"Olé/Olé/Olé/Olé... Dibu, Dibu". Cuando Emiliano Martínez pisó por primera vez el césped del estadio Monumental, la ovación para el arquero argentino no se hizo esperar. El público argentino le regaló así en vivo su primera muestra de cariño, algo por demás curioso, aunque la pandemia y su meteórico ascenso desde que comenzó a tener continuidad en el Arsenal explican este fenómeno tan particular.

A los 29 años y después de consagrarse de ídolo en julio durante la Copa América, Martínez atajó su primer partido oficial como profesional ante el público argentino, ya que la Fecha FIFA pasada no pudo estar ante Bolivia por el arreglo con el Aston Villa para regresar antes. Es cierto que ya había debutado ante Chile en estas Eliminatorias, pero aquel encuentro en Córdoba se jugó sin hinchas. Esta vez, el ex guardavallas de Independiente pudo vivir en carne propia el cariño de la gente, que siente una conexión muy especial con el marplatense.

Para dejar en claro que era una noche especial, el Dibu mostró todo su repertorio y sostuvo el cero en su arco cuando Uruguay presionó y pudo ponerse en ventaja. De entrada, a los cinco minutos, la primera ocasión fue para Luis Suárez, que apareció por derecha y le quemó las manos con un potentísimo remate que luego derivó en Federico Valverde, pero el arquero volvió a lucirse ante el disparo del volante del Real Madrid.


A los 20, el arquero del Aston Villa volvió a lucirse y le ganó otro duelo a Suárez, que esta vez lo probó con un zurdazo cruzado, pero de nuevo apareció el manotazo salvador del Dibu. Argentina sufría en su área, pero su arquero apareció en toda su dimensión para mantener el empate. Entonces, el público volvió a corear el apodo de su nuevo ídolo, aunque ahora a manera de reconocimiento por lo que pasaba en el campo.

El propio Lionel Messi tras el partido dejaba en evidencia lo importante que había sido el arquero en la victoria. "Es fundamental, cada vez que lo necesitamos siempre responde. Se afianzó después de la Copa. Tenemos uno de los mejores arqueros del mundo y lo aprovechamos", recordó el capitán argentino.

Uruguay tuvo otra gran ocasión en los pies de Suárez, pero el palo colaboró con el arquero argentino, que igualmente iba para ese lado a buscar el envío. Fue la última vez que Martínez fue requerido con urgencia en el partido, antes de los goles locales y una actuación que terminó siendo muy vistosa y efectiva. 

Ya con el triunfo asegurado, el segundo tiempo del marplatense sirvió para mostrar otra gran cualidad de su juego: el uso de los pies. Cada vez que Argentina necesitaba aire ante la presión uruguaya, Martínez fue una opción más que válida para tocar y darle continuidad a la circulación de balón en el fondo. Incluso, mostró gran precisión con algunos pases largos, que despertaron aplausos de la gente.

Para cerrar una noche perfecta, Martínez pareció quedarse unos segundos contemplando a la gente y aplaudiendo, como para devolver algo del cariño que le habían dado durante todo el partido.