Movimientos sociales de la Ciudad de Buenos Aires realizaron este domingo un festival "en defensa de Costanera Sur" contra el barrio de torres de lujo que el Grupo IRSA busca construir en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. En el acceso al Barrio Rodrigo Bueno, frente al que se levantarían las suntuosas torres de hasta 145 metros, denunciaron que el Gobierno porteño "sigue priorizando los negocios inmobiliarios por delante de los derechos de los sectores populares". De cara al cierre de la audiencia pública, en la que ya más de 750 ciudadanos y ciudadanas se expresaron en contra del proyecto, las organizaciones alertaron sobre el impacto ambiental que el nuevo barrio podría tener en la Reserva Ecológica y Rodrigo Bueno.

Mientras desde el escenario montado sobre Avenida España se gritaba "no a las torres", pasadas las 16 horas de este domingo comenzaron a llegar las primeras bicicletas de la caravana que había iniciado minutos antes en el Obelisco. "Humedal sí, torres no", decía el cartel sostenido por los manifestantes, que acompañaba las consignas del festival: "No al convenio Larreta - IRSA", "no a la especulación inmobiliaria", "sí a la vivienda digna". "Tenés las torres de Puerto Madero y hacés dos cuadras y tenés a los vecinos y vecinas viviendo hacinados, en condiciones de vulnerabilidad habitacional muy grandes. Es terrible ver cómo los más pobres viven al borde de la contaminación", señaló a Página/12 Cecilia Barros, candidata a diputada nacional por el Frente de Todos (FdT) y referente del Movimiento Evita porteño. 

Como ya informó este diario, la urbanización de Rodrigo Bueno todavía tiene a vecinos y vecinas sin solución habitacional, especialmente aquellos que viven a orillas del canal del Río de la Plata que llega hasta Avenida España: "Los del río somos personas", alerta un pasacalles colgado sobre las viviendas de ese sector, a unos cincuenta metros del escenario. "En la Ciudad se siguen priorizando los negocios inmobiliarios para unos pocos, llevándose por delante los derechos de la mayoría", advirtió a este diario la legisladora porteña Laura Velasco, del movimiento Somos - Barrios de Pie, que también estuvo presente en Costanera Sur. 

Para graficar, la legisladora enumeró algunas "situaciones emblemáticas": "Hace muy poquito el oficialismo votó 11 convenios urbanísticos con desarrolladores inmobiliarios, 11 torres de lujo, el mismo día que en La Containera de Villa 31 estaba expulsando con represión a casi cien familias, casi todas monoparentales, de mujeres, muchas que sufren violencia de género. Ahora está el caso de la Escuela Indira Gandhi, donde concurren muchos alumnos de la 31 y quieren enajenarla para el negocio inmobiliario". "La enajenación de la ciudad, la contaminación del suelo, del agua y del aire afecta principalmente a los sectores populares", continuó Velasco. 

Para las organizaciones, los impactos que el nuevo barrio podría tener sobre el humedal costero y sobre Rodrigo Bueno no corren por separado. "Los humedales son los que contienen justamente el agua para que no se inunden los barrios de los sectores más pobres", remarcó Barros en este sentido. Por eso, además de las demandas concretas hacia el GCBA, durante la jornada también se reclamó por la Ley de Humedales y en varios de los carteles había dibujados carpinchos, símbolo de la lucha contra el avance inmobiliario sobre los humedales.

"Todas las demandas actuales ligadas a la crisis climática se profundizan en los sectores más vulnerados. En octubre, en la ciudad tuvimos las temperaturas más altas en los últimos años para ese mes, y hay barrios, como la 31 y la 21 - 24, donde no hay baños ni agua potable", sostuvo la candidata a diputada, quien añadió que "necesitamos con mucha urgencia políticas habitacionales en la Ciudad". Además de esas dos organizaciones, el festival fue convocado por la Corriente Clasista y Combativa, Unidad Popular, Partido del Trabajo y del Pueblo, entre otras. 

Tras la bicicleteada y una radio abierta, al escenario subieron a tocar bandas musicales como La Nota, Big Mama Laboratorio y Sudor Marika, que cerró la jornada pasadas las 18 horas. Sobre la vereda de Avenida España se armó una cancha de fútbol tenis para señalar que, al menos hasta que la Legislatura apruebe en segunda lectura el proyecto, el predio de 71 hectáreas todavía está zonificado para usos deportivos. "La pandemia ha profundizado la necesidad de los espacios verdes y creemos que merecemos vivir otra ciudad", indicó Velasco, quien recordó que este lunes finalizará la audiencia pública por el convenio entre IRSA y el GCBA. 

Hasta el momento, de acuerdo al relevamiento que realiza la organización "Costanera Verde Pública", 769 expositores se manifestaron en contra del proyecto desde que la audiencia inició hace ya tres semanas. En tanto, solo doce lo hicieron a favor. La jornada del lunes, la número 14, es la última del cronograma establecido. A la orden del día de este lunes se agregaron 74 inscriptos que no pudieron exponer en sus turnos correspondientes. En total, fueron 2593 los anotados en lo que se constituyó como la audiencia con más inscriptos de la historia luego de la que se realizó por la venta de Costa Salguero.