Celia Arena es la primera ministra de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe, y ese lugar fundacional debe responder a una demanda social. “Todas las organizaciones comunitarias empezaron a tener espacios de discusión de estos temas, además de las organizaciones feministas que obviamente tienen un compromiso fuerte. Siempre lo decimos, la existencia de este Ministerio y del Ministerio de las Mujeres de la Nación tiene que ver con la militancia de las organizaciones de mujeres y del feminismo”, dice en la misma semana que presentó la Ley Micaela en el Deporte, para llevar capacitación en género a todos los clubes de la provincia que lo demanden. La capacitación a 8000 agentes públicos, como también la sistematización de datos, y el presupuesto con perspectiva de género son algunas de las tareas de emprenden, imposibles de abarcar en una nota. Entre las urgencias: la necesidad de fortalecer políticas públicas para las tareas de cuidados, cuya desigual distribución quedó en evidencia durante la pandemia es otra de las claves de la gestión que lanzó el programa Cuidar Santa Fe. “Hay una convicción del gobernador (Omar Perotti) sobre la importancia de consolidar la infraestructura de cuidados”, dice sobre la decisión de licitar 16 centros para la primera infancia y crear espacios destinados a hijes de trabajadores y trabajadoras en espacios como los parques industriales. 

--Si bien es un programa nacional, el Acompañar, una asignación económica equivalente a un salario mínimo, vital y móvil durante seis meses para mujeres en situación de violencia machista, se lleva adelante a través de un convenio con la provincia ¿a cuántas mujeres alcanza hoy?

--Nosotros somos la primera unidad de acompañamiento, desde que se firmó el convenio en año pasado, porque para poder cargar algunas mujeres al Acompañar se necesita una intervención de una o un profesional, que hace la entrevista y carga la información que tiene el formato declaración jurada. Esa información tiene indicadores de riesgo, porque el Acompañar es para mujeres con riesgo alto o altísimo. El mismo formulario da las pautas, o sea que todo es automático, pero es una entrevista extensa. El convenio lo firmamos nosotros y después promovimos la firma de los municipios y comunas, porque son el primer nivel de atención y es importante que tengan ese recurso. Ya tenemos 56 municipios y comunas donde funciona, y hay 200 en proceso, pero es bastante largo, porque incluye una capacitación para que se habilite al gobierno local a empezar a cargar.

--¿Y aquellas localidades que todavía no tienen el convenio completo?

--Como para nosotros es muy importante, territorialmente es un recurso que da respuesta a algo que es estratégico en la resolución de las situaciones de violencia, en el proyecto de vida posterior de las mujeres, lo que decidimos fue hacer 27 operativos territoriales en municipios y comunas. El mes pasado barrimos casi toda la provincia. Entonces, a las mujeres y personas de la diversidad que tienen el nivel de riesgo que el programa habilita, se las carga, se manda a Buenos Aires y después Ansés le da alta y empieza a pagar. No hay más intervención de ningún equipo. 

--Además del recrudecimiento de las situaciones de violencia, en pandemia, fue evidente que las mujeres no solo son las que asumen el cuidado familiar, sino también el comunitario ¿qué tipo de políticas se están implementando para dar respuestas a estas desigualdades?

--Nosotros tenemos un programa que se llama Cuidar Santa Fe. Vimos que no solamente la tasa de desocupación tuvo mayor impacto sobre las mujeres, sino que en pandemia creció mucho la tasa de inactividad, esto quiere decir que las mujeres dejaron de buscar trabajo, porque tuvieron que abocarse a cuidar a cuidar a los chicos y chicas que no iban a la escuela, a las personas con discapacidad, etcétera. Hay varias cuestiones que son importantes de abordar,muy estructurales, más allá del Salario Social Complementario, del Programa Potenciar Trabajo, que son políticas nacionales. El año pasado impulsamos la mesa público comunitaria, de intercambio con las organizaciones. Allí planteamos proyectos que tuvieran que ver con la autonomía económica de las mujeres y estamos por sacar otros. Además, tenemos coordinación con los Ministerios de la Producción y de Desarrollo Social para cuestiones concretas que vamos detectando. Pero, más allá de eso, hay una convicción de consolidar la infraestructura de cuidados. El año pasado se universalizó la sala de cuatro, que no se pudo ver porque no hubo clases presenciales, pero este año eso está. Esto requiere un refuerzo de toda la infraestructura. Y además, en el último tiempo se licitaron 16 centros de desarrollo infantil. El acceso a estos espacios tiene un impacto fundamental en la situación de las mujeres y en especial, las de los sectores más vulnerables.

--¿Y se conoce cuántos espacios de cuidado tiene la provincia?

--Cuidar Santa Fe tiene, por un lado, como primera opción la creación de un registro que cargue todas las organizaciones públicas, privadas y comunitarias de espacios de cuidado de niñes, de personas mayores y con discapacidad. Ese registro tiene un correlato con un mapa georeferenciado como para saber dónde están, qué características tienen y también para saber qué es lo que falta y a dónde hay que reforzar, siempre poniendo la mirada en nuestros sectores más vulnerables.

--Estos espacios son necesarios para la inserción en el mercado de trabajo...

--Pero también en los sectores en donde las mujeres corren riesgo de perder un empleo si no tienen un espacio de cuidado que les garantice poder tener manejo de sus horarios. Entonces, con el Ministerio de la Producción, pensamos a trabajar con los parques industriales, por ejemplo, que son lugares en donde hay distintas empresas y no solamente hay mujeres, sino hay varones. Pensamos justamente en los espacios de cuidado como un lugar adonde los varones puedan llevar a sus hijos, que no sea la mujer la responsable de encargarse de encontrar un lugar para que sus hijes vayan, o de llevarlo a su lugar de trabajo, al centro de cuidados que están en su lugar de trabajo. Y también, ese sentido, que no está directamente vinculado, pero sí, estamos trabajando para que haya espacios de lactancia, porque son todos que tienes que repercuten en la cuestión laboral de la mujer y además en la carga mental que implica tener todas esas responsabilidades. 

--¿Y en cuanto a las cuidadoras sociales, qué están haciendo?

--Trabajamos para fortalecer todo lo que tiene que ver con incubadoras de Cooperativas de cuidado, porque la línea de trabajo y la decisión que tenemos es fortalecer todos estos espacios y poner en valor los servicios comunitarios, porque son los que más llegan a los sectores más vulnerables y es la forma también de poner en valor lo que las mujeres hacen en el territorio. Porque no solamente implica cuidar, tener un servicio de calidad para quienes son cuidados, sino también cuidar a las personas que cuidan, que hoy está como muy en boca de todos y es algo como que está presente en las políticas públicas. Un año atrás, para nosotros era una base de las brechas de desigualdad, pero teníamos que trabajar para poder visibilizar y para desnaturalizar esa cosa que las mujeres tenemos incorporadas. La pandemia lo puso en primer plano.