Está en un momento de tranquilidad, se siente un jugador maduro y por eso buscó el bienestar personal y emocional. Actualmente Facundo Imhoff juega en el Lindaren Volley, un equipo de la ciudad suiza de Amriswil situada a una hora de Zürich. Hace más de ocho años su cuerpo y su mente le mostraron el camino. Su personalidad y su vida cambiaron de manera rotunda. Durante dos años había tenido lesiones graves, demasiado complejas para un jugador de 22 años: hernia de disco, fractura de tibia por stress, esguince de tobillo con rotura de ligamentos y un slap en el hombro no hábil. “En el medio del partido se me dio vuelta el hombro izquierdo y eso me sacó de la cancha. Ahí dije bueno, me tengo que ocupar de esto”, confesó Imhoff en diálogo con Página/12.

-¿Cuándo decidiste aceptar tu sexualidad?

-Vivía una doble vida que no estaba buena y aparentaba ser heterosexual. En ese momento estaba con el que fue mi primer novio y lo obligaba a él a llevar esa doble vida. Era un desgaste de energía tan grande que terminaba saturado, la cabeza me explotaba, hasta con mis amigos tenía que aparentar. No me veía a largo plazo con esa vida y por mi salud mental decidí decirlo, aunque me tuviera que hacer cargo de lo que eso pudiera generar, por ejemplo que mi carrera profesional terminara.

-¿Ese era tu mayor miedo?

-El miedo a quedarme sin trabajo era lo que más me bloqueaba. Ya se lo había contado a mi familia y a mis amigos más cercanos pero si lo contaba en el equipo para mí estaba la posibilidad de que me discriminen, me echen o en el futuro se me cierren un montón de puertas. Eran miedos míos, con el tiempo no sucedió nada de eso. Al contrario, fue un desencadenante de cosas buenas haberlo blanqueado.

Julia Raimundi es doctora en Psicología, investigadora del Conicet, directora de EIIPD (Equipo de Investigación e Innovación en Psicología del Deporte), trabajó en alto rendimiento y actualmente lo hace con atletas en formación deportiva: “El miedo puede verse como algo amenazante o como un desafío, lo importante es dotar al deportista de herramientas que hagan que sienta confianza para poder afrontar la situación”.

-Y con las lesiones, ¿qué te pasaba?

-En lugar de aceptar mi sexualidad, me fanaticé con el vóley. Un falso fanatismo, una excusa, mi cabeza era 100 por ciento vóley para no ocuparme de lo demás, y el cuerpo me pasó factura. En dos años tuve lesiones graves y lo que me detonó fue un slap en el hombro. Ahí arrancó mi proceso de aceptación de la sexualidad. Después de haberlo dicho dejé de lesionarme, mi rendimiento mejoró, yo cambié como persona, mi personalidad se modificó para bien.

-¿Qué cambios tuviste en la personalidad?

-Antes era tranquilo introvertido, no hablaba de mi vida privada ni de mis sentimientos, siempre estaba bien pero nunca hablaba con profundidad y de repente empecé a no tener filtro, aprendí a no callarme nada. Lo que soy ahora es todo lo contrario a lo que era antes de blanquear mi sexualidad.

Imhoff no puede creer haber estado en ese lugar ni tampoco que a esta altura todavía haya jugadores que vivan esa doble vida: “Yo lo hice un año y tuve un desgaste tan grande que pienso en otros jugadores que lo hacen desde hace años, deben tener la cabeza totalmente quemada. Cuando uno no es sincero con lo que quiere, el cuerpo te pasa factura”.

Raimundi también se refirió a las situaciones de stress: “Es el factor más predisponente para generar una lesión porque fisiológicamente te endurece, te quita el foco de atención de lo importante. Es más fácil tener un accidente, una lesión y si no se cambia el factor que genera el stress, ese comportamiento se va a repetir.

-¿Tuviste ayuda psicológica para afrontar esa situación?

-En ese momento no fui a terapia, mis amigos fueron el sostén principal, pero un año después empecé una psicóloga. No se por qué empecé, creo que necesitaba ordenar el tornado que había sucedido hace un año atrás y necesitaba estabilidad. Me ayudó mucho, quizás hubiese estado bueno hacerlo antes, pero paso así y no me arrepiento de nada. Necesitamos constantemente trabajar el tema mental porque es importante, así como trabajamos el cuerpo cuando entrenamos, con la cabeza tiene que ser de la misma manera. A veces nos distraemos con otras cosas para no mirar para adentro.

Sobre esto también hizo foco la doctora en psicología deportiva: “La salud mental es parte de la salud integral. No podemos dividir lo mental de lo físico. A largo plazo las personas tienen síndromes como el de "burn out" o el de sobre entrenamiento que son consecuencia de no prestarse atención a sí mismos. Para rendir bien se necesita tener un bienestar emocional, psicológico y social garantizado internamente y por el contexto”.

Después de los Juegos Panamericanos, en 2019, Imhoff estuvo como invitado para contar su historia en varios programas televisivos: “No me agradaba contar mi vida privada, pero entendí que era necesario llevar ese mensaje, para romper con ese silencio y ese tabú sobre todo en el deporte”.

- ¿Por qué pensas que recién se hizo conocida tu historia después de Lima?

- Ganamos la medalla de oro en los Panamericanos y justo di una nota. ¿Por qué no antes? Porque la sociedad cambio un montón y hace 10 años no estaba preparada para recibir esa noticia. Tener que sentarme en los programas a explicar eso era aburrido pero empezó a ser llamativo. De hecho otros deportistas también salieron a blanquear su sexualidad (N de R: Sebastián Vega, basquetbolista), obviamente no jugadores de futbol profesional. Eso va a ser difícil.

A Facundo Imhoff aceptarse le cambió la vida, se mostró tal cual es y eso hizo que su carrera profesional deportiva mejorara aún más. Desaparecieron las lesiones, la timidez y los miedos. Mejoró su salud mental. La única inquietud que tiene en la actualidad es la incertidumbre después del retiro, al igual que la mayoría de los atletas que no tienen un futuro asegurado a través del deporte.

Con respecto a esto, la doctora Raimundi dejó en claro que no debe ser algo reducido a los atletas de elite: “Si pensamos en la salud mental recién en el alto rendimiento, ya llegamos tarde. Si trabajamos desde la formación de los deportistas vamos a ganar mucho tiempo porque vamos trabajar estos factores desde el inicio de la carrera deportiva. El deporte de alto rendimiento no es salud cuando vos no lo elegís”.