En medio de la disputa por los precios, el titular de la Copal, Daniel Funes de Rioja, hace un fino equilibrio para no perder la artículación con el Gobierno, luego de meses de una crisis previa que también lo tuvo en el centro: la disputa de la Unión Industrial (UIA) con el Ejecutivo, en una entidad que también lo tiene ocupando la presidencia. 

Este mediodía, fue el anfitrión en la sede de Avenida de Mayo de una comida con el Canciller Santiago Cafiero y la encargada de Relaciones Internacionales, Cecilia Todesca. Estuvo allí la plana mayor de los industriales, los mesa chica, y se habló con exclusividad del plan de exportaciones 2022 que presentó hace unos días el Gobierno. "No hubo ni una mención a los precios", dijo a Página I12 uno de los comensales. Mostrando la separación de agenda que hacen tanto Funes como el Ejecutivo. 

Por medio de un comunicado, la Cancillería explicó que, además, "se analizaron las estrategias para que el MERCOSUR sea una plataforma de inserción internacional que potencie el perfil productivo de la región. En un contexto global con múltiples desafíos -cambios en la forma de producir y comercializar- y con problemas derivados de la pandemia (aumento de costos en fletes internacionales), poca disponibilidad de containers, entre otros temas". 

Cafiero presentó los principales ejes del Plan de Exportaciones y dijo que "la Argentina tiene las condiciones necesarias para insertarse en las cadenas regionales y globales de valor a través del desarrollo de un mercado interno robusto, con buenos salarios para sus trabajadoras y trabajadores y con tecnologías novedosas que reduzcan el impacto en el medio ambiente". Por el lado empresario participaron incluso directivos de empresas en pugna por los precios, como Arcor, Ledesma y Techint, que vía la AEA avaló un comunicado crítico al congelamiento.