En una sesión poco habitual, por el interés y la celebración, la Cámara de Diputados de Salta le dio media sanción a un proyecto de ley que impulsa el reconocimiento, la promoción, preservación y protección de la Lengua de Señas Argentina (LSA) en toda la provincia.

La aprobación fue celebrada, particularmente por personas sordas, que siguieron atentamente la sesión, y tuvieron también un papel protagónico en ella, no solo porque la iniciativa legislativa se construyó en diálogo y a impulso de las organizaciones de sordos, sino también porque el debate fue traducido a lengua de señas y porque tras la aprobación, René Rizzi (de la Asociación de Sordos de Salta, ASORSA), habló ante el pleno: "Las barreras se han caído hoy", sintetizó. 

La diputada oficialista Laura Cartuccia (del bloque Justicialista Gustavo Sáenz Conducción) actuó como miembra informante. “Este proyecto de ley viene a saldar una deuda histórica”, dijo. 

La lengua de señas “es una lengua natural, culturalmente viva", sostuvo. Repasó que este proyecto tiene su génesis en la comunidad sorda, y se enmarca en las leyes nacionales 27.710, de Reconocimiento y Protección de la Lengua de Señas Argentina (LSA), y 26.378, de aprobación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

El proyecto salteña declara de interés provincial la lengua de señas, e impulsa el reconocimiento, la promoción, la preservación y la protección de la lengua de señas argentina, como una herramienta que facilita el acceso a la comunicación y a la plena inclusión de todas las personas.

Cartuccia subrayó que el proyecto afirma la existencia de una comunidad sorda con derecho a su lengua, a su historia y a su identidad. 

El proyecto establece además que las organizaciones de personas sordas serán consultadas al momento de diseñar políticas públicas para el sector.

Fomenta, dijo la legisladora, el acceso a esta lengua desde las infancias para evitar la privación lingüística. También crea un registro de intérpretes y de traductores, e incorpora la enseñanza desde los niveles iniciales, además de promover campañas y de exigir al Estado que garantice el derecho a entender y a ser entendido. "(Esta ley) es un gesto político, pero fundamentalmente humano, es un paso hacia una Salta más justa, más plural, mucho más inclusiva”, afirmó.

Varios legisladores y legisladoras intervinieron después, todos para celebrar el proyecto de ley y adelantar su acompañamiento. 

En la discusión previa, en comisiones, las organizaciones de personas sordas habían señalado que el proyecto es importante para el futuro de las personas sordas. También resaltaron la necesidad urgente de preservar la lengua de señas argentina como parte integral del patrimonio cultural nacional. 

En comisiones también, la secretaria de Discapacidad de la provincia, Fabiana Ávila, puso énfasis en la trascendencia de este proyecto, al que calificó como una reparación histórica para la comunidad sorda.

Extranjeros en su tierra 

La media sanción del proyecto fue celebrada por personas sordas que siguieron las instancias de participación de las legisladoras y los legisladores. El presidente de la Cámara, Esteban Amat, invitó al hablar a Enzo Rizzi, miembro de ASORSA. 

Se lo notaba emocionado. “Es muy difícil hablar naturalmente” en este momento, empezó. Celebró la aprobación en sí misma y, sobre todo, los discursos de cada uno de las diputadas y diputados. “Me dejó mudo, la verdad”, bromeó. 

“Por años jamás me imaginé estar vivenciando esto, este cambio de paradigma de parte de ustedes", les habló. Contó que ya estaba "un poco cansado y acostumbrado a estas barreras" a las que las personas sordas se enfrentan a diario, pero las expresiones en la Cámara lo impactaron, dijo, y agradeció. 

Consideró que el proyecto no es un cambio, sino que "es una transformación. Esta transformación no fue fácil porque no fue solo que ustedes vengan a votar sino que se han tomado su tiempo de estudiar, de vernos, de ver realmente a la comunidad sorda, de entender nuestras barreras y lo que atravesamos durante años". 

“Siento que esto es una transformación y las barreras se han caído hoy. Empezamos a construir las puertas que nos van a abrir ustedes a la inclusión, a la participación del 95% de los sordos que nos sentimos como extranjeros en nuestra propia tierra. Durante años fue así. Y a pesar de tener un marco normativo y una Constitución que diga que nosotros somos ciudadanos argentinos, siempre nos sentimos extranjeros y siempre nos sentimos afuera", explicó.

Para expresarlo con mayor claridad, dijo que a las personas sordas les cuesta conseguir trabajo por la dificultad de la comunicación, "y así hay un montón de situaciones en las que nosotros nos enfrentamos siempre a estas barreras".

Yo nací en Salta, soy salteño cien por ciento, pero siempre me sentí extranjero, y este es el momento de cambiar, de que los sordos ya no sean extranjeros en su tierra, que sean realmente ciudadanos como ustedes", ratificó.