“Creo que La Caldera continúa un poco el rumbo de Martingala: música popular argentina”, plantea Julieta Laso, puesta a analizar similitudes y diferencias entre su flamante disco y el que la relanzó como solista, tras varios años poniendo su voz al servicio de la maquinaria de la Fernández Fierro. Laso presentará La Caldera este jueves a las 20 en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131) con su banda habitual y, sobre todo, con la potencia de siempre.

La Caldera llega después de la cuarentena, que la cantante atravesó en Salta, donde se radicó junto a la cineasta Lucrecia Martel, su pareja. Es más, el nombre del disco alude justamente al pueblo donde se asentaron. “Hace algunos años planeamos vivir en Salta con Lucrecia, sin duda la pandemia aceleró este proceso. Me tocó vivir el aislamiento cerca de la naturaleza y lo agradecí mucho, creo que es un momento para salir de las grandes ciudades, yo amo Buenos Aires pero en el norte lo indígena está más presente en la cultura y eso es un aire fresco para mí”, cuenta a Página/12. Allí la pareja se involucró fuertemente en la vida cultural local (“Salta debe ser la provincia con más músicos y cantores por metro cuadrado del país”, apunta Laso) y filmaron Terminal Norte, un documental “de las tertulias que nos gusta hacer”, disponible en la plataforma digital Cont.ar. Ahora su rutina supone viajar una vez al mes a Buenos Aires para ensayar, presentarse en distintos shows y avanzar en el trabajo con el Pelu Romero y otros colaboradores.

-¿Sentís que la vida en Salta impacta en lo artístico, más allá de la organización laboral?

-Hace dos años que estoy por allá. No creo que en La Caldera pueda notarse un cambio. Salta es un fenómeno musical del que no sabemos nada en Buenos Aires. Hay muchísimos músicos, que están en géneros muy distintos. No sólo folklore. Y hay muchas clases de cantos, de modos de usar la voz. Probablemente sea la presencia más fuerte de la cultura indígena. Parece una exageración, pero eso se respira muy fuerte allá.

-¿El contacto con la naturaleza que te permite Salta te propone un sonido distinto al que te surgía viviendo en Villa Crespo?

-Eso está por suceder. Pero no es la naturaleza en el sentido de las plantas y la geografía, solamente, claro. Es la gente. Es como hablan. Nada me cuesta menos que ser afectada por una tonada. Estoy empezando a hablar raro, y claro que no tengo una tonada salteña, porque es imposible, pero me aparecen unas melodías raras, de un país latinoamericano inexistente, de donde vienen Camila Sosa Villada o Leonor Benedetto.

En La Caldera se mezclan temas de Sandro como “Cara de gitana”, la “Trapito” de la vieja película infantil de García Ferré y otros temas de distintos géneros. Todas tienen el sello-Laso, construido no sólo desde la voz, sino desde un sonido particular, que puede intuirse tanguero, pero que también le sienta al blues (en “Hoy es nunca”) o al vals (“La sombra”), por mencionar dos géneros que también estaban presentes en su última producción.

-Se te asocia con el tango, aunque casi no aparece como tal en tus últimos discos. ¿Qué lugar tiene hoy en tu obra?

-El tango es una consecuencia musical de mi vida porteña. No es sólo el género con el que empecé a ganarme la vida. Sé que suena demodé, pero el tango llorón y malevo lo tengo en la sangre. Soy milonguera. Si el tango no aparece en este disco como género específico, se filtra en mi voz cuando canto un vals, un foxtrot o un blues.

-En su mixtura de ritmos y músicas, Martingala se sentía un disco tanguero, pero casi sin tangos. En este el tono es otro. ¿Cómo lo concebiste desde lo musical?

-Es música popular argentina. En este disco hay bastantes versiones de algunos autores y compositores emblemáticos de nuestra cultura como Discépolo, Sandro, Horacio Guarany, Leda Valladares, y algunas composiciones nuevas de Diego Baiardi y Lisandro Silva Echevarria, Lucio Mantel. Salvo algunas nuevas colaboraciones, la banda se mantiene en los dos discos. El productor artístico es Pelu Romero y el ingeniero de sonido, Ariel Lavigna, en los dos discos.

-¿Cómo fue la búsqueda del repertorio de este disco?

-Escuchar canciones al azar y buscar intensamente canciones. Es un disco de canciones populares muy conocidas. Hay sólo tres nuevas. Dos del Laucha Baiardi y una de Lucio Mantel. Quizás pueden parecer canciones elegidas una tarde tranquila, pero curiosamente todas aparecieron en la madrugada.