El Congreso peruano guardó este jueves un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la masacre de los Barrios Altos, ocurrida hace 30 años bajo las órdenes del dictador Alberto Fujimori. En la noche del tres de noviembre de 1991, un escuadrón de hombres armados y cubiertos con pasamontañas irrumpió en la fiesta de una casa de los Barrios Altos de Lima para acribillar sin piedad a sus ocupantes, bajo la sospecha de que eran integrantes de Sendero Luminoso. 

En total asesinaron a 15 personas, incluido un niño de ocho años, e hirieron a otras cuatro, en lo que fue la primera matanza del grupo militar encubierto Colina, por cuyas masacres Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años de cárcel. Recién en 2013 la justicia peruana emitió una condena definitiva contra todos los autores de la masacre, gracias a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que, en fallo histórico, ordenó revocar las leyes de amnistía dictadas por las dictaduras de la región, al determinar que los crímenes de lesa humanidad no prescriben ni pueden ser amnistiados.