nos ha tocado vivir como humanidad. Por otra parte, para nosotros ha sido muy importante recibir el Gardel por nuestro disco, porque con esas nueve canciones pretendíamos dar a conocer cuál era la mirada que tiene Ahyre sobre la música, fue nuestra carta de presentación.
-Justamente, se nota de parte de ustedes una apuesta fuerte por la canción, como lugar donde hacer convivir varias referencias musicales.
-Cuando estábamos reformulándonos y pensando cómo reinventarnos, luego de muchos años con un proyecto que ya tenía su formato y una propuesta tan marcada, pensamos que el concepto a seguir sería el de la canción. Quizás Ahyre no es la voz, sino la canción. Ése es el horizonte más importante para nosotros. Si está la canción, no importa la producción que le hagas ni la vestidura que le pongas. Si la canción realmente nos puede conmover, todo lo otro se va armando en consecuencia y hasta te diría un poco solo.
-Y básicamente, a partir del folklore como lugar de encuentro.
-Por poner un ejemplo, una canción como “La luna” creo que sintetiza un poco esa mirada y esa búsqueda. Es una canción que tiene mucho de folklore en su propuesta, en su estética. Hay muchos instrumentos organizados, es una canción sin batería, con cajón peruano, que suena a algo que difícilmente tenga fronteras marcadas; suena mucho más abarcativa porque puede transgredir y trascender esas fronteras.
-Pienso en la canción “El témpano”, de Abonizio, que también interpretan y en donde está presente el folklore.
-Creo que el folklore está en todos lados. “El témpano” es una canción emblemática del rock nacional y adentro tiene un 6x8, ritmo típico de la chacarera. Allí hay una convivencia con el folklore. El folklore como tal es la expresión de las generaciones, de los distintos lugares y hoy más que nunca, cuando todo es tan universal y tenemos la posibilidad de escuchar y de conocer lo que está pasando en cualquier parte del mundo. Eso inevitablemente enriquece a la música, que en definitiva es la expresión de los que estamos vivos.
-Con la intención puesta en legarla a los que siguen.
-Nosotros nos referimos y nutrimos de tantos músicos que han dejado un camino lleno de riqueza, ojalá seamos parte de este camino y podamos dejar un pequeño aporte, por más mínimo que sea, a los que vendrán.