En el marco de los 529 años de genocidio indígena, en la casa Arpías se organizó un taller coordinado por la realizadora audiovisual Florencia Mamaní, miembra de Cine Marrón, que propuso cuestionar las representaciones racializadas que hay en el cine y la televisión argentina de lxs indígenas.

Mamaní, que nacida en Buenos Aires pero de familia jujeña, y actual residente de esa provincia, explicó que hace tres años surgió en Buenos Aires "Cine marrón" que acompaña con actividades audiovisuales a las de Identidad Marrón. 

"Comenzamos con las actividades para denotar el clasismo estructural argentino en los medios audiovisuales", manifestó Mamaní. Señaló que empezaron focalizando en las actrices y en las representaciones de las mujeres racializadas como mucamas. Además indicó que los actores racializados aparecen como gendarmes o "fue un descubrimiento para mí ver que en un tercio o cuarto del cine argentino la representación de las personas racializadas es cayendo de caballos, o como indígenas agresivos", sostuvo. Consideró que hay imágenes estereotipadas que se sostienen desde el inicio del cine argentino hasta hoy. 

"En Jujuy en los cortos más exitosos, los protagonistas son indígenas pero no tienen rasgos indígenas. En Siervo Ajeno que está expuesto en el cine de las alturas, hay un elenco marrón increíble pero no le dan mucha línea siempre. Las fotos que más se ven son de personas más blancas, mediante maquillaje de rasgos indígenas", señaló Mamaní.

Para la realizadora audiovisual en el país sigue habiendo un racismo estructural muy grande que es histórico: "el resultado horrible es que tenemos personas racializadas que se quieren diferenciar porque se los remite a la barbarie". 

Mamaní consideró que el hecho de que la Escuela nacional de experimentación y realización cinematográfica tenga sede en Jujuy, va a posibilitar que lxs estudiantes marrones tengan acceso a estudiar cine. 

El taller impartido en Salta fue con "connotación de contexto", sostuvo Mamaní. Resaltó el trabajo de la cineasta salteña Lucrecia Martel, "la mejor directora de cine de Argentina, y del mundo. Tiene mucha voz. Cuestiona a la clase media salteña". Destacó que Martel está armando un material audiovisual acerca de Javier Chocobar, un joven la comunidad indígena Los Chuschagasta, asesinado por un grupo parapolicial en 2009 en Tucumán. 

Mamaní señaló la "folclorización" muy pronunciada en las representaciones de las personas racializadas, sobre todo "en Jujuy". Señaló que buscan extras allí para representar un carnaval. "Hay mucho más para decir que la folclorización constante a la que someten a actores y actrices, hay un bagaje cultural grande para resumirnos en un aguayo y la baguala", manifestó.

Indicó que las personas blancas, son mayormente las guionistas y colocan a las personas racializadas "sin risa, o aniñadas". "A las mujeres racializadas se les habla con ternura, cuando son exitosas", opinó. 

Mamaní además señaló que hay muchas películas de desaparecidos de los 70 pero no del genocidio indígena.

La realizadora contó que en los espacios de Identidad Marrón, desarrollan actividades en el marco de "octubre marrón",  "es como reinventar este octubre en que todo cambió. Tenemos voz y las cosas van a seguir cambiando".

Mamaní planteó que hay representaciones desarrolladas por personas blancas que no son idóneas en el cine o la televisión de las identidades marrones. "Cometen errores grotescos", sostuvo, por ejemplo en las representaciones de cómo coquear. También ejemplificó con la serie de Adrián Suar de una Villa (La 1-5/18) como "interpretación de un mundo blanco de un contexto social que no conocen".  Además señaló que esas representaciones pasarán a formar parte del archivo para la construcción de una identidad.