Un grupo de arqueólogos halló los restos de un hombre sepultado durante algo más de dos mil años en Herculano, como consecuencia de la erupción del volcán Vesubio, que destruyó a esa ciudad y a Pompeya, en el Imperio Romano, en el año 79 después de Cristo.

Según los expertos, se trata de un esqueleto parcialmente mutilado, perteneciente a un hombre de entre 40 y 45 años. La avalancha de lava lo sorprendió a metros del mar y, eventualmente, de la salvación. Una excavación en Herculano dio con sus restos. La ciudad es más pequeña y menos conocida que Pompeya, epicentro de aquella catástrofe, pero también fue arrasada por la erupción del Vesubio. 

Hacía 25 años que no se hacían excavaciones en Herculano y se estima que el descubrimiento podrá servir para reconstruir los momentos finales de la ciudad. "Es un hallazgo del que esperamos mucho", declaró Francesco Sirano, director del Parque Arqueológico Herculano. 

La lava del Vesubio

La cabeza del esqueleto apuntaba hacia atrás, en dirección del mar, en lo que habría sido la playa de Herculano. A su alrededor, había madera carbonizada. Se cree que una viga de un techo podría haber aplastado su cabeza. En el lugar de la antigua playa hubo excavaciones en lo años 80 y 90, en las que se encontraron los restos amontonados de unas 300 personas que buscaron refugio en pequeños cobertizos para barcos, a la espera de ser rescatados por la flota de Plinio el Viejo, muerto por los gases tóxicos que emanaron del volcán.

“Era la una de la madrugada cuando la oleada piroclástica producida por el volcán llegó por primera vez a la ciudad con una temperatura de entre 300 y 400 grados, o incluso, según algunos estudios, de entre 500 y 700 grados. Una nube blanca y caliente corrió hacia el mar a una velocidad de 100 kilómetros por hora y era tan densa que no tenía nada de oxígeno”, relató Sirano sobre esos instantes.

De acuerdo a su relato, los huesos del cuerpo encontrado tenían un color rojo intenso, correspondiente a “la marca de las manchas dejadas por la sangre de la víctima” y dijo que fue por el proceso de combustión que provocó en Herculano el flujo de magma, gas y ceniza que salieron de la boca del Vesubio.

El ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, no ahorró elogios por el hallazgo. “El sensacional descubrimiento de los restos de un fugitivo en el yacimiento arqueológico de Herculano es una gran noticia porque el hallazgo se debe a la reanudación de las excavaciones científicas realizadas por el personal técnico del Ministerio en este lugar, después de casi treinta años”, expresó.

Los trabajos de excavación están vinculados a la creación de un nuevo sendero por el cual se podrá llagar a la Villa de los Papiros a través del viejo Paseo Marítimo, que es lo único que se conserva por completo de lo que fue Herculano. La ciudad quedó enterrada bajo quince metros de ceniza volcánica hasta ser descubierta a comienzos del siglo XVIII