El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que mide la línea de pobreza, registró un incremento del 3,2 por ciento en septiembre. Así lo informó este martes el Indec. El resultado fue que una familia compuesta de dos adultos y dos niños requirió 70.532 pesos para no ser considerada pobre. La suba de septiembre fue la más elevada de los últimos tres meses, una tendencia que se observó a su vez en la inflación minorista del 3,5 por ciento.

Mientras tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia, ascendió 2,7 por ciento. De acuerdo con los datos del centro de estadística oficial, una familia tipo necesitó 30.014 pesos para no ser considerada indigente.

En lo que va de 2021, la inflación minorista fue del 37 por ciento. En el mismo período, la CBT creció 30,1 por ciento y la CBA 32,3 por ciento. A su vez, en los últimos 12 meses la inflación minorista trepó 52,5 por ciento, por encima de la canasta total (+49,4 por ciento) pero por debajo de la alimentaria (+54,5 por ciento).

El Salario Mínimo Vital y Móvil se ubicó durante septiembre en 31.014 pesos. Esto implica que una familia con un ingresos equivalente a un salario mínimo se ubica apenas por encima de la línea de indigencia y requiere 2,3 salarios mínimos para no caer en la pobreza.

La inflación es uno de los problemas que enfrenta el mercado interno para permitir recuperar la capacidad de compra de la población y recuperar niveles de consumo. El mes pasado los precios minoristas para el consumidor se aceleraron hasta 3,5 por ciento. El rubro de alimentos terminó con aumentos de 2,9 por ciento (menores a la inflación promedio aunque con subas importantes en ítems como los de frutas y verduras).

En la Canasta Básica Total no se tiene en cuenta el costo de un alquiler de las viviendas. Se trata de un precio que afecta a cerca del 20 por ciento de las personas del país y a aproximadamente el 35 por ciento de la población en la Ciudad de Buenos Aires.